La inteligencia artificial deja de ser una promesa para transformarse en una estrategia concreta dentro de las organizaciones. Así lo marca el último estudio global de Salesforce, que relevó las proyecciones de 200 ejecutivos de recursos humanos.
La cifra que destaca por sobre todas: los CHRO (Chief Human Resources Officer, que en castellano se traduce como Director o Directora de Recursos Humanos) esperan un aumento del 327% en la adopción de agentes de IA - sistemas para realizar tareas específicas de manera autónoma dentro de una organización - en solo dos años.
Esta proyección representa un salto desde el 15% de adopción actual al 64% en 2027, lo que cambiará la manera en que las empresas estructuran, capacitan y asignan a su personal. Las implicancias de este cambio no solo son tecnológicas. También alteran la forma en que se concibe el trabajo y el papel de las personas dentro de las organizaciones.
Redistribuir para sobrevivir
A medida que las organizaciones incorporan agentes de IA, la redistribución del talento aparece como una de las prioridades centrales. El informe muestra que los responsables de RRHH esperan reubicar al 23% de su plantilla. Al mismo tiempo, el 61% de los empleados seguirá en su rol actual, pero compartiendo tareas con sistemas automatizados.
La estrategia de reubicación se impone frente a la contratación externa. El 88% de los CHRO considera que reasignar personal existente es más rentable que incorporar nuevo. En ese marco, el 81% ya recalifica o planea recalificar a su fuerza laboral, preparando a sus equipos para tareas con mayor proyección.
La reducción de costos laborales es otra consecuencia directa. Según las estimaciones, una vez que los agentes de IA estén completamente operativos, las empresas podrán bajar sus gastos en un 19%, lo que representa US$ 11.064 por empleado según los salarios medios anuales de la OCDE. A eso se suma un aumento del 30% en la productividad, lo que refuerza el atractivo del cambio.
Capacitar para una economía de agentes
La transformación digital empuja a las áreas de recursos humanos a revisar sus planes de formación. El 89% de los CHRO sostiene que los agentes de IA les permitirán reasignar empleados a funciones nuevas y más relevantes. Para eso, la capacitación aparece como una condición indispensable.
La alfabetización en IA se ubica como la habilidad más demandada. Pero no está sola. Las habilidades blandas cobran fuerza en este nuevo contexto. El 75% de los responsables de RRHH asegura que la colaboración, la creación de vínculos y la adaptabilidad serán más valiosas que nunca.
Esto se traduce en una reorientación de los equipos. Los CHRO anticipan un crecimiento en áreas como tecnología, ventas e investigación y desarrollo, mientras que sectores como atención al cliente, operaciones y finanzas podrán achicarse por el impacto de la automatización.
"Estamos en medio de una transformación única en la fuerza de trabajo digital, desbloqueando nuevos niveles de productividad, autonomía y agencia a una velocidad nunca antes pensada posible", dijo Nathalie Scardino, Chief People Officer de Salesforce. Su declaración marca el tono del momento: la urgencia por adaptarse.
La transición aún está verde
Aunque el futuro parece claro, la mayoría de las organizaciones aún está lejos de alcanzarlo. Solo el 15% de los CHRO afirmó que su empresa ya implementó completamente la IA agéntica. Y el 73% reconoce que sus empleados todavía no comprenden de qué forma cambiará su trabajo.
Este desfasaje pone en evidencia la necesidad de comunicación interna y planes de adaptación. Greg Shewmaker, CEO de r.Potential y cliente de Salesforce, sintetiza esta brecha: "La encuesta indica que la actual generación de líderes será la última en gestionar plantillas compuestas únicamente por personas".
Para los responsables de RRHH, el desafío no está solo en adquirir tecnología, sino en rediseñar las funciones, educar al personal y gestionar el cambio organizacional. Los agentes de IA no reemplazan, sino que transforman. Y es en esa transición donde se juega la sustentabilidad de las empresas en la próxima década.
La revolución laboral digital ya no se discute. Se planifica, se proyecta y se mide en cifras concretas. Y esas cifras muestran una dirección: para 2027, la IA agéntica ocupará un lugar central en el trabajo diario, compartiendo espacio con las personas. Los responsables de RRHH no hablan de futuro. Hablan de estrategia.
