La economía mundial va a desacelerarse de forma significativa y Estados Unidos será uno de los países más golpeados. La advertencia llegó esta semana de la mano de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en medio de la incertidumbre que generan los fuertes aranceles impulsados por el presidente Donald Trump en el comercio internacional.

La OCDE, que agrupa a 38 de las principales economías del mundo, publicó su nuevo informe sobre perspectivas económicas. En ese documento proyecta que el crecimiento global caerá del 3,3% en 2024 al 2,9% tanto en 2025 como en 2026. Esa estimación implica un recorte frente al pronóstico anterior que la organización había presentado en marzo, cuando esperaba un crecimiento del 3,1% para 2025 y del 3,0% para 2026. A su vez, esas cifras también habían sido una baja considerable respecto de las previsiones que la OCDE había hecho en diciembre.

La segunda rebaja en las proyecciones de crecimiento responde al aumento de los "costos comerciales", provocado por los aranceles generalizados que impuso Donald Trump. Según la OCDE, estas medidas "probablemente impulsarán la inflación".

La OCDE recortó su proyección de crecimiento para la Argentina en 2025. Pasó del 5,7% estimado en marzo al 5,2% actual y, al mismo tiempo, subió su previsión de inflación, según se desprende del informe semestral de perspectivas que publicó este martes.

Se espera que la economía de Estados Unidos sea una de las más afectadas. El informe estima que su crecimiento pasará del 2,8% en 2024 al 1,6% en 2025 y al 1,5% en 2026. Además, anticipa que gran parte de la desaceleración también impactará en Canadá, México y China. La OCDE estima que el crecimiento de China bajará del 5% en 2024 al 4,3% en 2026. En el caso de Canadá y México, proyecta que ambos pasarán del 1,5% en 2024 al 1,1% en 2025.

¿Una guerra arancelaria podría frenar aún más la actividad económica?

La organización advirtió que nuevos aumentos de aranceles por parte del gobierno de Estados Unidos, junto con represalias de sus socios comerciales, podrían intensificar la desaceleración y causar fuertes trastornos en las cadenas de suministro internacionales.

El informe advierte que un incremento en los aranceles y las respuestas de otros países no solo agravarían la inestabilidad financiera, sino que también extenderían la incertidumbre política y debilitarían la demanda global de varios productos clave. Como ejemplo, la OCDE señala que si Estados Unidos aplicara un aumento adicional del 10% en sus aranceles a todos los países, la producción mundial podría caer un 0,3% en dos años, y la economía estadounidense retrocedería un 0,6%. (I)