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restaurante Bruto Quito - Ecuador
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Con US$ 180.000 de inversión, los socios de Tributo decidieron abrir un nuevo espacio pensado para todos, para quienes quieren comer bien y consentirse a diario. Su carta es un viaje por diferentes partes del mundo.

19 Mayo de 2023 22.37

¿Qué es lo primero que le viene a la mente cuando escucha que hay un restaurante llamado Bruto? Seguramente, que será un lugar donde el menú es abundantes y generoso. O, en términos populares, donde se puede comer “a lo bruto”. Pero la respuesta es sí y no. Sí, porque en verdad el menú está lleno de sorpresas para el paladar y con proporciones que le dejará satisfecho. Y no, porque el nombre se generó de la idea de los tres socios (Luis Maldonado, Neptalí Merizalde y Hugo Lanas) de hacer todo lo contrario a los errores que cometieron con la apertura de Tributo. “Decidimos hacer todo al revés, porque fuimos brutos entonces”, dicen entre risas.  

Hace solo una semana, abrió sus puertas Bruto, by Tributo, un concepto gastronómico que, en palabras de los socios, “es cocina que abraza, es un restaurante pequeño y acogedor donde prevalecen los sabores y los detalles. Es un espacio para todos, pensado para quienes quieren comer bien y consentirse a diario. La versatilidad es la musa del chef, quien ha creado una carta alternativa, dinámica y variada, con la consigna de hacer cotidianos y democráticos los sabores y técnicas de una cocina sin fronteras. No somos etiqueta, somos buen comer, buen ambiente, buena fiesta y punto de encuentro de nacionales y extranjeros. Eso sí, con la excelencia, calidad y amor que lo ponemos a todo lo que hacemos”.  

restaurante Bruto Quito - Ecuador
Fotos: Pavel Calahorrano Betancourt

Con US$ 180.000 de inversión y el apoyo de 30 colaboradores, Bruto se encuentra al pie de una de las avenidas en donde emergen constantemente propuestas culinarias. En Plena Isabel La Católica, casi junto a su hermano de sangre, Tributo, se encuentra este establecimiento que es una aventura para los sentidos. Desde fuera, la timidez, por estos días, ha sido la tónica entre quienes deambulan por la acera, oficinistas, estudiantes y público en general que va y viene en busca de una alternativa que sea equilibrada en cuanto a su costo-calidad. La razón es que en su ambiente, Bruto tiene clase, no lujo, pero sí clase. Y eso puede inhibir a los asiduos transeúntes de esta pintoresca zona.  

restaurante Bruto Quito - Ecuador
Fotos: Pavel Calahorrano Betancourt

Pero nada más alejado de la realidad. La calidad de la carta se corresponde en mucho con el presupuesto. Y sorprende, claro que sorprende. Imposible no cerrar los ojos mientras se degusta el Cocido de garbanzo con cerdo (US$ 14,20), “uno de esos platos de cuchara que te alimentan hasta el corazón, un cocido de garbanzo con patas de chancho ahumadas, carne de cerdo, chorizo y morcilla”. Y ni qué decir del Estofado de costilla (US$ 15,95) o de la Caldereta de pescado (16,70) o de la Milanesa de vaca vieja (US$ 12,50).  

“Creemos que es un restaurante raro, porque  cocinamos 50 % para el cliente y 50 % por nosotros mismos. Porque si dejamos de cocinar para las personas, nos aburrimos y nos decimos 'ya no queremos ver más ese plato en una mesa'. Pero lo sigues cocinando porque al cliente le gusta y lo quiere así y esas cosas se sienten, como nuestra Sopa viejo pescador, de esas sopas que abrazan el alma, mientras saboreas el bisque de langostinos y pescado con crema de zapallo y mariscos”. 

restaurante Bruto Quito - Ecuador
Fotos: Pavel Calahorrano Betancourt

Así que la próxima que se descubra caminando cerca de este lugar y ve el cartel con el nombre del restaurante, no sea bruto, entre, se va a llevar una de las mejores sorpresas en la movida gastronómica de Quito por estos días. (I)

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