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Quién es el millonario saudí que se convirtió en el socio favorito de Trump

Giacomo Tognini

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Dueño de una fortuna cercana a los 900 millones de dólares, Yousef Al Shelash fortaleció sus lazos con el expresidente estadounidense mediante proyectos inmobiliarios de lujo y una relación que combina negocios y afinidad personal.

19 Mayo de 2025 17.00

En diciembre, Eric Trump, hijo de Donald Trump y vicepresidente ejecutivo de la Organización Trump, viajó a Arabia Saudita para anunciar el lanzamiento de un nuevo proyecto de la marca Trump junto con la promotora inmobiliaria saudí Dar Global. Se trata de la Torre Trump de Yeda, un rascacielos residencial de lujo de 47 pisos sobre la costa del Mar Rojo, cuya construcción está prevista con una inversión de US$ 530 millones.

Frente a la multitud reunida bajo una lámpara de araña de cristal en el amplio salón de un hotel, Eric Trump agradeció a Yousef Al Shelash, presidente y cofundador de Dar Al Arkan, la empresa matriz de Dar Global.

"Es un hombre con el que tengo una relación fantástica. Estamos llevando a cabo muchísimos proyectos increíbles en todo el mundo", dijo Eric, de 41 años, con Al Shelash sentado a su lado. "Se ha convertido en un miembro más de la familia Trump y en alguien a quien quiero profundamente".

Tres minutos después, Al Shelash subió al escenario y respondió con el mismo tono afectuoso. "Comenzamos nuestra relación con la Organización Trump hace casi una década", sostuvo. "La relación no empezó como una relación comercial, sino como una amistad, y ha seguido creciendo".

Entre todos los empresarios con los que la Organización Trump se asocia durante el segundo mandato de Donald Trump en la Casa Blanca —en países como India, Indonesia y Vietnam—, Al Shelash podría haber sido quien más dinero le pagó al presidente de Estados Unidos. Su empresa anunció al menos seis proyectos inmobiliarios de lujo con la marca Trump en los últimos tres años, en Dubái, Omán, Catar y Arabia Saudita.

La cifra no es menor: Trump declaró haber ganado US$ 7,85 millones en derechos de licencia por un solo desarrollo de Dar Global en Omán entre 2021 y comienzos de 2024, según sus dos declaraciones financieras más recientes. Con al menos otros cinco acuerdos a punto de iniciar, es probable que Trump reciba varios millones más en concepto de licencias y gestión por negocios con Dar Al Arkan durante lo que resta de su presidencia.

Poco conocido fuera de Arabia Saudita, Yousef Al Shelash logró mantenerse al margen de los titulares, incluso después de acordar desembolsar millones para asociarse con el político más famoso del mundo. Aunque no tiene el mismo nivel de riqueza que Donald Trump —quien posee una fortuna estimada en US$ 5.500 millones—, Al Shelash también es millonario por cuenta propia.

How Yousef Al Shelash is Shaping the Future of Luxury Real Estate in the  Gulf - CEOWORLD magazine

Forbes calcula su patrimonio en US$ 900 millones, concentrados principalmente en acciones de Dar Al Arkan, la empresa que cofundó en 1994 junto con sus hermanos y otras cinco familias. La compañía comenzó a cotizar en la bolsa saudí en 2007. Al Shelash también posee el 6% de SHL Finance, una entidad hipotecaria saudí que cotiza en bolsa; el 30% de Quara Finance, una firma saudí de financiamiento al consumo que salió a bolsa en 2024; y una participación del 5,5% en Alkhair Holding, un banco de inversión con sede en Baréin.

Dar Al Arkan registró en 2024 una ganancia neta de US$ 215 millones sobre ingresos por US$ 1.000 millones, lo que representó un aumento del 32% y 39%, respectivamente, en comparación con el año anterior. Como promotora inmobiliaria dedicada a construir departamentos, villas y comunidades residenciales, la mayor parte de sus ingresos en 2024 —casi el 83%— provino de la venta de terrenos, más que de viviendas o departamentos terminados.

Aunque Al Shelash no figura como accionista en los documentos públicos de la empresa, una persona familiarizada con la firma aseguró a Forbes que él y los miembros de las seis familias fundadoras poseen en conjunto cerca del 50% de la compañía, valorada en aproximadamente US$ 2.900 millones. Un vocero de Dar Al Arkan no autorizó una entrevista con Al Shelash, pero confirmó su patrimonio.

Los vínculos con Trump —que Al Shelash, apenas un mes después de ser considerado parte de la primera familia, relativizó en una entrevista con un canal estatal saudí al calificarlos como "puramente una relación comercial"— ya le generaron beneficios. Las acciones de Dar Al Arkan subieron un 75% desde que la empresa empezó a cerrar más acuerdos con la Organización Trump en julio del año pasado.

Todos esos negocios se concretaron a través de Dar Global, la división internacional de la compañía, creada en 2017 para desarrollar proyectos inmobiliarios fuera de Arabia Saudita y que debutó en la Bolsa de Londres en febrero de 2023. Dar Al Arkan todavía conserva el 88% de las acciones de esa filial.

Las acciones de Dar Global también mostraron una suba fuerte, con un alza de casi el 140% desde julio, a pesar de los resultados débiles en beneficios durante 2024. Los dos mayores saltos en la cotización ocurrieron en diciembre y abril, y coincidieron con los anuncios de los acuerdos con Trump en Yeda y Doha, respectivamente.

No sorprende que Al Shelash haya empezado a destacar su cercanía con el 47.º presidente en redes sociales. En fotos publicadas en las cuentas de X e Instagram de Dar Al Arkan, se lo ve sonriendo junto a Trump en un evento previo a la investidura, el 19 de enero. También apareció en el mitin de la victoria "Make America Great Again" de esa misma noche y en el baile inaugural Starlight del día siguiente.

Durante una entrevista con CNBC Arabia en el Foro Económico Mundial, en Davos, Suiza, la semana siguiente, Al Shelash se mostró optimista con el segundo mandato de Trump. "Esperamos que este cambio de administración traiga estabilidad a la región y al mundo", declaró.

Nacido en 1967 en Arabia Saudita, la juventud de Al Shelash sigue siendo un misterio. Se recibió de abogado en Derecho Islámico en la Universidad Islámica Imán Mohammad Ibn Saud de Riad en 1990 y, dos años después, consiguió una maestría en Derecho en el Instituto de Administración Pública de esa misma ciudad. En 1994, con 27 años, cofundó Dar Al Arkan junto a sus hermanos y otras cinco familias: los Al Hethloul, los Al Roumi, los Al Jarallah, los Al Qasem y los Al Babtain. Para el año 2000, Al Shelash tenía el 23,5% de la empresa, lo que lo ubicaba como el mayor accionista conjunto.

En sus primeros años, la empresa compró grandes terrenos sin urbanizar en el centro de Arabia Saudita, construyó servicios básicos como agua, alcantarillado, electricidad, calles asfaltadas y veredas, y después los vendió a otros inversores y desarrolladores. A comienzos de los 2000, se expandió hacia las regiones occidental y oriental del país y empezó a construir viviendas de forma gradual.

En 2004, las seis familias sumaron 60 nuevos accionistas a Dar Al Arkan tras vender nuevas acciones, que representaban cerca del 19% de la compañía, por unos US$ 1100 millones. Esa operación redujo la participación directa de Al Shelash al 9% y fijó la valuación de la empresa en US$ 1400 millones. Ese mismo año, Al Shelash y los cofundadores de Dar Al Arkan fundaron un banco de inversión llamado Alkhair Holding —entonces conocido como Unicorn Investment Bank— en Baréin, con un capital inicial de US$ 111 millones. Abrieron oficinas en Kuala Lumpur, en Malasia, y en Chicago, e invirtieron en una cartera de residencias para personas mayores en California.

"Son comerciantes de tierras. Su idea es comprar terrenos fuera de los límites de la ciudad, y con el tiempo la ciudad crecerá y habrá una revalorización del terreno", dice una persona familiarizada con la administración de Dar Al Arkan. "Parece que sus clientes son miembros de la realeza o de la familia real, o simplemente saudíes adinerados que quieren comprar terrenos. Compran estas parcelas a estas familias y esperan años hasta que la infraestructura llegue a ellas para luego venderlas con ganancias".

Yousef Al-Shelash - Construction Week Online

La primera gran incursión de Dar Al Arkan en la construcción de viviendas fue en 2006, con el proyecto Al Qasr: una urbanización con un centro comercial en el norte de Riad. Al año siguiente, la empresa debutó en la bolsa saudí con una valuación de US$ 8100 millones. Al Shelash vendió acciones por US$ 110 millones y retuvo una participación del 8%, valuada en US$ 630 millones luego de la oferta pública. En los dos años previos, ya había cobrado cerca de US$ 77 millones en dividendos, lo que elevaba su patrimonio neto a más de US$ 800 millones en ese momento. Desde 2019 no tiene acciones a título personal, según los documentos de la empresa.

Entonces llegó la crisis financiera global. Las acciones de Dar Al Arkan cayeron casi un 50% entre septiembre y noviembre de 2008. Para octubre de 2011, el valor había bajado un 84% respecto del pico alcanzado en 2008 y la empresa enfrentaba una situación crítica, con una deuda de US$ 1300 millones que vencía en 2012. A pesar de eso, empezó a desarrollar su proyecto más ambicioso hasta ese momento: Shams Ar Riyadh, un emprendimiento de 500 hectáreas con villas y edificios comerciales que todavía sigue en construcción.

"La crisis financiera mundial de 2008 y los tres años posteriores tuvieron un impacto significativo en la caída de las acciones de Dar Al Arkan", declaró un representante de Dar Al Arkan a Forbes. "Esto obligó a Al Shelash a vender muchas inversiones y a pagar préstamos pendientes".

La situación se agravó en 2012. Un sitio web anónimo, que supuestamente había creado el exdirector ejecutivo de Alkhair con la ayuda de una firma de investigación empresarial, aseguró que Al Shelash y los accionistas fundadores de la firma usaron una red de empresas, incluida Alkhair Holding, para invertir en la emisión de sukuks de Dar Al Arkan, ocultar la propiedad de acciones de esa empresa y mover fondos entre compañías bajo su control. Dar Al Arkan negó las acusaciones y luego demandó al exdirector ejecutivo y a la firma de investigación ante el Tribunal Superior de Londres.

La compañía saldó su deuda en 2012 y ambas partes llegaron a un acuerdo en 2015. La empresa sostuvo que no se habían probado las acusaciones y que las reclamaciones se resolvieron o se retiraron. Sin embargo, las acciones de Dar Al Arkan continuaron en caída y, en febrero de 2016, tocaron un piso de 4,3 riyales saudíes —US$ 1,15— por acción, un desplome del 92% respecto del precio de salida a bolsa. Recién en 2017 logró dar vuelta la situación: los ingresos crecieron un 153%, hasta alcanzar los US$ 1300 millones, gracias al repunte en la venta de terrenos, y el valor de las acciones empezó a recuperarse.

Dar Al Arkan volvió a buscar financiación entre inversores internacionales en los últimos años, aunque ahora tiene una reputación más sólida. En marzo, analistas de Moody's que siguen su deuda escribieron que la firma contaba con una reserva de terrenos de alto valor, un flujo de caja proyectado favorable y reservas en efectivo por US$ 1800 millones, lo que le permitía cubrir sin dificultades su deuda a corto plazo y otras necesidades de capital.

Por su parte, Alkhair Holding achicó su presencia: recortó sus actividades de banca de inversión y vendió la mayoría de sus participaciones, salvo un proveedor de almacenamiento en Jordania y una firma de servicios financieros que ofrece productos de inversión compatibles con la sharia en Arabia Saudita.

En 2017, Al Shelash vio la oportunidad de expandir su negocio fuera de Arabia Saudita. Dar Al Arkan anunció su primer desarrollo en el extranjero: una torre residencial de lujo de 34 pisos en Dubái. Además, creó Dar Global para dedicarse al negocio de departamentos de lujo en esa ciudad, lo que marcó un giro respecto a la venta de terrenos que la firma realizó durante años en Arabia Saudita.

La compañía contrató a Ziad El Chaar, ex director ejecutivo de DAMAC Properties —la desarrolladora con sede en Dubái del multimillonario emiratí Hussain Sajwani— para asumir como CEO de Dar Global. Mientras trabajaba con Sajwani, El Chaar selló varios acuerdos entre DAMAC y la Organización Trump, incluido un complejo de la marca Trump con un campo de golf de 200 hectáreas y villas, que se inauguró un mes después de la primera asunción de Trump en 2017.

El Chaar pronto impulsó su propio modelo y, en marzo de 2022, Dar Global anunció su primer acuerdo con la Organización Trump en Omán. En un terreno adquirido a una empresa controlada por el Ministerio de Turismo de Omán, Dar Global construye un hotel cinco estrellas con 140 habitaciones y un campo de golf de 18 hoyos con villas de lujo. La inauguración está prevista para diciembre de 2028. La Organización Trump también se encargará de administrar el hotel y el club de golf durante 30 años desde su apertura, lo que asegura ingresos estables por honorarios de gestión para el presidente y su familia.

Al mismo tiempo, Al Shelash buscó fortalecer el vínculo entre Dar Al Arkan y el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, quien asumió el poder en 2015 y lanzó su programa Visión 2030 un año más tarde con el objetivo de modernizar Arabia Saudita. En sus reportes anuales, la empresa prometió alinearse con los objetivos de Visión 2030, desde la construcción de una "sociedad vibrante" hasta el impulso de una "nación ambiciosa". 

Sin embargo, eso no pareció bastar para ganarse el respaldo del gobierno: a fines de 2022, las autoridades saudíes impusieron un embargo sobre gran parte del proyecto Shams Ar Riyadh de Dar Al Arkan, por la cercanía del terreno a New Murabba, un proyecto de nueva construcción de 19 millones de metros cuadrados que inauguró el príncipe heredero.

Ese mismo año, el príncipe heredero calculó que Arabia Saudita necesitaría más de 4 millones de viviendas en la próxima década. Sin embargo, pese al impulso oficial para levantar más casas y departamentos, Dar Al Arkan quedó relegada frente a empresas mucho más nuevas en el mercado inmobiliario saudí. Desde su fundación en 1994, Dar Al Arkan entregó apenas unas 15.000 unidades, menos que las 16.000 que vendió su competidora Retal desde que nació en 2012.

"Es muy inusual", dijo una persona con conocimiento de Dar Al Arkan. "Si sos el mayor desarrollador inmobiliario, tenés una enorme reserva de terrenos y hay escasez de oferta, ¿por qué no podés construir viviendas y venderlas?"

Al Shelash mantuvo el foco en el exterior. Cuando Dar Global salió a cotizar en la Bolsa de Londres en febrero de 2023, ya tenía en marcha 11 proyectos en Bosnia y Herzegovina, Dubái, Catar, España, el Reino Unido y Omán, entre ellos el emprendimiento de la marca Trump en Mascate. La operación bursátil recaudó US$ 72 millones y valoró a la empresa en unos US$ 600 millones.

Después, en julio del año pasado, mientras Trump se acercaba a su triunfo electoral, Dar Global lanzó una serie de desarrollos con la marca Trump. El primero fue la Torre Trump en Yeda y, luego, un rascacielos con hotel de lujo en Dubái. En diciembre, sumaron dos proyectos en Riad.

Cuatro meses más tarde, Dar Global anunció un acuerdo con Qatari Diar, la inmobiliaria del fondo soberano de inversión de Qatar, para desarrollar un proyecto de lujo con la marca Trump que incluirá un campo de golf de 18 hoyos, un club de golf y villas en un terreno de 780.000 metros cuadrados en Qatar. Fue el sexto proyecto inmobiliario anunciado públicamente entre la Organización Trump y Dar Al Arkan, y el primero que se conoció tras el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero.

Dar Global atravesó un 2024 complicado, con una caída del 82% en la ganancia neta, que bajó a US$ 15 millones, y una reducción del 33% en los ingresos, que alcanzaron los US$ 240 millones. Las alianzas con Trump fueron uno de los pocos puntos favorables, según Al Shelash, quien subrayó que la empresa "fortaleció su colaboración con la Organización Trump" en la carta a los accionistas de Dar Al Arkan correspondiente a 2024. En Arabia Saudita, el gobierno levantó el embargo sobre Shams Ar Riyadh y devolvió a Dar Al Arkan la propiedad de esos terrenos.

Dar Global planea seguir con su expansión global, con desarrollos en curso en Maldivas y Marruecos. Pero la sociedad con los Trump todavía no terminó: en enero, Al Shelash dijo a CNBC Arabia que Dar Global trabajaba con la Organización Trump en un séptimo proyecto en Grecia, que aún no se anunció oficialmente. También baraja una posible expansión a EE.UU.: "Estudiamos varios proyectos en Nueva York, Miami y posiblemente Los Ángeles", declaró Al Shelash a Al Arabiya Business en enero.

No está claro si los desarrollos en EE.UU. incluirán al presidente. Durante su primer mandato, la Organización Trump prometió no firmar nuevos acuerdos internacionales mientras él estuviera en funciones. Esta vez, el plan ético de la compañía prohíbe tratos directos con gobiernos extranjeros, pero no con empresas extranjeras.

Sin embargo, los acuerdos con Dar Global en Omán y Catar —donde empresas estatales fueron dueñas de los terrenos donde se levantarán propiedades con la marca Trump— parecen ir en contra de esa promesa. Un vocero de la Organización Trump no respondió a una solicitud de comentarios.

 

Nota publicada en Forbes US.

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