Conocida como la Nvidia de China, entre sus clientes se encuentran empresas de sectores como la banca y las telecomunicaciones. Los chips de Cambricon son lo suficientemente potentes como para entrenar y dar soporte a modelos de IA, incluidos los desarrollados por Alibaba, DeepSeek y Tencent, que están recurriendo a alternativas locales ante las restricciones estadounidenses a las exportaciones de semiconductores avanzados a China.
En los primeros seis meses de 2025, la compañía registró su primer beneficio semestral —de 1.000 millones de yuanes (US$ 140 millones)— desde su salida a bolsa en 2020, gracias a un aumento de los ingresos de más del 4.300 % interanual, hasta alcanzar los 2.900 millones de yuanes.
El presidente y director ejecutivo, de 40 años, doctor en informática por la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, trabajó como investigador en el Instituto de Tecnología Informática de la Academia China de Ciencias antes de fundar la empresa en 2016. (I)