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ferreos ejercitos
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El desafío del lector, vistos los antecedentes y aquel breve prólogo de autor que resulta ser una suerte de prevención, estará en la evocación inconsciente de varios episodios siniestramente familiares, al igual que ciertos personajes y sus señas particulares.

18 Junio de 2025 15.32

La ópera prima en clave de narrativa de Felipe Rodríguez Moreno, el autor más leído entre las páginas de opinión del país, se mimetiza en esta novela con la voces íntimas de sus personajes. El resultado podría resumirse con una sola palabra: brutal. 

'Férreos ejércitos construirán el abismo' (Dinediciones, 2025), es una novela que atrapará a su lectores desde las primeras líneas. Aquel abismo que anticipa su curioso título los envolverá con los tentáculos invisibles de la vileza, el horror y los más pérfidos instintos de la condición humana. 

La novela, que se construye en una trama de arboladura compleja, con ramales serpenteantes entre distintas capas temporales, giros vertiginosos, trampas literarias inesperadas y una avalancha de cuestionamientos éticos es, en el fondo de aquella espesura, la historia de Nayib Bukele (Lebuke, su personaje) contada desde los orígenes de la violencia extrema desatada por las pandillas y grupos delincuenciales salvadoreños, hasta su control y erradicación casi total tras el ascenso al poder en su primer mandato presidencial.

Pero, la verdad es que si nos quedamos tan solo en este análisis general no seríamos justos con una novela que va más allá de la historia que parece envolverla, pues entre sus ramificaciones hay escenas y personajes que resultarán conocidos a muchos de sus lectores en el Ecuador, en Colombia y quizá en la mayoría de países latinoamericanos. Y es que la violencia que nos sacude y nos agobia, por desgracia, germina en nuestros pueblos a partir de las mismas raíces.

Aclara Felipe Rodríguez en una nota preliminar al texto: 

"Todos los cuentos de horror que se recopilan en este libro son historias reales, presenciadas y palpadas directa o indirectamente por su autor, en las que se han incluido escasas variaciones para poderlas acoplar a la novela, cuya trama estructural es la única ficticia.

Casi todos los personajes que aparecen en la novela son reales. Los nombres de las víctimas han sido cambiados, en la mayoría de los casos, para proteger la escasa dignidad que no les fue arrebatada; los nombres de los monstruos han sido alterados todos, porque muchos siguen vivos y pululan entre los conocidos del autor, a quien frecuentemente les sonríe con terror."

El desafío del lector, vistos los antecedentes y aquel breve prólogo de autor que resulta ser una suerte de prevención, estará en la evocación inconsciente de varios episodios siniestramente familiares, al igual que ciertos personajes y sus señas particulares. La memoria jugará un papel fundamental en esa lectura, pero también la inquietud y la zozobra que produce leer un texto tan descarnado como real y cercano.

Tratándose de un autor como Felipe Rodríguez Moreno, es posible anticipar una prosa desalmada, pulida e inteligente, pero también se encontrarán entre sus páginas con un thriller de profundo contenido y análisis psicológico que revelará desde el inicio jugosos tintes dramáticos, pasajes macabros y personajes misteriosos que entrelazarán varias historias que confluyen en un final impredecible. (O)

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