El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó un nuevo desembolso de US$ 620 millones para Ecuador. Esto, como parte de la cuarta revisión de metas dentro del programa de crédito de 48 meses, conocido como Servicio Ampliado del FMI (SAF), firmado por el Gobierno de Daniel Noboa en abril de 2024, según un comunicado el multilateral.
También se supo que un equipo del FMI mantuvo conversaciones remotas y en persona con las autoridades ecuatorianas entre el 17 de noviembre y el 1 de diciembre pasados.
El equipo del multilateral estuvo dirigido por Patrizia Tumbarello. Al concluir las conversaciones la representante del FMI dijo que el Directorio del organismo revisará el acuerdo en las próximas semanas.
Tumbarello destacó también que el PIB real ecuatoriano repuntó con fuerza en los tres primeros trimestres del año, impulsado por la recuperación de la demanda interna y el dinamismo de las exportaciones no petroleras. Agregó que la balanza por cuenta corriente continúa registrando superávits considerables, lo que respalda una mejora constante de las reservas internacionales. "La liquidez del sistema financiero continúa impulsando el crecimiento del crédito. A pesar de la bajada de los precios del petróleo, la economía ha demostrado una notable resiliencia".
Según la vocera del FMI, las autoridades continúan logrando avances significativos en la implementación de su plan de reforma económica, respaldado por el acuerdo del SAF. "Cumplieron todos los criterios cuantitativos de desempeño para finales de octubre de 2025 para la cuarta revisión y todos los objetivos indicativos para los que se dispone de datos. Han adoptado medidas firmes para fortalecer la sostenibilidad fiscal y los colchones de liquidez, protegiendo al mismo tiempo a los más vulnerables. En consecuencia, las condiciones de depósitos y liquidez del gobierno han mejorado, y los diferenciales de la deuda soberana se han reducido sustancialmente".
Además, dijo que las autoridades continuaron avanzando en su ambiciosa agenda de reformas estructurales para salvaguardar la estabilidad financiera, mejorar la gobernanza e impulsar la inversión privada y un crecimiento generador de empleo. "Las acciones políticas y las reformas de las autoridades están ayudando a mejorar la estabilidad macroeconómica y financiera, salvaguardar la dolarización, fortalecer la sostenibilidad fiscal y proteger a los grupos vulnerables, y se espera que respalden un crecimiento económico más fuerte e inclusivo". (I)
