Forbes Ecuador
Felipe Proaño realizando escalada deportiva, El Rodadero, Pichincha. 20
Movimiento Inspirador
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Felipe Proaño es un escalador que abre rutas para montañistas en Ecuador, Bolivia, Chile y Perú. En este último país 'debutó' como arqueólogo en 2018, al descubrir vestigios de un 'capacocha' es decir un posible sacrificio humano en el Imperio Inca; ese hallazgo le permitió ser parte de The Explorers Club, un grupo con sede en EE.UU. que fomenta el trabajo de exploradores modernos. Vive en Fort Collins, Colorado y el año pasado fue parte del concurso The Ultimate Guy, organizado por la publicación estadounidense, donde llegó al podio. Aquí nos cuenta su historia.

06 Febrero de 2023 20.45

Felipe Proaño conoce de memoria glaciares ecuatorianos como el Cotopaxi, el Chimborazo o el Cayambe, solo por mencionar unos pocos ejemplos. Este ecuatoriano descubrió su amor por la montaña cuando era un adolescente y fue parte del club de andinismo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), en su natal Quito. Tenía 12 años y supo que su futuro estaría arriba, en las montañas.

En su familia jugaban golf, pero Proaño se salió del molde y se enfocó en el montañismo, luego en la escalada y de allí dio un salto que lo ha llevado por glaciares, la escalada en roca y otros deportes en Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Estados Unidos. “Soy primero un atleta, un deportista. Y gracias a ese campo se han abierto varias puertas: soy un explorador, abro rutas en montañas y he aprendido mucho sobre arqueología. Soy un entusiasta del fitness, del estilo de vida sana y me gusta la ayuda humanitaria”, cuenta en una entrevista por Zoom, desde Fort Collins, Colorado, en Estados Unidos donde vive oficialmente desde 2021 con su esposa Savannah, tan deportista como él.

“Desde el inicio mi fijación era subir glaciares, pero para llegar a ese punto debía empezar por las 'pequeñas' como el Ruco Pichincha, el Cotacachi, el Illiniza Norte”. En esta última montaña Proaño sufrió un accidente muy grave cuando tenía 16 años. “Por una caída me rompí el tobillo derecho en 14 partes y los médicos dijeron que nunca volvería a caminar bien. Pero tres años después volví a la misma ruta donde me accidenté, superé el miedo y retomé la montaña. Está bien tener algo de miedo porque nos hace racionales, pero no hay que rendirse ante él”.

Esa experiencia fue el punto de arranque de una carrera intensa como montañista y como explorador. En países como Perú encontró más motivación y más lugares recónditos donde dejar, literalmente, huella. Proaño dice con orgullo que en Ecuador ha creado cerca de 100 rutas en escalada en roca. “He sido pionero en rutas como la cara sureste del Chimborazo, en el Illiniza Sur, en la cara norte del Cayambe, en el Parque Nacional Llanganates. Y una de las más importantes es la ruta en las Columnas de Tangan, en Cotopaxi, que se descubrió en 2013 y hoy es un lugar icónico para el turismo de aventura. Es un lugar que muestra que el turismo de aventura puede cambiar para bien la vida toda una comunidad”.

En su crecimiento como escalador y montañista Proaño tiene algunos puntos de inflexión. Uno fue cuando trabajó en la empresa Proyecto Aventura, que organiza carreras como el Huarasinchi. Allí viajó por todo el país, haciendo trabajo de campo, conociendo lugares y apuntalando el turismo de aventura. Así vio de cerca la belleza del Ecuador y tuvo la oportunidad de hacer deporte y tener una vida sana. “Fue una manera de aprender sobre Ecuador, acercándome la antropología y a la arqueología”.

Otro momento clave lo vivió en 2018, en Perú. Ese año, en una expedición en una montaña del país vecino, Proaño descubrió indicios de un 'catacocha', un sacrificio humano que se practicaba entre los siglos XIII y XVI en el Imperio Inca en honor al dios Viracocha. “Todos estos entierros fueron saqueados durante la conquista y la colonia, pero se han ido encontrando restos desde la década de los 90, a más de 6.700 metros sobre el nivel del mar. Si las estructuras que hemos descubierto desde entonces se alinean estaremos haciendo un gran descubrimiento. Y será producto de la coincidencia y la perseverancia de subir montañas”.

Tras ese hallazgo fue invitado a ser parte de The Explorers Club, un grupo con sede en EE.UU. que fomenta el trabajo de exploradores modernos. La exploración tiene muchas definiciones, explica Proaño, y ellos supieron del hallazgo que hizo en Perú y el año pasado fue elegido miembro del club, lo que le permite tener apoyo financiero para sus expediciones. Ahora Proaño se alista para una sesión del club en abril próximo para contar los detalles del hallazgo relacionado al Imperio Inca.

Proaño cuenta con auspicios de marcas como North Face y cuando no está escalando se ocupa como instructor de escalada en roca, desarrollando habilidades técnicas en sus alumnos y explicando la seguridad que se requiere en la montaña. “Además levantó fondos para expediciones e investigaciones arqueológicas. Una vez al año debo hacer un ascenso, una ruta nueva en algún país de Los Andes, que no sea una ruta comercial y eso me mantiene motivado”.

Con una trayectoria de casi 20 años como montañista, Proaño acaba de lograr un nuevo hito, ahora en Estados Unidos. El año pasado participó en el concurso The Ultimate Guy, de la revista Men's Health, que busca a hombres que “están en buena forma física y mental, son exitosos y generosos, e inspiran a otros a través de su dedicación para ser más rápidos, más fuertes y mejores”. Proaño se ubicó entre los tres finalistas y compartió podio con el ganador Corwyn Collier, un veterano de Guerra quien reconstruyó su cuerpo luego de sobrevivir a una explosión y que ahora es profesor, y con Brad Schaeffer, un podólogo de Manhattan y un defensor de la comunidad LGBTQ+. En el artículo de Men´s Health donde se anunciaron a los ganadores de The Ultimate Guy, la revista describe a Proaño como “un escalador y aventurero que cambiará tu forma de pensar sobre el planeta”.

Proaño está consciente de que el artículo es un reconocimiento a lo que ha hecho, pero no se duerme en los laureles y sigue sus planes. “Quiero seguir descubriendo y explorando”. En su haber se cuentan ascensos en Estados Unidos como Half Dome, Washington Column, The Stump, Mt. Barrile, The Hulk, The Diamond y El Capitán, este último de 1.000 metros verticales y tres días de duración. Autor de libros de escalada y fitness, este ecuatoriano de 34 años trabaja también en el documental Middle of Somewhere, que hace honor a su pasión por la escalada en un lugar muy especial para él: el Parque Nacional Llanganates. (I)

 

Fotografías: Daniel López y Santiago Espinosa.

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