Marbelize se fundó como industria procesadora de atún en 2000, aunque su historia comenzó al menos 48 años antes cuando un joven de origen croata llegó a Chile. Su padre decidió que viajara a América, ya que era una época de guerras en Europa.
Ivo Cuka solo tenía 17 años y empezó a trabajar en pesca en los puertos chilenos. Años después se fue a Perú y siguió en la misma actividad. En ese país, compró un "barquito" en el que llegó navegando a Ecuador hasta las costas de Salinas. Ahí, continuó con las labores de descarga de pescado. Tenía 26 años, era soltero y se enamoró de una ecuatoriana, que solía ir de vacaciones al balneario. Se casaron y tuvieron cuatro hijos Cuka Auad: Jelisava, Ivo, Vicente y Andrés.
Con esfuerzo, ahorró y logró reunir dinero para comprarse su primer barco atunero, el Betty Elizabeth, llamado así en honor a su esposa. Vivieron un tiempo entre Guayaquil y Manta, hasta que decidieron radicarse en el puerto manabita. Así nació la historia de una familia que convirtió la pesca en una industria innovadora hasta ubicarse en el puesto cinco de las mayores exportadoras de atún en conservas de Ecuador.
Actualmente, Marbelize exporta a más de 23 países. Su principal mercado es Europa, especialmente España (37 % de las ventas), Italia y Alemania. Tiene una flota atunera de siete barcos y fabrica más de 900 marcas para reconocidas cadenas de supermercados europeas y americanas. En 2024, alcanzó un récord de US $149 millones en ventas y apunta a superar los US $200 millones en 2025.
Su capacidad instalada es de 300 toneladas diarias (tiene en operación 250 toneladas) y su producción de 15 millones de unidades pouch al año, la posicionan en el liderazgo del food service.
Andrés Cuka (se pronuncia Chuka) cuenta el storytelling de Marbelize que es el de su familia. Tiene 37 años, es el menor de los cuatro hermanos. Desde enero de 2018 es el CEO de la empresa que genera más 1.750 plazas de empleo. En sus modernas instalaciones, después de un recorrido por las diferentes áreas de la industria, y de dirigir una visita guiada para conocer todo el proceso de convertir el atún en conservas, se sienta a conversar con Forbes Ecuador.
La entrevista transcurre en la 'pecera' o el laboratorio circular con paredes de vidrio transparente, "como la cultura de la empresa" que fundó su padre. Está rodeada de una zona administrativa, donde están decenas de empleados atendiendo llamadas de todo el mundo, para recibir las órdenes, pasarlas a producción y despacharse a sus destinos en el menor tiempo. Desde ese piso se observa la planta, con diferentes líneas de producción, cientos de personas, en su mayoría mujeres, cumpliendo medidas de bioseguridad, que limpian, seleccionan, procesan y empacan el atún.
Una proteína natural
"Marbelize es una empresa procesadora de atún con 25 años de antigüedad, que fue fundada como consecuencia de nuestra primera empresa, la extractora Pesdel, que tiene actualmente siete barcos. Mi padre, hace muchos años, dijo: ya garantizamos las capturas ahora vamos a transformar, a darle valor agregado", recuerda Andrés Cuka.
Hace casi medio siglo, su padre arribó a Salinas con el sueño y la determinación de transformar la pesca en un legado familiar. Así incursionaron de la extracción a la industrialización y han ido evolucionando hacia productos premium. La primera operación de la empresa fue en 2000 y arrancó fabricando las marcas a los clientes.
"Empezamos con lomos precocidos congelados, un producto industrial que va directamente a conserveras en otros países. Mi hermana, gerente general durante 18 años de Marbelize, arrancó con lomo precocinados casualmente para el mercado judío. La primera exportación fue kosherizada".
Luego migraron a lata y pouch. Los frascos de vidrio con la marca Jely llegaron en 2010. Uno de los últimos productos lanzados fue el bollo de atún, en agosto pasado de 2025, para consumo nacional, y tienen planes de exportar a Estados Unidos. Las latas con tapa transparente salieron al mercado en octubre pasado y es una verdadera innovación. También producen albóndigas de atún listas para consumir en pouch, ensaladas con quinua y cuscús, y ventresca gourmet.

La lata sigue siendo su línea más fuerte, con presentaciones desde 80 gramos hasta 2,4 kilogramos. Pero la gran fortaleza es el pouch, con formatos desde 70 gramos hasta 7 kilogramos. Tienen una gama amplia de productos diferenciados.
"En frascos de vidrio ofrecemos cinco recetas: con aceite de oliva, al pesto, tomate y albahaca, arrabbiata y con ají. Es un producto artesanal que da valor agregado y otro tipo de sabor. El frasco conserva mejor y tiene un tamaño estándar con empaque de 180 gramos, con 150 gramos drenados, ideal para compartir".
Cuka señala que la filosofía de Marbelize es darle valor a la proteína. "Tenemos que lograr que el atún deje de ser un commodity y pase a ser una proteína de alto valor. Hoy, lamentablemente es visto como un producto práctico para salir del hambre o porque no se cocinó nada más, 'por si acaso llevo una lata'. Nosotros queremos cambiar el enfoque, que el atún sea tu primera opción, porque es una proteína muy natural en su producción. Por eso, mostramos el producto con tapa transparente, para que el consumidor vea lo que realmente compra".
La segunda generación tomó el mando
Andrés Cuka sucedió a su hermana mayor Jelisava, quien actualmente es la vicepresidenta de Marbelize. Sus otros dos hermanos trabajan con la flota atunera. Su madre maneja las finanzas de las empresas y su padre, de 78 años, todavía trabaja y "está encima de todos".
El primer barco atunero de la familia tenía 220 toneladas. Actualmente, la flota se compone desde el barco más pequeño de 182 toneladas, llamado Fortica (fortaleza en croata), hasta el más grande, de 1.050 toneladas, el Valentina C, adquirido hace dos años. "Todos nuestros barcos llevan nombres de mujeres de la familia: mi madre, mi hermana, mis sobrinas".
Recuerda que, como parte de la formación, su padre lo mandó a estudiar afuera como a todos sus hermanos. A los 17 años fue a la Universidad de Florida, en Estados Unidos, donde sacó un bachelor en Agriculture Business. Luego siguió una maestría en Milán, Italia. Escogió ese país para conocer mejor el mercado europeo. Estuvo un año y regresó a Ecuador a los 21 años.
"Por protocolo familiar, todos empezamos desde puestos bajos, comencé en limpieza del atún, supervisión, jefatura, director de operaciones, y luego a gerente general. La filosofía de mi padre es que para poder mandar hay que conocer hasta donde uno puede decidir, ya que tampoco vamos a solicitar algo irreal a los empleados. Los esfuerzos se miden porque también hay que demostrarlo".
En Marbelize también hay lo que se denomina "proyecto espejo": cada persona nueva, incluso directores financieros, pasa un día completo en producción, desde limpieza, preparación, hasta empaque. "Eso genera empatía y comprensión del esfuerzo diario. Nuestro presupuesto de trabajo es de 9,5 horas al día".
Antes de asumir el cargo, ya conocía todo el proceso. Desde las descargas hasta la exportación. Actualmente, el enfoque como gerente general está en tres áreas: adquisición de materia prima, nacional e internacional, manejo de oficinas internacionales y garantizar calidad.
La flota de barcos atuneros cubre el 45% de la materia prima que procesan, 60.000 toneladas al año, el resto se compra en Ecuador o barcos de bandera extranjera.
La empresa tiene cuatro oficinas internacionales: España, Colombia y Estados Unidos, y próximamente en Panamá. El 87 % de las ventas es producto de exportación, por eso ha ubicado gerentes especialmente donde están los clientes. "Lo que más buscamos es la cercanía con el cliente. En Manta todos procesamos atún, pero lo que diferencia es el servicio y la calidad. Nuestra gente está trabajando día a día para garantizar que lo que compra el cliente es lo que realmente estamos produciendo. Lo que buscamos es cercanía. Nuestra visión es clara: alimentamos el mundo con excelencia, sostenibilidad e innovación continua".
Explica que la excelencia significa pedidos a tiempo y cero reclamaciones. Sostenibilidad implica cuidar la materia prima y la empresa a largo plazo, con rentabilidad y responsabilidad social. Y la innovación continua los mantiene competitivos. "Para nosotros es clave también el ambiente laboral: trabajamos mucho con nuestra gente".
Generación de empleo
Marbelize es una de las tres empresas del Grupo Cuka que se integra con Pesdel, que es la extractora de atún, y Finca Los Nonnos (abuelos en croata), una agroindustrial que produce carne porcina. En conjunto, estas compañías generan unas 2.000 plazas de trabajo.
¿Cuáles han sido las principales fortalezas de Marbelize? "Entender lo que pide el cliente. Muchas fábricas producen lo que saben hacer mejor y luego intentan venderlo. Nosotros pensamos distinto: primero escuchamos al mercado y luego producimos a escala lo que realmente se necesita. Esa cercanía con el cliente ha sido clave", señala Andrés.
El principal enfoque es hacer la marca de los clientes. Atienden a supermercados como Lidl, Aldi, Rewe, Kaufland, Dia, Carrefour, y en Sudamérica a Grupo Éxito, Cencosud y D1. "Son supermercados exigentes porque nos entregan su patrimonio: su marca. Nosotros respondemos con calidad, servicio y cumplimiento de tiempos".
Otra de las fortalezas es la innovación. El año pasado lanzaron albóndigas de atún en tres salsas: tomate, curry y brandy, enfocadas para el mercado estadounidense. "Vienen en pouch microondables: se abre la funda, se pone un minuto en el microondas y ya están listas para consumir. Solo falta acompañarlas con pasta o arroz".

El mercado externo
Andrés Cuka también es el presidente de la Cámara Ecuatoriana de Industrias y Procesadores Atuneros (Ceipa) desde mayo de 2025, y hace un análisis del sector. El año pasado las exportaciones de atún crecieron un 25% luego de años muy difíciles. "Ecuador ha invertido en capacidad productiva y, gracias a dos años bondadosos en materia prima, hemos podido procesar y exportar todo lo que llegó". Eso, sumado a factores externos como la crisis del canal del Mar Rojo, en Medio Oriente, impulsó el crecimiento de toda la industria ecuatoriana.
"Asia vende menos productos a Europa y eso nos ha permitido posicionarnos mejor. Además, el costo de los fletes para los exportadores asiáticos nos ha hecho más competitivos. Corea, por ejemplo, es un país caro comparado con Colombia y Perú.
Cuka cree que uno de los principales retos del sector es superar la deficiencia energética. "Toda la industria está invirtiendo en energía renovable y autogeneración para ser resilientes y sostenibles. La sostenibilidad implica respeto al mar y también al recurso humano. No podemos enfocarnos solo en extraer irresponsablemente ni en tener una mano de obra desatendida".
Uno de los planes de Marbelize es la instalación de una planta fotovoltaica de 8 megavatios en alianza con la empresa GPS. Con una inversión de US $4,8 millones, se colocará la primera piedra a finales de noviembre. La planta cubrirá el 100% de la demanda energética de la empresa y estará operativa en seis a siete meses, en dos fases de 4 megavatios cada una. (I)