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UKO Bread Quito - Ecuador
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Con una carrera frustrada de piloto comercial, sin empleo, con una hija recién nacida y en plena pandemia, Cristhian Montenegro se dejó llevar por su don: hacer pan. Creó UKÖ Bread, una empresa panificadora que bordea el medio millón de dólares en facturación anual, tiene 18 empleados y cuenta con dos puntos de venta, en Cumbayá y Puembo, en Quito, y una fancy cafetería, también en Cumbayá. En marzo de 2023 abrirá otra cafetería en Tumbaco, que apunta a ser su opera prima.

17 Diciembre de 2022 23.05

¿Cuántas veces se han contado historias en las que la realidad supera a la ficción? Aquí va otra más. Cristhian Montenegro es un quiteño de 31 años, descendiente de una familia de panaderos que, curiosamente, durante 29 años no vio al arte de hacer pan como un negocio de vida, sino más bien como el leitmotiv de cada día. Sus padres tenían una panadería en el barrio donde él creció, al norte de Quito y su abuelo fue el propietario de la entonces popular panadería San Carlos. 

Un poco perdido en qué profesión elegir, tuvo su paso por la Comunicación Corporativa, la cual abandonó a falta de tres semestres. También montó una pizzería que no prosperó. Armó maletas y se fue a estudiar una carrera técnica para ser piloto comercial, en una escuela en el aeropuerto de Morón cerca de Buenos Aires, Argentina. En su estancia de dos años descubrió el mundo del pan de masa madre. Con la licencia de piloto comercial, regresó, pero se encontró con un mercado aeronáutico comprimido, con nulo espacio para despegar laboralmente. 

Sin opciones, la turbulencia sería aún mayor. Había encontrado un trabajo en una empresa vinculada a la industria panificadora, donde aprendió sobre venta de insumos, materia prima y maquinaria. El destino le seguía gritando que esa era la ruta. Pero no, tuvo que ser despedido, llegar la pandemia y velar por su hija de tres meses, para sacar del horno ese don que, sin darle importancia, lo tenía desde niño. Y, aunque en ese momento no se percató, su pequeña, literalmente, llegó con la palanqueta bajo el brazo. 

La necesidad le llevó a poner manos a la masa. Empezó a hacer pan en la cocina de su casa, en específico el de masa madre. “Siento que es una habilidad que estuvo en mí toda la vida, pero la descubrí en la pandemia. Existen miles de panaderías, así que quería un negocio que llevara a otro nivel algo que ya existía. En Argentina conocí sobre este tipo de pan, que tiene una acidez natural, es muy rico. Cuando se lo prueba, no se vuelve al pan de barrio. Es como un buen vino, un buen queso o una buena cerveza”. 

UKO Bread Quito - Ecuador
Fotos: Pavel Calahorrano

Los primeros catadores fueron sus suegros y su cuñada. Tras tres meses de pruebas, los primeros seis panes, formulados por él mismo sirvieron para lanzar el emprendimiento, el 1 de junio de 2020. “Ofrecía por Instagram. Solo tenía unos 300 seguidores. Así que las primeras ventas eran, como cualquier emprendimiento que nace, a los familiares, a los panas y conocidos. Mi capacidad de producción era de 10 panes diarios, porque en el horno de casa me alcanzaba para preparar dos panes de 800 gramos por hora. En el primer mes vendí US$ 1.000, lo que me resultó súper rentable y ahí vi que podía funcionar. Gracias al boca a boca la demanda fue creciendo. En poco tiempo tuve que buscar un local para montar una pequeña planta de producción. Encontré un local súper familiar, en San Juan de Cumbayá y con US$ 8.000 de inversión adquirí una amasadora, un horno y un par de mesas de trabajo. Así empezó UKÖ Bread”. 

El nombre es el resultado de trabajarlo desde el Marketing, el apodo de Montenegro, a quien desde el colegio le decían “Peluco”, porque su cabellera daba más la impresión de una peluca. Con esa imagen fancy, la conexión con el cliente fue aún más rápida y el crecimiento exponencial. Para entonces, su esposa, Sofía Chávez, había sido despedida después de su período de maternidad, de una empresa dedicada al turismo. Afortunadamente, las cifras iban cada vez mejor. Por lo que el 20 de diciembre de 2020, la pareja decidió abrir su primer punto de venta en Cumbayá, con una inversión de US$ 8.000. El nuevo paso, sin embargo, desnudó un menú corto de panes, por lo que empezaron a formular nuevas variantes y a contratar personal. En tan corto tiempo, UKÖ Bread era un boom. “La verdad, este es un negocio netamente de pandemia, de supervivencia. A pesar de todo, nunca nos quedamos quietos. Más que vender pan, vendemos la emoción de qué hacer con ese pan, con que se lo puede maridar o acompañar, con qué queda mejor”. 

Vivir esa experiencia es lo que le ha llevado a esta panadería a un meteórico ascenso. Por eso, no fue de extrañarse la evolución natural hacia la cafetería, un lugar en el mismo Cumbayá que se ha transformado en un punto de encuentro obligatorio y donde, por momentos, es muy difícil encontrar un espacio. Pequeño y atractivo, su carta ofrece panes, postres y brunchs de lo más variado y saludable. “UKÖ para mí es realmente el amor al pan, la oportunidad de brindar un producto que cumpla los tres estándares más importantes: calidad, servicio y ambiente. Todos nuestros locales son súper lindos, todos los chicos atienden de una forma personalizada y una calidad garantizada donde no me interesa, en ese sentido, la rentabilidad, por lo que si debo poner una mantequilla que me cueste 10 veces más que una comercial lo hago”. 

UKÖ pasó en solo dos años, de producir 10 panes diarios a unos 500. Y a abrir otro punto de venta en Puembo, donde se invirtió US$ 13.000. También aumentó la nómina, de ser solo Montenegro, a ser 18 colaboradores. Además realizó hace poco una inversión de US$ 40.000 para ampliar su planta de producción, lo que le ha permitido crecer a pasos más grandes, a tal punto que las proyecciones son que la facturación anual cierre alrededor del medio millón de dólares. 

UKO Bread Quito - Ecuador
Fotos: Pavel Calahorrano

Con semejante presente, Montenegro no puede visualizar un horizonte menos brillante. Para marzo 2023 espera la apertura de un cuarto local, que será una cafetería en el área de Tumbaco, a lo que él, con una sonrisa, se aventura a decir que sera “una bestia, porque va a ser muy hermoso, muy lindo. La idea es que cada vez que vengas a cualquier UKÖ, te sientas en un ambiente muy familiar, que te sientas en casa con un servicio de primera”. (I)

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