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Ricardo Ruano empresa Zeyo Quito _ Ecuador
Negocios
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Masificar el uso de la tecnología blockchain es una de las metas del ibarreño Ricardo Ruano, quien constituyó su empresa en Chile, con solo US$ 2.000. Ahora abrió operaciones en Ecuador y en 2023 prevé hacerlo en México. Zeyo cerrará 2022 con una facturación de US$ 500.000.

03 Octubre de 2022 04.06

Nació en Ibarra, en una familia de escasos recursos. Estudió en la Universidad Técnica del Norte, una ingeniería en sistemas computacionales, y decidió migrar a Chile. Un país que no solo le permitió cumplir su sueño de estudiar una maestría en la Pontificia Universidad Católica de Chile, sino que le abrió las puertas en el mundo del emprendimiento. 

Su historia podría parecerse a la de otros ecuatorianos que hicieron patria en el extranjero, pero él decidió regresar para buscar nuevas oportunidades de negocio, pensando en las grandes y las pequeñas empresas. “Podrían existir un millón de excusas para no emprender. Nací en un hogar pobre, estudié en una universidad pública, me casé muy joven… Sin embargo, decidí salir de mi ciudad, asumir riesgos y poner el pecho a las balas. No hay mejor escuela que establecer tu propia empresa, pararte al frente de un cliente y recibir un no por respuesta. Así se forman los verdaderos gerentes, repitiendo -una y otra vez- una estrategia que sea atractiva y genere un verdadero valor”.

Ricardo Ruano es el CEO y fundador de la startup tecnológica Zeyo. Desde muy pequeño cultivó su “alma de emprendedor” y -con tan solo 20 años- creó su primera agencia para desarrollar aplicaciones y sitios web. Dio trabajo a un par de compañeros y ganó cierta experiencia para aplicar en su propio negocio. A los 27 años recibió una oferta laboral para diseñar los productos bancarios de una Fintech argentina y puso en pausa el tema del emprendimiento para viajar con su esposa y su hija, al sur del continente (Argentina). Tiempo después volvió a embarcarse en un avión para implementar las soluciones creadas para un cliente chileno. Dividiendo su tiempo entre el estudio y el trabajo, tuvo su primer acercamiento con las tecnologías blockchain y con el ecosistema empresarial de este país. “Cuando llegué a Chile me encontré con un mercado maduro, donde los emprendedores reciben un fuerte impulso de las entidades públicas y privadas. Existen instituciones que financian desde puestos de helados hasta proyectos mineros con fondos no reembolsables. No podía desaprovechar esa oportunidad y siempre estuve muy atento a las nuevas tendencias y tecnologías”.

Al nacer su tercera hija, fue el momento de combinar esos conocimientos con un escenario productivo. “La cantidad de riesgos eran importantes, pero las oportunidades eran mejores. Con el apoyo de mi familia, me dediqué, en 2017, a ser emprendedor a tiempo completo y construir mi propia consultora de tecnologías blockchain”. En medio del “boom” de las criptomonedas en la región, constituyó Business Blockchain después de identificar que muy pocas empresas y personas tenían claro cómo usar este tipo de tecnologías y solo se centraban en las bitcoins. “No había una oferta concreta y me apalanqué con ciertos proyectos en el sector energético y con clientes gubernamentales. La consultora me ayudó a tener liquidez, pero no escalabilidad”.

Le hacían falta, por un lado, un equipo de confianza y, por otro, contar con soluciones más simples, que se pudieran aplicar con facilidad y poca inversión. Por lo que fundó la primera filial en Ecuador a finales de 2020. “Necesitaba contar con un grupo permanente, aposté por el talento nacional y dejé de contratar en Chile. Pasamos de un modelo de consultoría a un modelo de producto y cambiamos nuestro nombre a Zeyo”. Actualmente, cuenta con 14 colaboradores fijos en el país y tres comerciales en Chile. ¿Una de sus ventajas? Ecuador se encuentra en un momento de maduración y recepción, tal cual se encontraba Chile cuando se estableció la empresa en primer lugar. Es decir, cuentan con la experiencia que adquirieron durante tres años en ese mercado. “Es un camino que ya transitamos”.

Con 36 años encontró el secreto para manejar su empresa y dividir su tiempo entre Ibarra y Santiago de Chile. “No hace falta dinero para emprender, solo voluntad y ganas de arriesgarse”. Y él se considera un ejemplo de esto. Comenzó con US$ 2.000, recibió un fondo no reembolsable de US$ 30.000 y espera facturar este año US$ 500.000. Su valor agregado es crear soluciones listas para usar en cualquier industria. Principalmente, se enfoca en la trazabilidad y la tokenización de productos y bienes con blockchain. 190 empresas nacionales ya usan estas soluciones en la industria licorera, abarcando un 95 % del mercado de productores e importadores. Además, cuenta con otros clientes, como las atuneras, que están mejorando sus cadenas de suministro y el cumplimiento de sus estándares de calidad para simplificar el trabajo y resolver sus problemas de identidad digital.

En 2023, Ruano sacará al mercado productos que sean más simples, fáciles de usar y pensados en empresas de todos los tamaños. Además, llevará Zeyo a México y está listo para recibir capital de riesgo. (I) 

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