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¿Tiene el Internet de las cosas (IoT) algo que decir en el campo educativo?

Diego Buenaño

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El IoT en los entornos educativos es una realidad, existen estudios que demuestran que su implementación está simplificando los procesos de enseñanza y de gestión del aula. Haciendo que el proceso de aprendizaje sea más rápido, seguro y eficiente.

7 Septiembre de 2022 13.23

El Internet de las cosas (IoT) se refiere a la comunicación de las actividades del mundo físico con el mundo virtual. Este proceso se da a través de la interconexión de una serie de dispositivos, que se encargan de recopilar y transmitir datos de su entorno a la nube para su respectivo procesamiento.

El IoT es una tecnología relativamente nueva que ha incursionado en una variedad de industrias y que está impactando la sociedad de manera significativa, sus beneficios en diferentes ámbitos son palpables. Por ejemplo, las oficinas y hogares inteligentes pueden ahorrar costos de energía al controlar la electricidad o la temperatura cuando uno está fuera de casa o del trabajo. En el ámbito de la salud los dispositivos inteligentes pueden mejorar los servicios hospitalarios al monitorear a los pacientes y administrarles medicamentos de forma remota. Otro ejemplo son los vehículos inteligentes que pueden solicitar asistencia si es necesario o ayudar a monitorear la velocidad del vehículo según el tráfico.

En el ámbito educativo el IoT se une a otros recursos de tecnología educativa adoptados por instituciones con el objetivo de elevar los resultados de aprendizaje y la gestión del aula. Los dispositivos IoT pueden aportar en el mejoramiento de la experiencia educativa haciéndola más eficiente e inmersiva. A través del uso de dispositivos conectados a la nube, los docentes pueden monitorear qué estudiantes necesitan atención individual y realizar un seguimiento más específico de su progreso. Este incremento en el uso de tecnología conectada abre la posibilidad para que los docentes pueden utilizar su tiempo y recursos en tareas relacionadas con la mentoría, ya que el IoT automatizaría algunos procesos que antes se ejecutaban de forma manual.

La adopción del IoT a mayor escala en entornos de educación superior significa potenciar la posibilidad de conectarse con líderes y profesionales a nivel global, promoviendo un enfoque interdisciplinario de la educación, aspecto sumamente relevante en el mundo actual.

Una de las preocupaciones que tienen las instituciones educativas para migrar a modelos didácticos centrados en dispositivos conectados, es que esta tecnología forzará cambios no deseados en un sistema escolar que ya funciona a un costo elevado. Un trabajo de investigación realizado por Greentech Media muestra que la inversión tecnológica para implementar "escuelas inteligentes" generalmente se amortiza en aproximadamente dos años.

Otra preocupación que surge en entornos IoT es la amenaza a la privacidad y la seguridad. En este sentido, es imprescindible que se generen políticas que permitan legislar el uso de los datos que se recopilan a través de los dispositivos conectados. Esto se debe a que millones de dispositivos inteligentes conectadas pueden medir y registrar colectivamente incluso más datos de los que ya están produciendo en línea a través de las redes sociales y las búsquedas en Internet. 

En el sector de la educación, estos datos se utilizarían idealmente para monitorear el progreso de los estudiantes, mejorar la seguridad del campus y crear un entorno de aprendizaje más propicio. Sin embargo, existe la posibilidad cierta, que se dé un mal uso de estos datos, a través de piratería maliciosa u otros medios. Existen alternativas que se están trabajando con el fin de minimizar estos riesgos. Por ejemplo, una solución muy factible es la anonimización de los datos. Por otro lado, en el 2020 California se convirtió en el primer estado en EE. UU. en aprobar una ley de ciberseguridad de Internet de las cosas. A partir del 1 de enero de ese año, cualquier fabricante de un dispositivo que se conecte a Internet debe equiparlo con funciones de seguridad razonables diseñadas para evitar el acceso no autorizado.

El IoT en los entornos educativos es una realidad, existen estudios que demuestran que su implementación está simplificando los procesos de enseñanza y de gestión del aula. Haciendo que el proceso de aprendizaje sea más rápido, seguro y eficiente. En los próximos años se incrementará el número de instituciones de educación superior que cuenten con dispositivos conectados, generando así la posibilidad de mejorar los sistemas educativos. (O)

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