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Normalmente, cuando se analizan las cadenas de valor pensamos de manera lineal en el paradigma insumo-producto; y cuando analizamos la estrategia de mercado pensamos, de manera binaria, en el paradigma: oferta-demanda. Finalmente, siempre insertamos el factor del mercado. Y así solemos tomar las decisiones estratégicas.

17 Agosto de 2022 15.38

Seguramente usted ha sentido el impacto del conflicto bélico que se desató en Europa Oriental: materias primas inexistentes o con costos elevados. También está sintiendo el coletazo de la crisis laboral desatada en América del Norte: posiciones claves e inclusive operativas con rotaciones por encima del promedio o con candidatos cuyos perfiles no son los que su organización requiere en cuanto a disponibilidad, experiencia y ubicación física. 

O tal vez en sus escenarios de continuidad de negocios está considerando la posibilidad de que existan cortes abruptos de su cadena de suministro y comercialización por paralizaciones.

Permítame preguntarle: ¿alguna vez analizó su modelo de negocio de manera nodal, es decir, salió del análisis lineal para entender la conexión de su negocio con otros fenómenos que no son necesariamente los que el mercado le pone en frente?

Vamos a ver. Normalmente, cuando se analizan las cadenas de valor pensamos de manera lineal en el paradigma insumo-producto; y cuando analizamos la estrategia de mercado pensamos, de manera binaria, en el paradigma: oferta-demanda. Finalmente, siempre insertamos el factor del mercado. Y así solemos tomar las decisiones estratégicas. 

Ahora, nuevamente le pregunto, ¿los impactos antes citados le pusieron en la incómoda situación de pensar que estaba amarrado a una guerra que no consideraba suya, a un nuevo paradigma laboral que está en otro hemisferio y a una paralización de la cual se sentía víctima?

Pues bien. Vamos ahora a mirar otro paradigma que aún no ha sido develado, para lo cual le invito a un paseo por un bosque.  Al igual que los micelios, estas hermosas líneas delgadas que conectan a los hongos bajo la tierra y que les permiten no solo extraer sustratos sino aportar en la generación de dióxido de carbono tan necesario en el ecosistema, existen delgadas líneas entre todos los sujetos que coexistimos en este planeta y que nos conectan más allá de aquello que creemos visible. 

¿Qué tiene que ver esto con su negocio? La globalización nos permite, hoy más que nunca, mirar en tiempo real lo que sucede en distintas latitudes del globo. Pero, como seres humanos, aún no hemos integrado un concepto clave: somos parte de un todo mayor. Somos parte de un ecosistema, somos parte de un encadenamiento, somos parte de esto que llamamos Tierra. 

Esto que parece una visión etérea, se amalgama con la economía, con la estrategia y con sus resultados financieros. 

Cuando sus inversionistas y/o accionistas evalúan su desempeño bajo variables ASG (ESG por sus siglas en inglés), lo que están mirando es cómo usted, como ciudadano corporativo, se inserta e inserta variables tangibles e intangibles en su estrategia de negocio y cuan consciente es de los impactos positivos o negativos, directos o indirectos, que su compañía -sin importar su tamaño o rama- genera en el ecosistema y en sus grupos de interés. Además, mira cómo se toman las decisiones en su organización y cómo esto puede inferir en conductas positivas o negativas que adoptan sus públicos internos y externos. 

Entonces, la Responsabilidad Social Empresarial pasa de ser un programa, un intangible o una obra de buena voluntad, a ser un proceso de decisión estratégico que revela sus más profundas intenciones como organización en el mediano y largo plazo. 

La reputación deja de ser una placa de reconocimiento y pasa a ser un riesgo de mediano y largo plazo que se debe gestionar insertando a la coherencia en la toma de decisiones estratégicas y operativas. 

La transparencia deja de ser una práctica documental y se convierte en un resultado de esa misma coherencia organizacional. 

Y la tan mencionada sostenibilidad evoluciona y se convierte en una garantía que su empresa firma con sus grupos de interés para regenerar ecosistemas, entender su rol como actor de interacciones más grandes y encontrar oportunidades para causar impactos positivos de mediano y largo plazo en la diversidad, los negocios inclusivos, las cadenas productivas sostenibles, la gestión proactiva tanto de la cultura organizacional como de los riesgos. 

Amárrese con conciencia a esta dinámica de la que su organización siempre formó parte y que ahora demanda de usted, sus reportes y todos los miembros de su organización, visión de largo plazo, coherencia y compromiso.  (O)

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