Forbes Ecuador
Josseline Collaguazo Quito - Ecuador
Inteligencia Artificial
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En la profesión de abogado, los quishcas, personas que se hacen pasar por abogado o estudiantes sin título, son los encargados de elaborar contratos, permisos, formularios y trámites. Hoy Boomerang, una legaltech, que se posiciona como un chatbot impulsado por inteligencia artificial, diseñada para automatizar procesos y ofrecer asistencia jurídica continua les dice hasta pronto. Esta plataforma vivió cuatro procesos de reinversión.

7 Agosto de 2025 03.30

La tecnología avanza a una velocidad vertiginosa. En un entorno donde la digitalización ya no es una opción, sino una necesidad Daniel Soto, Pedro Páez y Jossy Collaguazo crearon Boomerang una plataforma de servicios legales que funciona sin horarios. Años de ensayo, error y persistencia. 

Soto es abogado por la Universidad de Las Américas, con un máster en litigación y derecho procesal por la SEK. Su trayectoria incluye experiencia en varios estudios jurídicos. En 2017 asumió la gerencia de DS Legal un bufete español con operaciones en Latinoamérica. "Durante los cuatro años que estuve ahí, logramos revertir un periodo negativo y obtener un saldo positivo de US$ 700.000.

En 2021 fundó su propio despacho Legal Acces, que cuenta con 200 clientes y supera los US$ 120.000 en facturación. Pero algo le inquietaba, sentía que el sistema legal tradicional debía dar un giro. Pasó varios días sin dormir, porque no conseguía descifrar que es lo que lo mantenía disconforme. "Lo que me incomodaba era la repetición". Contratos, permisos, formularios, trámites que siguen el mismo patrón, la mayori2a de las veces.

Una mañana se preguntó. "¿Por qué un contrato de compraventa toma tanto tiempo si solo cambian los nombres?  ¿Será que la tecnología puede resolverlo?". Era el comienzo de Boomerang.

El primer intento: US$ 8.000 en una plataforma que murió antes de nacer

Con la idea en la cabeza, se contactó con algunas empresas desarrolladoras de software. "Tras varios intentos logré que me entreguen una primera propuesta. Una herramienta web básica para generar documentos legales automatizados". Sin embargo, llegó la pandemia y los hábitos de las personas rápidamente cambiaron. "Nunca usé el producto, la tecnología y el e-commerce hicieron lo suyo y mi propuesta quedó obsoleta".

Lejos de rendirse, entendió que había que revolucionar hacia lo que el mercado buscaba. "Todo ocurría en WhatsApp, no en sitios web".

El segundo intento: equipo y más de 200 horas sin dormir

 Daniel entendió que todo debía simplificarse a un clic, el problema era que no sabía cómo lograrlo. En 2023 en una reunión familiar compartió su frustración con su primo Pedro Páez, un desarrollador de software, graduado de la Escuela Politécnica Nacional. Pedro escuchó las inquietudes y entendió rápidamente lo que buscaba Daniel.  Una plataforma que ofrezca soluciones inmediatas, accesibles y que funcione desde WhatsApp. "Pasamos más de 200 horas trabajando, sin dormir, hasta que construimos un primer chatbot funcional. Ese año conseguimos $100.000. Sentíamos tocar las estrellas".

En este punto de la historia entra en escena Jossy, una abogada formada en la Universidad Central de Ecuador. Con apenas 21 años tiene claro que el derecho debe salir de su burbuja y volverse accesible, ágil y humano. Los tres aterrizaron el modelo. Un asistente legal conversacional con documentos confiables, validados jurídicamente y listos para firmar'

El tercer intento: esto no es escalable

En 2024, ingresaron al programa Dare2Scale de Endeavor Ecuador. Lo que para ellos era éxito seguro, en la validación fue un sacudón. "El mentor nos dijo: esto tiene techo. Llega a dos millones y muere. O construyen algo nuevo, o el mercado los va a devorar". El modelo debía repensarse desde el inicio, integrando la IA de forma estratégica, pero con el gran reto de que la IA no podía equivocarse. "Fue un golpe muy duro, dejamos de hablar del proyecto por semanas". No estaban dispuestos a rendirse. Tomaron fuerzas y nuevamente a la pista.

El cuarto intento: una legaltch con IA

Boomerang renació, como una legaltech con IA generativa. Debieron entender como operar modelos como GPT, Gemini o Meta. Como construir promps legales, evitar alucinaciones y entrenar a la IA para que responda cono un abogado lo haría. "Fueron días y noches interminables de entrenamiento e ingreso de documentos e información. Con una inversión US$ 20.000 entramos nuevamente en la lucha". 

Esta legaltech funciona completamente en WhatsApp, genera documentos personalizados en segundos. "Lo que a un quishca le tomaría cuatro horas, nosotros lo hacemos en un minuto y por menos de US$ 20".  Por ejemplo: contratos de arriendo, de compra venta, permisos de salida, finiquitos, constitución de sociedades, entre otros. Este año debemos llegar a un ingreso US$ 500.000 de facturación. En su siguiente fase, lanzarán un modelo de suscripciones mensuales para estudios jurídicos, que les permita automatizar procesos y atención ininterrumpida a los clientes.

Sus creadores lo tienen claro. "No vamos a remplazar a los abogados. Queremos ser su copiloto legal, para que se enfoquen en lo complejo, mientras Boomerang resuelve lo operativo". (I)

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