En abril, la inflación estadounidense interanual fue del 8,3%, lo que se traduce en un nivel de precios de la economía real no visto en más de cuatro décadas. Para tratar de hacerle frente a este fenómeno causado, principalmente, por la alta emisión monetaria, la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) comenzó a subir las tasas de interés.
En marzo, el aumento fue de un 0,25%; en mayo, del 0,50%. Para las próximas reuniones de la entidad, estimadas en junio y julio, se prevé que haya otros dos incrementos también de 0,50%. El objetivo de la política monetaria es absorber el exceso de liquidez que circula por la economía.
![salarios vs inflación en cada una de las provincias](https://statics.forbes.com.ec/2021/08/crop/6117bc0b09f51__822x822.webp)
No obstante, a diferencia de lo que se puede llegar a creer, los resultados no necesariamente deberían comenzar a verse en el corto plazo. De hecho, la historia demuestra todo lo contrario.
Recientemente, Vadim Iaralov y Howard Du, estrategas en Bank of America, señalaron que en el periodo que va desde 1974 hasta 1988, existió una elevada inflación de dos dígitos muy comparable a la actual por su gravedad.
![FED](https://statics.forbes.com.ec/2022/05/crop/627cf947459ca__822x822.webp)
En 1980, la Fed decidió subir las tasas de interés de forma muy agresiva hasta superar cómodamente el 10%. Sin embargo, los precios no volvieron a su media histórica de menos de 3% hasta después de 36 meses.
Algo similar sucedió en 1973, cuando la inflación rondaba el 6% anual y se encaminaba a seguir creciendo. En respuesta, el banco central estadounidense elevó las tasas por encima del 10% hasta mediados de 1974, pero no fue hasta 1976 que el índice de precios al consumidor cayó por debajo de su promedio histórico.
![actualidad - enero 22 - fed pabrady photo - 939248364](https://statics.forbes.com.ec/2022/01/crop/61e5d8882c178__822x822.webp)
En este contexto, Mace McCain, director de inversiones en Frost Investment Advisors, recalcó: “Hay aspectos del patrón histórico que son muy relevantes: a saber, que la inflación tardó varios años en desarrollarse, siguió creciendo, retrocedió, luego regresó y fue difícil deshacerse de ella”.
De acuerdo al especialista, la inflación anual caería hasta oscilar entre el 4% y el 5% para fin de año, una cifra que seguiría siendo perjudicial para los ahorristas, pero mucho menos que los máximos alcanzados recientemente.