Trabajó en Disney, diseñó robots y ahora quiere hacer que el cine sea tan simple como escribir un documento online
Con Spark, Eliot Mack apuesta por una plataforma colaborativa que permite armar escenas, compartir ideas y automatizar procesos desde el navegador, con herramientas pensadas para realizadores con presupuesto acotado.

En SIGGRAPH 2025, Lightcraft Technology, la empresa detrás de Jetset, la herramienta de producción virtual para smartphones, presentó una novedad pensada para cineastas: Spark, una plataforma de producción colaborativa que funciona directamente desde el navegador. Está pensada para que equipos chicos puedan crear películas con el nivel de sofisticación de un estudio grande. La compañía nació en 2004, fundada por Eliot Mack, ingeniero y diseñador, también conocido por ser el creador del Roomba. Mack definió a Spark como "un escenario para el futuro".

La historia de Eliot Mack rumbo a Spark es un ejemplo claro de cómo la persistencia y el momento justo pueden cruzarse. Arrancó su carrera en Disney Imagineering a fines de los 90, cuando las atracciones de realidad virtual se montaban sobre máquinas Silicon Graphics de US$ 80.000 colgadas del techo. Después de esa etapa, se sumó a iRobot, donde diseñó el Roomba original. Esa experiencia le dejó una enseñanza clave: un equipo chico, con el software adecuado, puede lanzar productos que muevan miles de millones de dólares. De ahí nació Lightcraft, basada justamente en esa lógica: lo que el software CAD hizo por la ingeniería, Mack quiere hacerlo por el cine.

El quiebre se dio cuando Apple incorporó LiDAR al iPhone 12 Pro. Mack entendió que un celular podía competir con sus equipos personalizados, y entonces la empresa dio un giro: dejó de lado el hardware para enfocarse en el software. Así nació Jetset, una app para iOS que convierte el iPhone en un sistema de seguimiento de alta calidad, accesible para cineastas independientes. Con Jetset, ya se concretaron proyectos como Entrenched, una película de fans de Star Wars filmada en un garaje de Simi Valley por un padre y su hijo. Ellos imprimieron los accesorios en 3D y sumaron efectos visuales mientras grababan en una cinta de correr. El tráiler que salió de esa experiencia, creado con Jetset Cine, fue tan potente que logró despertar el interés de la industria y les abrió la puerta a reuniones con directores de renombre.

Spark se organiza en torno a cuatro módulos clave: Shot, Live, Atlas y Forge. Con Spark Shot, los usuarios pueden armar escenas directamente en el navegador. Ahí combinan escaneos 3D, recursos en formato USD, animaciones, audio y herramientas de IA para crear tomas virtuales que luego pueden reproducirse en el set. Spark Live suma funciones de chat, video y pulsar para hablar, todo integrado con las tomas y recursos del proyecto. Incluso permite usar herramientas externas como Zoom sin salir del espacio de trabajo. Spark Atlas, por su parte, analiza los guiones dentro de una base de datos y vincula diálogos, acciones y recursos con los elementos narrativos. Así se convierte en una especie de columna vertebral de producción para los artistas. Por último, Spark Forge automatiza tareas de posproducción. Usa metadatos y procesamiento por lotes para generar cientos de tomas compuestas en cuestión de horas, lo que antes podía llevar semanas.

La filosofía de diseño de Spark toma mucho de lo que hizo Google Docs: varios colaboradores pueden conectarse al mismo tiempo, ver una escena en tiempo real y probar ideas antes de gastar en decorados, ropa de trabajo o personal técnico. Para Eliot Mack, la meta es clara: correr las partes menos atractivas de la planificación y el control de recursos a una etapa posterior del proceso creativo. La idea es que la máquina se encargue de la logística, y el equipo pueda enfocarse en lo que realmente importa: la historia.

La producción tradicional sigue dependiendo de cientos de personas que esperan la próxima toma. Ese sistema, además de lento, encarece las películas. "Ningún director va a construir sus propias escenas en 3D durante mucho tiempo", reconoció Mack. "Pero si les das herramientas como Spark, pueden colaborar como esperan que funcione el software actual", agregó.

El trasfondo de todo esto es una industria que viene sintiendo la presión. El monopolio de los estudios en áreas como financiación, distribución y tecnología empezó a desmoronarse. Hoy, las redes sociales se convirtieron en canales de distribución con peso propio, y las nuevas herramientas permiten hacer producciones con calidad profesional por fuera del sistema tradicional. En ese escenario, Spark se presenta como la infraestructura que acompaña ese cambio.

La empresa no vende una revolución inmediata. Spark todavía está en desarrollo y su lanzamiento está previsto para 2026, aunque ya hay pilotos pensados para equipos chicos que empezarían a probarlo antes de que termine el año. Aun así, Eliot Mack tiene claro el rumbo. Cree que la próxima generación de cineastas va a crecer esperando herramientas como Spark, del mismo modo en que crecieron esperando tener cuentas en redes sociales. "Se trata de dar alas a la gente", dijo. "La alegría es verlos volar", concluyó.

 

Nota publicada por Forbes US