La perversa metáfora del príncipe azul
El amor es algo anárquico, el amor es tan bueno que me resisto a creer que sea único o idealizado. Es un sinfín de colores donde el azul es solo una minúscula gama. Lo más bonito del amor es que el otro te desafíe. Nada de príncipes azucarados ni de mitades de naranjas.