Empezaron las clases y me parece adecuado hablar sobre las materias que reciben los estudiantes, en especial los de secundaria que están cerca de graduarse. Mi hijo cursa su segundo año de bachillerato y con frecuencia conversamos sobre sus intereses, me habla de las materias que más disfruta, también de aquellas que le son útiles y las que no le atraen tanto.
Esas pláticas me llevan a la época de colegio (¡qué linda fue!) y rápidamente recuerdo las clases, los profesores y, cómo no, los amigos de toda la vida. Pero también trato de recordar las materias que realmente me han servido en la vida real. Allí están muy pocas: Literatura, Historia y Matemáticas. Para otros serán Química, Dibujo, Computación, etc.
Los tiempos han cambiado. El mundo es digital y esa realidad debe ser la base a la hora de elaborar el pénsum que se imparte a los estudiantes. Por eso me permito sugerir un puñado de materias que considero vitales en la formación en un mundo conectado, cambiante y marcado por la tecnología:
Programación. Los programadores tienen una ventaja: pueden trabajar de manera remota y en diferentes industrias. Además son muy requeridos y tienen una manera particular de entender los procesos de una empresa en el desarrollo de sus productos o servicios.
Excel. Qué distinta es la vida para aquellas personas que dominan las hojas de cálculo. Un colegial o un universitario que conozca bien esta herramienta ya tiene un plus a la hora de buscar su primer trabajo. Esas fórmulas abren puertas.
Educación financiera. Si tomáramos un examen a la población ecuatoriana sobre hábitos financieros, estoy seguro de que las calificaciones serían mediocres, por no decir malas. Saber armar un presupuesto, conocer la importancia de los gastos y de los egresos, entender conceptos como ahorro, consumo y tributación solucionan miles de problemas del bolsillo.
Emprendimiento. Todos queremos emprender, todos queremos ser nuestro propio jefe. Pero no es fácil y para emprender se necesita ser un soñador, tener valor, saber que los errores enseñan y otras condiciones. En esta materia los mejores profesores son esos emprendedores que siempre creyeron en su idea y la convirtieron en realidad.
Marketing digital. Qué tal les suena un curso o un taller intenso de marketing digital en las aulas del colegio. La vida se mueve en redes sociales, pero para sacarles el jugo hay que conocer las posibilidades que nos ofrecen los reels, las stories, las herramientas de Google y otros recursos de los social media.
Ética. Quizá un tema del que poco se habla, en la familia y en las aulas, pero que es fundamental. Una persona ética, con valores y principios, sabrá lo que es bueno y lo que es malo. Sabrá que más importante es hacer lo correcto y no lo conveniente. Una clase vital en tiempos donde la corrupción campea.
Es verdad que en muchos colegios ya se dictan algunas de estas materias y está muy bien. Pero aún no se las valora por completo y tampoco se las promueve.
A las materias señaladas habrá que añadir siempre modelos como el sistema de educación dual, en la que las empresas y universitarios se benefician mutuamente; incorporar la educación Stem que pone énfasis en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas y por supuesto materias que tenga que ver con la expresión del arte, esa cualidad que nos hace a los humanos seres únicos. (O)
