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Jaime Solorzano, gerente de Duragas Guayaquil - Ecuador
Negocios

Una planta de gas se levantará con US$ 33 millones en Nobol

Julissa Villanueva Periodista

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La nueva planta de Duragas Abastible se construirá sobre 11 hectáreas, concentrará el 40 % de su operación nacional de GLP. Así, la empresa busca reforzar su rol estratégico en la transición energética del país.

21 Octubre de 2025 13.00

En Ecuador, nueve de cada diez hogares cocinan con gas licuado de petróleo (GLP) y la demanda crece entre 2,8 % y 4 % anual. En ese contexto, Duragas Abastible ejecuta una inversión cercana a US$ 33 millones para la construcción de su nueva planta envasadora y de almacenamiento de GLP, en Nobol (Guayas).

La empresa, que posee el 41 % de participación en el mercado nacional, abastece estratégica y prioritariamente a las provincias de Guayas, Los Ríos, Santa Elena y Manabí, que representan los mercados de mayor consumo doméstico e industrial dentro de su operación. Su cobertura se extiende también al resto del país.

La apuesta va más allá del hogar. Jaime Solórzano, gerente general de Duragas Abastible, explica que la transición energética no es un plan futuro, sino una realidad que ya avanza en la industria ecuatoriana. Hoy, el 54 % del negocio en el segmento industrial/comercial proviene de empresas que han reemplazado el diésel por GLP, impulsadas por eficiencia operativa y menor impacto ambiental durante los últimos tres años.

Solo ese cambio ha evitado la emisión de 60.000 toneladas de CO₂, un impacto ambiental equivalente a lo que absorberán tres millones de árboles completamente desarrollados. "La transición energética no es una promesa. Ya está sucediendo en las industrias que producen, exportan y compiten", afirma Solórzano. 

Explica que la huella de carbono del GLP frente a la gasolina reduce entre 70 % y 95 % las emisiones de óxidos de nitrógeno y de azufre. Mientras tanto, respecto al diésel disminuye entre 15 % y 20 % las emisiones de CO₂.

El directivo explica que la planificación de la empresa se basa en una visión de largo plazo, con inversiones concebidas para perdurar varias décadas. En ese sentido, la nueva planta ha sido diseñada para operar y seguir creciendo durante los próximos 20 a 30 años. "El GLP es un actor clave en la transición energética del país. No puedes cambiar toda la infraestructura energética del mundo de un día para otro", enfatiza.

La planta, que se construirá sobre 11 hectáreas, será el centro logístico más importante del grupo, porque concentrará el 40 % de todo su envasado nacional bajo estándares internacionales de automatización y seguridad industrial.

"Este es un negocio altamente intensivo en transporte", explica Solórzano. La prioridad era encontrar un punto equidistante y eficiente para la distribución, que además cumpliera con todas las condiciones técnicas y regulatorias necesarias para operar una infraestructura energética de gran escala. 

Nobol, un cantón de Guayas, cumplió con todos esos requisitos: está en el centro logístico natural de la Costa y ofrece las condiciones adecuadas para seguir creciendo en los próximos años. Se ubica a 35 kilómetros de Guayaquil. "Desde el inicio, sabíamos que la planta tenía que estar en la Costa y Nobol fue la ubicación que reunió todas las condiciones para hacerlo viable", afirma. 

Con una facturación de US$ 174 millones en 2024 y una proyección de US$ 200 millones hasta el cierre de 2025, Duragas consolida su posición no solo como actor energético, sino como catalizador de desarrollo real en los territorios donde opera.

Generación de empleo

Durante la fase de construcción, se generarán 480 empleos directos, pero el impacto irá mucho más allá. La compañía estima que por cada plaza directa se activarán al menos 1,5 empleos adicionales en transporte, logística, alimentación, servicios técnicos y proveedores locales, lo que podría movilizar cerca de 700 empleos indirectos, antes incluso de que la planta entre en operación. 

Esta etapa tomará aproximadamente dos años y la planta estará operando, aproximadamente a mediados del 2027. 

Solórzano adelantó que Duragas no solo suministrará energía, sino que activará encadenamientos productivos con emprendedores locales, alineado a su propósito corporativo de "potenciar el espíritu emprendedor" en las zonas donde opera.

El enfoque responde a una urgencia país: avanzar hacia una transición energética ordenada, económicamente viable y territorialmente inclusiva. En ese proceso, el GLP sigue siendo hoy el combustible más determinante del Ecuador: presente en los hogares y en la industria, donde la transición ya es medible y no proyectada.

"Nobol será nuestra planta más importante en el Ecuador. Desde allí atenderemos el corazón productivo de la Costa ecuatoriana", afirma Solórzano.

 

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