Una tasa peligrosa
Se trata de una tasa muy peligrosa que nos alejará de las inversiones, que nos generará contingentes importantes en futuros arbitrajes internacionales y que, me temo, dará al traste con los esfuerzos significativos que ha hecho el gobierno actual por reducir el riesgo del Ecuador y por mostrarnos como un Estado que se encamina al orden fiscal, a la institucionalidad y, sobre todo, a la seguridad jurídica.