El Ecuador forma parte de la lista de 17 países que alojan más de las dos terceras partes de la biodiversidad del planeta, es decir aquellos que albergan el mayor número de especies animales y vegetales. Esto nos hace una nación privilegiada que ofrece una infinidad de productos agropecuarios de calidad inmejorable y únicos en el mundo. En los últimos años la exportación de productos no petroleros ha venido experimentando un crecimiento sostenido, los cinco principales productos de exportación no petrolera son: camarón, banano, concentrado de plomo y cobre, enlatados de pescado y flores naturales. Entre enero y febrero de este año las exportaciones de estos productos alcanzaron los 3.506 millones de dólares, frente a los 1.617 millones de dólares que generaron las exportaciones petroleras (cifras MCEIP). Estas cifras delinean un camino prometedor para el desarrollo y exportación de productos agropecuarios elaborados, una tarea que aún está pendiente en el país, pues implica una importante inversión en tecnología e investigación. La industrialización de productos agropecuarios permitirá incrementar la oferta de productos terminados y fortalecerá el eje de la Seguridad Alimentaria Nacional.
Según los datos del boletín de cifras del sector productivo (abril 2022) emitido por el MPCEIP, los empleos relacionados con agricultura, silvicultura, ganadería y pesca representan el rubro más alto de empleabilidad en el país con un 31.7% de participación con relación a la PEA. Lamentablemente, un porcentaje elevado de empleos (89%) en este sector está constituido por empleo inadecuado y empleo no clasificado. Estas cifras terminan siendo la principal causa para que muchas personas en Ecuador opten por el emprendimiento como una alternativa para mejorar su situación económica en el corto y mediano plazo. Penosamente, un porcentaje significativo de emprendimientos cierran operaciones antes de los dos años debido a factores como: excesiva importancia a las ideas más que al proyecto, bajo conocimiento del cliente y mercado, falta de equipos multidisciplinarios y de alto rendimiento y finalmente, toma de decisiones emocionales y no técnicas (fuente: https://emprendimiento.ec/).
A pesar de esta realidad, los proyectos de emprendimiento en el ámbito de la agroindustria se han incrementado en los últimos años gracias a iniciativas provenientes de diferentes actores del ecosistema en el país. Así, por ejemplo: la Alianza para el Emprendimiento y la Innovación (AEI), de la mano del sector público, privado y la academia, trabaja en temas de capacitación, fomento de mercados, acceso a financiación y otras iniciativas para promover la generación de emprendimientos a nivel nacional. Por su parte, el MPCEIP ofrece asistencias técnicas y acompañamiento continuo a emprendedores a fin de insertar su producción en mercados nacionales e internacionales.
El aporte de la academia en la investigación y generación de productos innovadores en el ámbito de la agroindustria ha sido fundamental para fortalecer el ecosistema de emprendimiento. La carrera de Ingeniería Agroindustrial de la Universidad de Las Américas trabaja constantemente en la generación de productos innovadores, sean estos alimentarios y no alimentarios. Pablo Cueva, docente de la asignatura Diseño y desarrollo de productos, comenta que se realizan estudios para el desarrollo de productos a base de insectos procesados y no procesados para la generación de alimentos de consumo masivo. Hasta el momento se ha trabajado en proyectos de snacks y barras proteicas con harina de grillo, hamburguesas con reemplazo del 50% de carne con harina de “Tenebrio molitor”. Actualmente se están desarrollando estudios en productos dulces como brownies y pasteles, así como galletas para mascotas con uso de otros insectos como la mosca “soldado negra”.
Tanto el sector público, como el privado y la academia deben sumar esfuerzos para la consolidación de los emprendimientos agropecuarios escalables, generando espacios que propicien el desarrollo de los ecosistemas de innovación. (O)
