Nvidia rompe todos los récords: es la primera empresa de la historia que alcanza una valuación de U$S 4.000.000 millones
Impulsada por el auge global de la IA, la fabricante de chips se convirtió en la empresa más valiosa del mundo, superando a Apple y Microsoft. Su estrategia, apoyada en asociaciones clave, demanda soberana y expansión internacional, la posiciona como eje central del nuevo orden tecnológico.

En menos de un año, Nvidia pasó de ser una estrella emergente del mundo de los semiconductores a convertirse en la empresa más valiosa del planeta, alcanzando una capitalización bursátil récord de U$S 4.000.000 millones. Este hito no solo simboliza su dominio en el mercado de chips para inteligencia artificial (IA), sino que también refleja el interés global por tecnologías capaces de potenciar la próxima generación de innovación digital.

El ascenso de las acciones de Nvidia —venían de un bajón y treparon más de 40% desde mayo— ha sido impulsado por una combinación de factores: desde acuerdos estratégicos multimillonarios en Medio Oriente, hasta la relajación de las restricciones de exportación hacia China y una demanda global en alza por sus unidades de procesamiento gráfico (GPU) diseñadas específicamente para aplicaciones de IA.

La nueva reina del mercado

Con un precio que llegó a los U$S 164,36 por acción, Nvidia superó a Apple (U$S 3,92 billones) y Microsoft, colocándose en lo más alto del ranking global. Actualmente, tiene el mayor peso en el S&P 500, con más del 7% de participación.

Las empresas más valiosas del mundo, NVIDIA ya era la más valiosa, ahora se convirtió en la primera en superar los U$S 4 billones.

"El mercado direccionado total para chips de IA en centros de datos podría superar los U$S 500.000 millones hacia 2028, impulsado por la demanda de gobiernos y grandes corporaciones", señaló Citi en un reciente informe, elevando su precio objetivo para la acción a U$S 190.

Potenciada por alianzas clave

El crecimiento de Nvidia no solo se explica por su liderazgo tecnológico, sino también por su habilidad para forjar alianzas estratégicas con gobiernos y gigantes del sector. En Europa, anunció la creación de un centro de innovación de IA junto a Deutsche Telekom, con foco en manufactura industrial. En el Reino Unido, selló acuerdos en línea con los planes del gobierno británico para escalar su infraestructura de IA.

En Medio Oriente, la compañía trabaja junto a Humain, una subsidiaria del Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, en proyectos de infraestructura de inteligencia artificial. Estas iniciativas refuerzan el posicionamiento geopolítico de Nvidia como proveedor central en el despliegue de IA a nivel estatal.

Nuevas tecnologías y desafíos regulatorios

Entre las novedades tecnológicas más destacadas, se encuentra el servidor Rubin, que según Nvidia es 3,3 veces más rápido que su predecesor Blackwell Ultra. Aunque está diseñado para ser refrigerado por líquidos, los analistas anticipan un giro hacia tecnologías con refrigeración por aire que podrían ampliar aún más su mercado en centros de datos.

Mientras tanto, la compañía avanza con el diseño de nuevos chips como el H20, orientado al mercado chino. "Ser excluidos del mercado chino sería una pérdida tremenda", advirtió el CEO Jensen Huang a CNBC, al destacar el potencial de U$S 50.000 millones de ese país en IA en los próximos años.

Sin embargo, la tensión geopolítica con China sigue siendo un frente abierto. La administración estadounidense ha exigido licencias especiales para exportar algunos chips, y el futuro de las ventas en ese país es incierto.

Resultados récord y volatilidad

En su último reporte financiero, Nvidia reportó ganancias por U$S 0,81 por acción, un aumento del 33% interanual, con ingresos que crecieron un 69% hasta los U$S 44.100 millones. Estos resultados superaron cómodamente las expectativas del mercado y reforzaron la tesis alcista sobre el papel de la compañía en el ecosistema de IA.

No obstante, la acción mostró señales de volatilidad ante ciertos eventos. Las ventas masivas de acciones por parte del propio Huang —quien liquidó 200.000 títulos entre el 24 y 26 de junio— y los riesgos relacionados a aranceles y conflictos en Medio Oriente afectaron momentáneamente la cotización. Aun así, el consenso general de los analistas sigue siendo favorable.

La IA como motor de gasto corporativo

El auge de Nvidia está íntimamente vinculado al crecimiento del gasto en inteligencia artificial por parte de las grandes tecnológicas que son noticia semana a semana. 

En ese sentido, Amazon elevó su inversión en infraestructura a U$S 24.300 millones en el primer trimestre, frente a los U$S 13.900 millones del año anterior, atribuyendo este salto al desarrollo de sus servicios de IA. Alphabet mantuvo su plan de gasto en U$S 75.000 millones, y Meta anunció un incremento de su capex para 2025, con el mismo objetivo.

"Gran parte del cómputo para IA se realiza con chips de Nvidia, y tenemos una asociación profunda con ellos que continuará en el futuro", dijo Andy Jassy, CEO de Amazon, en su presentación de resultados.

¿Qué puede frenar a Nvidia?

Si bien el futuro inmediato de la compañía parece brillante, algunos analistas, como Seaport Research, advierten sobre los desafíos que implica la complejidad de implementación de las soluciones de Nvidia, en comparación con las arquitecturas tradicionales. Además, anticipan una posible desaceleración del boom de gasto en IA hacia 2026, especialmente si surgen competidores con ofertas más simples o personalizadas.

En paralelo, Huawei está testeando un chip de IA que podría superar al H100 de Nvidia, lo que representa una amenaza en uno de los pocos mercados donde aún tiene dificultades de acceso.

Nvidia ya no es solo una fabricante de chips: es el símbolo del nuevo orden tecnológico global, en el que la inteligencia artificial se convierte en infraestructura esencial para gobiernos y corporaciones por igual. Su dominio actual es indiscutible, pero el futuro traerá nuevos desafíos, y el mercado observará de cerca si puede sostener su liderazgo frente a un escenario cada vez más competitivo y geopolíticamente tenso.

Fuente: Forbes, Financial Times, Investor's Business Daily, CNBC