Exodus compra a la uruguaya Grateful por US$ 3 millones y tiene plan piloto de pagos con cripto para Punta del Este
La adquisición tiene por objetivo integrar su solución de cobros en tiempo real y avanzar en su proyecto global de pagos con stablecoins. Qué hace cada empresa, para qué sirve la tecnología y cómo un uruguayo terminó como Director de Tecnología de Exodus.

La empresa multinacional de tecnología Exodus, una de las wallets de criptomonedas self custodial más grandes del mundo, compró a la startup uruguaya Grateful por US$ 3 millones, según confirmó a Forbes Uruguay Matías Olivera, director de Tecnología (CTO) de Exodus. La operación forma parte del plan global de la compañía para desarrollar una solución de pagos en stablecoins pensada para comercios y consumidores, que tendrá su primer piloto en Punta del Este y un lanzamiento regional previsto para 2026.

Exodus nació en 2015 con el objetivo de hacer que usar criptomonedas sea tan sencillo como usar cualquier app del teléfono. En vez de depender de un exchange que custodie los fondos del usuario, la compañía adoptó un modelo self custodial, es decir que cada persona es dueña directa de su dinero digital. Su diferencial, explica Olivera, es la experiencia de usuario: "Bajamos la barrera para que cualquiera pueda tener su propia wallet sin ser experto en tecnología".

En paralelo, la startup uruguaya Grateful desarrolló una solución para comercios que permite cobrar en stablecoins en tiempo real, a través de QR, NFC o tarjetas emitidas sobre tecnología cripto. La propuesta resuelve uno de los mayores desafíos del sector, que es cómo lograr que un usuario pueda pagar con cripto y que el comercio reciba el dinero de inmediato, sin fricción y sin volatilidad.

Esa tecnología, que incluye infraestructura, herramientas para merchants y un sistema de fidelización, encajó de forma natural con el plan que Exodus venía diseñando desde hace dos años para crear una app de pagos que permita usar stablecoins en la vida cotidiana, desde un café hasta un supermercado.

Por qué una empresa uruguaya

Olivera explica que, durante una visita reciente a Uruguay, conoció a Gastón Silberman, uno de los fundadores de Grateful, e intercambiaron ideas sobre cómo integrar ambas plataformas. "Las piezas encajaban demasiado bien", cuenta. Al poco tiempo comenzaron las conversaciones formales y Exodus decidió avanzar con la adquisición.

La compra permite a Exodus unir tres componentes clave de su estrategia, como lo son la app de pagos del usuario, que ya cuenta con más de un millón de wallets creadas en pruebas internas; la tecnología de Grateful para comercios, que acelera la aceptación en el mundo físico y el puente con las redes tradicionales de pago, resultado de una adquisición previa de Exodus que habilita la emisión de tarjetas compatibles con POS tradicionales. La combinación de estos elementos permite a la empresa ofrecer una experiencia que integra la velocidad y eficiencia de las transacciones en blockchain con la practicidad del sistema financiero tradicional.

Una parte llamativa del plan es que el piloto global del proyecto se hará en Punta del Este, para aprovechar la concentración de turismo regional y el interés en nuevas tecnologías. La hoja de ruta apunta a Argentina en marzo de 2026, para después escalar al resto de Latinoamérica.

La historia detrás del CTO uruguayo de Exodus

Además de anunciar la compra, Olivera habló sobre su propio recorrido, un camino que empezó en Montevideo, siguió con proyectos open source en GitHub y terminó con una posición de liderazgo en una compañía global sin oficinas físicas y con más de 230 empleados distribuidos por el mundo.

Estudió ingeniería en informática, trabajó en software factories locales y más tarde para clientes de Estados Unidos. Paralelamente, construyó proyectos personales de código abierto que tuvieron amplia difusión. Uno de ellos llamó la atención del CEO de Exodus, J P Richardson, que lo invitó a una entrevista poco tradicional en la que Olivera tuvo que hacer una reverse interview, donde él entrevistaba al CEO para evaluar si la cultura encajaba con sus valores.

Con el tiempo se sumó al equipo y escaló hasta convertirse en CTO, al frente de un área técnica de más de 70 personas. Hoy vive parte del año en Uruguay, donde sigue vinculado al ecosistema local y mantiene relación con la comunidad de uruguayos que también trabajan en Exodus.