Mientras China lidera el mundo con 230 clústeres de inteligencia artificial, Estados Unidos encabeza el ranking global en capacidad de cómputo para IA, con el 50% del total, según un nuevo informe de TRG Datacenters sobre las superpotencias de esta tecnología.
En segundo y tercer lugar en términos de capacidad de procesamiento aparecen Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita, dos actores menos esperados en este terreno. Alemania, reconocida por su tradición industrial, relegó al décimo puesto en esta categoría.
"EE.UU. mantiene el título de país con mayor dominio de la IA en 2025, superando a todas las demás naciones con la potencia de procesamiento de IA y la mayor capacidad energética total, con 19.800 megavatios", explicó un vocero por correo electrónico. "En cuanto a chips de IA, Francia ocupa el segundo puesto con más de 989.000, superando a China, India y Corea del Sur".
Las 10 principales naciones con infraestructura de IA reúnen 496 clústeres, con una capacidad de cómputo equivalente a unos 79 millones de chips NVIDIA H100, de acuerdo al informe basado en datos de Epoch AI, una de las fuentes más detalladas sobre la infraestructura global en esta industria.
Medido por capacidad total de cómputo, Estados Unidos lidera con 39,7 millones de equivalentes de chips NVIDIA H100. Le siguen Emiratos Árabes Unidos, con 23,1 millones, y Arabia Saudita, con 7,2 millones. Más atrás aparecen Corea del Sur (5,1 millones), Francia (2,4 millones), India (1,2 millones), China (400.000), Reino Unido (120.000), Finlandia (72.000) y Alemania (51.000).
Cada chip H100 proporciona cerca de 1.000 teraflops (1 petaflop) de capacidad de cómputo. Eso significa que la flota combinada de máquinas dedicada a inteligencia artificial en estos países podría alcanzar unos 79 millones de petaflops, o 79 exaflops. Esta cifra representa 70 veces la potencia de cómputo de Frontier, la supercomputadora más potente del mundo, ubicada en el Oak Ridge Leadership Computing Facility, en Estados Unidos.
Si este sistema global operara a plena capacidad, consumiría unos 55 gigavatios de electricidad, una cifra comparable a la demanda energética total de California durante un día de verano con temperaturas extremas.
Ese nivel de consumo energético equivale aproximadamente a la demanda total de electricidad de países como Francia o Alemania, o incluso a la suma del Reino Unido y España.
Ahora bien, el escenario cambia si se analiza la distribución de clústeres de centros de datos dedicados a inteligencia artificial. En ese terreno, China ocupa el primer lugar, seguida por Estados Unidos, mientras que el resto de los países aparece muy rezagado.
- China : 230 clústeres
- EE.UU .: 187 clústeres
- Francia : 18 clústeres
- Corea : 13 clústeres
- Alemania : 12 clústeres
- Arabia Saudita : 9 clústeres
- Emiratos Árabes Unidos : 8 clústeres
- India : 8 grupos
- Reino Unido : 6 clústeres
- Finlandia : 5 clústeres

Aunque China parece rezagada en potencia de cómputo general, en parte por las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos, su enorme cantidad de instalaciones dedicadas a IA ofrece otra perspectiva. Si bien cuenta con la mayor cantidad de clústeres del mundo, con unos 629.000 chips, su rendimiento equivale apenas a 400.000 unidades H100, lo que la ubica séptima a nivel global en capacidad efectiva. Esta diferencia limita considerablemente el desarrollo de sistemas de inteligencia artificial en el país.
Sin embargo, al estilo de El arte de la guerra de Sun Tzu, esa aparente desventaja podría convertirse en una fortaleza.
La infraestructura fragmentada y menos potente de China podría explicar por qué laboratorios como DeepSeek adoptan estrategias centradas en la eficiencia. Frente a la imposibilidad de igualar el poder de cómputo de Estados Unidos o Emiratos Árabes Unidos, los centros de investigación chinos apuntan a técnicas de entrenamiento más optimizadas y algoritmos más eficientes. El objetivo es reducir costos de inferencia, sin resignar calidad en los resultados. Esa estrategia les permite obtener desempeños comparables a un costo computacional mucho menor.
"La batalla por la supremacía de la IA se libra en múltiples frentes, y la potencia informática bruta es solo una pieza de un rompecabezas mucho más grande", señaló por correo electrónico un vocero de TRG Datacenters, la firma que elaboró el informe.
Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita tal vez no sean superpotencias tecnológicas, pero están canalizando parte de su riqueza petrolera hacia lo que interpretan como la gran fuente de generación de riqueza del futuro: la inteligencia artificial. En contraste, potencias tradicionales de Europa como Alemania, Reino Unido y Francia aparecen relegadas.
La energía, los chips y los centros de datos son apenas una parte de esa carrera. Para destacarse en este terreno, los países no solo necesitan potencia de cómputo, sino también capacidad de fabricación de chips, profesionales capacitados, adopción tecnológica en empresas y trabajadores, un marco regulatorio favorable y un ecosistema activo de startups de IA.
Si solo unas pocas naciones alcanzan una posición dominante en inteligencia artificial, el impacto podría ser profundo. Esto incluiría una mayor concentración del poder económico y financiero, mayor control sobre tecnologías clave para la vida moderna y una influencia social y cultural de alcance global.
Según el informe, la inversión global en IA llegó este año a un récord de US$ 200.000 millones, lo que confirma que la competencia por el liderazgo en esta tecnología se está intensificando.
Por ahora, Estados Unidos mantiene el liderazgo, pero el mapa global de las superpotencias en IA cambia con rapidez y de formas inesperadas.
Nota publicada en Forbes US,