Mónica Mendoza Saltos Editora General
En un contexto de baja inversión extranjera directa y crecientes exigencias de sostenibilidad, Ecuador se convierte en el primer país de América Latina en iniciar negociaciones con la Unión Europea (UE) para un Acuerdo de Facilitación de Inversiones Sostenibles (SIFA). La embajadora de la UE en Ecuador, Jekaterina Dorodnova, explica por qué este paso puede transformar el clima empresarial, atraer capital europeo y posicionar al país como referente regional en energías renovables, agroindustria y comercio responsable.
Si Ecuador logra avances, podrá elevar su perfil internacional y consolidarse como socio clave de la Unión Europea en América Latina, así como convertirse en referente regional en "inversión verde", dice la embajadora en una entrevista con Forbes.
La relación entre Ecuador y la UE se considera "profundamente estratégica". El comercio bilateral registró un crecimiento desde la entrada en vigor del acuerdo multipartes. Solo el año pasado, las ventas ecuatorianas no petroleras alcanzaron los US$ 5.884 millones, que significó un aumento de 37,8 %, según el informe del Ministerio de Producción, Comercio Exterior e Inversiones, consolidándose como el principal destino de las exportaciones.
La última noticia es que la Unión Europea inició negociaciones con Ecuador para el Acuerdo de Facilitación de Inversiones Sostenibles. ¿Qué significa esto?
Es una muy buena noticia para Ecuador y para la Unión Europea. Es un acuerdo nuevo, solo tenemos uno con Angola y estamos negociando otro con Costa de Marfil. Ecuador va a ser el primer socio en América Latina con el que vamos a negociar este tipo de acuerdo.
¿De qué se trata?
Como su nombre dice, de facilitación de las inversiones sostenibles. Pero sobre todo se trata de favorecer un clima de inversiones para atraer más inversiones europeas. Ecuador carece de inversión extranjera directa: La Unión Europea somos el primer inversor, el primer socio comercial estratégico del Ecuador, aportando el 24% de la inversión extranjera directa. Si miramos el panorama más amplio, el nivel es menor al 1% del PIB, lo cual es muy bajo. Somos el principal socio comercial y con acuerdo multiparte, y Ecuador aprovecha mucho. Por lo tanto, es un paso lógico para ver cómo podemos atraer más inversión extranjera. Cómo podemos mejorar el clima y entorno empresarial.
¿Qué condiciones deben mejorar para que esto funcione?
El acuerdo busca precisamente eso: transparencia, seguridad jurídica, licitaciones transparentes, competitivas, con precios reales, trámites ágiles y previsibilidad.
¿Actualmente no tenemos eso?
Hay muchas cosas que se pueden mejorar. Depende mucho del esfuerzo en el país que quiera traer inversiones. Para eso necesitamos reformas en la legislación. Hoy vemos inestabilidad jurídica, cambios frecuentes en la legislación, trámites administrativos y aduaneros lentos, además de cierta descoordinación institucional que debe mejorar. El objetivo del acuerdo se trata de eso, pero cada país es diferente.
¿Cuál es el marco de referencia y no somos comparables con Angola?
No son comparables, pero existen estándares internacionales que se aplican a todo el mundo y hay expectativas del mercado europeo que también son universales: transparencia, trazabilidad, debida diligencia y este acuerdo es un complemento muy natural de toda la política nuestra del comercio sostenible para que la inversión que llegue también sea sostenible, responsable y solidaria.
¿Qué caracteriza al comercio sostenible?
Hay prácticas de comercio no sostenible, por ejemplo, si Ecuador exporta a Europa atún que es resultado de pesca ilegal, eso sería comercio no sostenible y no apoyamos. En cambio, cuando pequeñas y medianas empresas que cuentan con certificación en sus productos, cumplen estándares internacionales, sin deforestación, aplica estándares internacionales en buenas prácticas laborales y ambientales, hablamos de comercio sostenible. Esa es la diferencia.
¿Por qué Ecuador fue escogido para iniciar estos acuerdos?
Ecuador tiene un gran potencial para la inversión europea porque es un país que lo tiene todo. Puede ofrecer recursos naturales, agricultura, agropecuario, energías renovables (solar, eólica, geotérmica). También turismo sostenible, Ecuador podría convertirse en referente regional y tener ventaja competitiva con otros socios económicos en la región.
¿Qué significa para Ecuador concretar ese acuerdo frente a otros vecinos?
Si logramos atraer inversión europea en el sector de energías renovables, Ecuador podría ser un referente para la inversión verde. Es verdad que los vecinos ofrecen productos de exportación similares, pero Ecuador ofrece ese conjunto de factores que lo hacen interesante para la inversión.
¿Cuándo comienza oficialmente la negociación?
Participarán equipos de ambas partes. Por Ecuador, probablemente el Ministerio de Producción, Comercio Exterior e Inversiones que liderará con sus expertos. Y el equipo negociador de la Unión Europea, desde Bruselas, liderado por la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea.
¿Cuánto duran estas negociaciones?
La expectativa de ambas partes es alta en cuanto a la velocidad de las negociaciones, ya se pueden lanzar, no sé si la primera ronda será este año o inicios de 2026. La negociación ya fue anunciada en el marco de la cumbre UE-CELAC en Santa Marta, Colombia. El Consejo de la Unión Europea otorgó el mandato, así que no hay impedimentos para iniciar.
¿Qué sectores se priorizan para inversiones?
Energías renovables, sector agroindustrial, economía circular, bioeconomía e infraestructura sostenible. El tema logístico es de mucha importancia para atraer inversión y desarrollar estos sectores. La agroindustria es clave: la UE es el principal destino de las exportaciones ecuatorianas, especialmente orgánicas.
¿Por qué los consumidores europeos demandan nuestros productos?
Porque son de alta calidad, alto valor agregado. Ha crecido porque tenemos un acuerdo multipartes, el 99% de estos productos entran al mercado europeo sin aranceles. En siete años, las exportaciones han crecido cada año con un superávit importante para Ecuador. El sector agropecuario ecuatoriano tiene interés en exportar al mercado común de 27 países, es un mercado único, de unos 500 millones de consumidores sin aranceles. Eso es muy importante, cuando hablamos de otras partes del mundo, Ecuador diversifica sus productos, pero al mercado europeo puede exportar esos productos de alta calidad que quizás tiene un precio más alto, y son orgánicos. El consumidor europeo es muy consciente de lo que está comprando, valora la calidad, la trazabilidad y los productos orgánicos, y está dispuesto a pagar más por ellos. Ecuador lo sabe ofrecer.
¿Qué pasa con la trazabilidad y la normativa europea contra la deforestación?
Estamos hablando del reglamento europeo sobre cadenas de producción libres de deforestación, hay una serie de criterios estrictos para certificar la trazabilidad de los productos. La fecha límite estaba prevista para finales de este año, aunque hay conversaciones para ver si se puede prorrogar la fecha límite para dar la oportunidad a todas las empresas cumplir los requisitos.
En el sector atunero, por ejemplo, las exportaciones crecieron un 25% el año pasado, pero persiste la preocupación por la tarjeta amarilla de la UE. ¿Cuáles son las expectativas y cuándo habrá una resolución?
Eso depende de los pasos que dé Ecuador. Existe un diálogo técnico permanente, liderado por la Dirección General de Asuntos Marítimos de la Comisión Europea, en contacto constante con los equipos responsables.
En los últimos meses se presentó el programa de Seguridad, Esperanza y Resiliencia para la Paz (Serpaz). ¿De qué se trata?
Serpaz es nuestro programa principal de cooperación en el ámbito de seguridad con Ecuador y está alineada con las prioridades del Gobierno. Tiene cuatro componentes: Lucha contra el lavado de activos, liderado por Italia. El componente dos es sobre centros penitenciarios, para mejorar el control, modernizarlos y atender las condiciones de los presos. Carga Segura, que busca garantizar las cadenas de exportación seguras y sostenibles. El sector privado sufre mucho por la inseguridad y la contaminación de cargas. Hemos identificado como sectores piloto el bananero y el cacaotero. En este formato participan el Ministerio del Interior, la Autoridad Portuaria, el Ministerio de Transporte, la Subsecretaría de Puertos, puertos, compañías logísticas y la Aduana, está liderado por Corpei y Fedexpor. Es un formato que ofrecemos a todos los actores y está hecho a la medida para Ecuador. La idea es coordinar acciones y resolver problemas conjuntamente. El cuarto es de comunidades resilientes, se busca poner un granito de arena para la prevención del reclutamiento juvenil, para evitar que los jóvenes caigan en manos del crimen organizado o se busca dar desarrollo alternativo. Está liderado por la cooperación alemana GIZ y la Municipalidad de Guayaquil.
¿Cuál es el monto destinado al programa?
Estamos hablando de 20 millones de euros en cooperación no reembolsable, con participación de Francia, Italia, España y Alemania. Para que estos proyectos sean sostenibles, necesitamos también contar con la participación del Estado ecuatoriano a largo plazo. (I)