Mark Travers Psicólogo estadounidense egresado de la Universidad de Cornell y la Universidad de Colorado Boulder.
¿Te preguntaste alguna vez si te están manipulando en el trabajo? Tal vez no tenés claro cuándo o por qué tu oficina empezó a sentirse como un lugar inseguro, y todavía se te complica más explicarlo cuando algún compañero te lo pregunta de frente. Cuesta ponerlo en palabras, pero sabés que hay algo que no te cierra. Que no te sentís cómodo.
Las señales aparecen, y con el tiempo se hacen cada vez más evidentes. Empezás a dudar de lo que recordás después de ciertas charlas. Terminás las reuniones agotado, no solo en lo mental, sino también en lo emocional. Un día tu jefe te felicita, y al otro te baja el precio. Y vos pensás que quizás estás exagerando. Pero lo que probablemente te esté pasando tiene que ver con las consecuencias emocionales de una manipulación silenciosa en el trabajo, muchas veces nombrada como "gaslighting" en ambientes profesionales.
El trabajo puede ser el escenario ideal para que una persona manipuladora actúe con total libertad durante años sin que nadie la señale ni reciba sanciones. La relación jerárquica entre jefes y empleados suele mantenerse intacta porque es clave para que todo funcione. En ese contexto, la manipulación psicológica que debilita la percepción, la memoria y el juicio del empleado pasa muchas veces desapercibida. Ese desgaste mental permanente genera dudas, agotamiento emocional y confusión, incluso en quienes antes se sentían seguros y capaces.
Para poder detectar este fenómeno con mayor precisión, un grupo de investigadores diseñó el Cuestionario de Gaslighting en el Trabajo (GWQ). Se trata de una escala de 12 preguntas publicada en 2023, que busca identificar las formas más sutiles —y en apariencia inofensivas— en que los jefes pueden manipular a sus empleados, incluso dentro de un espacio controlado.
La escala se basa en dos dimensiones principales: por un lado, la trivialización, cuando las preocupaciones del empleado se minimizan o se ridiculizan; por el otro, la aflicción, que se expresa a través de la culpa, el control o una conducta impredecible dirigida contra quien trabaja bajo su mando.
Cada ítem se responde en una escala que va de "totalmente en desacuerdo" a "totalmente de acuerdo". Así, las personas pueden detectar si están expuestas a comportamientos que coinciden con formas conocidas de manipulación psicológica en el trabajo. Si coincidís con la mayoría de estas frases, es muy probable que estés siendo manipulado por un superior.
1- "Tu jefe desvió el tema para culparte"
Fuiste a la oficina de tu jefe con una inquietud y terminaste acusado de haber generado el problema. Si esto se volvió una constante, es una señal clara de manipulación. Ese tipo de personas nunca se hacen cargo de nada. En cambio, te hacen sentir culpable, como si vos hubieras provocado la situación. No solo te deja con una sensación de invalidez, sino que además la culpa que sentís después puede frenarte a la hora de denunciar irregularidades laborales, lo que refuerza aún más el control que ejercen sobre vos.
2- "Tu jefe te dijo que estaba 'imaginando' cosas"
Ese tipo de frases atacan directamente tu percepción. Cuando un jefe presenta un reclamo legítimo como si fuera una fantasía o una exageración, se coloca como el único que puede definir lo que es real. Con el tiempo, podés empezar a dudar no solo del hecho puntual, sino también de tu capacidad para interpretar lo que pasa a tu alrededor. Esa contradicción entre lo que sentís y lo que te imponen como "verdad" genera un conflicto interno constante.
3- "Tu jefe emitió comentarios degradantes seguidos de recompensas"
Alternar insultos con recompensas es una técnica que permite crear un clima de incertidumbre emocional. Nunca sabés cómo va a reaccionar frente a lo que hacés. Con el tiempo, eso genera una dependencia emocional: buscás su aprobación y vivís pendiente de sus respuestas. El objetivo es claro: hacerte sentir insignificante, pero mantenerte bajo su control.
4. "Las palabras de tu jefe no concordaron con sus acciones"
Cuando no sabés si lo que dice tu jefe se va a traducir en algo concreto, la confianza empieza a desaparecer. Muchos manipuladores usan esa ambigüedad como herramienta: se mueven con comodidad en el terreno de lo incierto. Así, llegado el momento, pueden controlar el relato y sostener su autoridad sin rendir cuentas.
5- "Tu jefe negó las promesas que hizo anteriormente"
Una estrategia habitual entre jefes manipuladores es la "memoria selectiva", que curiosamente aparece cuando deben cumplir compromisos. Esa negación constante deja a los empleados sin respaldo. En ese clima, la sensación de aislamiento y de no poder confiar en nadie más que en uno mismo se vuelve constante, con el consiguiente desgaste emocional.
6- "Tu jefe desestimó tus quejas"
Cuando un jefe ignora o minimiza tus reclamos, incluso los formales, eso es trivialización en estado puro. Al actuar así, transmite un mensaje claro: lo que viviste no importa o no merece atención. De esa forma, evita que cualquier señal de conflicto llegue más arriba, mientras vos empezás a creer que no vale la pena hablar.
7- "Tu jefe tergiversó lo que dijiste"
Modificar lo que dijiste, incluso en pequeños detalles, puede alterar por completo la dinámica dentro del equipo. Un manipulador con experiencia es capaz de tomar tus palabras y, con un leve cambio de tono o contexto, convertirlas en una "prueba" de que cometiste un error o que actuaste con mala intención. El resultado es claro: terminás defendiéndote no solo por lo que dijiste, sino también por lo que pensabas y por cómo recordás ese momento.
8- "Tu jefe tenía un control innecesario sobre vos"
La microgestión constante y la imposición en cada decisión importante hacen que pierdas la confianza en tu propio juicio. Un jefe manipulador limita tu autonomía de forma casi imperceptible, generando una dinámica de poder desigual que pocos notan. Pero esa tensión silenciosa tiene consecuencias: te quita seguridad y te vuelve incapaz de tomar o defender decisiones propias.
9- "Tu jefe te convirtió en tu peor crítico"
Después de recibir manipulación constante, terminás haciendo vos mismo el trabajo de tu jefe: te criticás, dudás de todo lo que hacés y te exigís como si nada fuera suficiente. Es una estrategia para restarte valor, para que el desgaste emocional te mantenga atrapado entre la ansiedad y la inseguridad.
10- "Tu jefe te hizo depender de él para tomar la mayoría de las decisiones"
Los jefes manipuladores desalientan la iniciativa propia. Rechazan ideas originales con el argumento de que podrían "generar conflictos". En su lugar, imponen una lógica de obediencia total, donde todo debe pasar por ellos. Así se aseguran de mantener el control absoluto.
11- "Te sentiste emocionalmente agotado en el trabajo por culpa de tu jefe"
Ese cansancio profundo que te acompaña al salir del trabajo no es casual. Es el resultado directo de una relación laboral dañina, donde tu energía se va en sostenerte frente a situaciones que te desgastan todos los días. El problema se agrava cuando ese malestar se cuela en tu vida personal. Por eso, es clave identificar estos patrones: el agotamiento emocional rara vez aparece porque sí.
12- "Tu jefe fue muy amable con vos un momento y muy cruel al siguiente"
Esa inestabilidad emocional, que pasa del elogio a la crítica sin previo aviso, es una forma de mantenerte en vilo. Frente a eso, aprendés a leer el humor del jefe antes que enfocarte en tu trabajo. Este desgaste constante te deja en un estado de alerta que, con el tiempo, condiciona tu comportamiento y modifica tu percepción de la realidad.
*Con información de Forbes US.