Forbes Ecuador
Manna
Negocios

Hacen drones, recaudaron US$ 30 millones y planean hacer un millón de entregas por año

Jeremy Bogaisky

Share

Manna financiará una ambiciosa expansión en Europa, enfrentándose a competidores gigantes como Amazon, Alphabet y Zipline.

3 Mayo de 2025 13.45

Si estás con antojo de un café en algunos barrios de Dublín, podés recibirlo en tu casa por medio de un dron. En un shopping, un empleado de la startup local Manna carga una bolsa con una taza de café caliente de una cafetería cercana en un contenedor de carga desmontable equipado con una batería nueva. Luego, lo coloca en la máquina voladora autónoma, que despega de inmediato. En menos de tres minutos, el dron desciende la bebida con una cuerda hasta el patio del destinatario.

El café es el producto más solicitado en Manna, que sostiene que la alta demanda de cafeína en la mañana y la tarde, sumada a un diseño eficiente de sus drones, le permite mantener un ritmo constante de entregas y operar con menos personal y aeronaves que sus competidores de mayor capital, como Amazon, Alphabet y Zipline. Estas empresas invirtieron cientos de millones de dólares en intentar hacer despegar la entrega por drones, pero el audaz fundador de Manna, Bobby Healy, asegura que su compañía es la única que obtiene ganancias con cada entrega. (Amazon, Alphabet y Zipline se negaron a hacer comentarios).

Según Healy, en este negocio emergente el dinero no es la clave del éxito, sino desarrollar un dron económico y confiable, operarlo con la menor cantidad de personas posible y convencer a los reguladores de que es seguro volar en barrios residenciales.

"No se requiere una inversión masiva. Lo que se necesita es una gran cantidad de tiempo, generar confianza y acumular horas de vuelo", dijo Healy a Forbes.

En comparación, su empresa recaudó apenas US$ 60 millones, incluyendo una reciente ronda de financiamiento de US$ 30 millones anunciada el miércoles, liderada por Molten Ventures y Tapestry VC, que valuó la compañía en más de US$ 150 millones. Forbes estima que los ingresos de Manna el año pasado fueron de unos US$ 6 millones.

Desde su lanzamiento en 2020, realizó 200.000 entregas, una cifra muy por debajo de la de sus competidores: Zipline completó 1,4 millones de entregas, principalmente de suministros médicos en África, mientras que Wing alcanzó las 450.000 en Australia, Estados Unidos y Reino Unido. Amazon, en tanto, solo menciona haber realizado "miles" de envíos sin especificar un número concreto.

Desde su lanzamiento en 2020, Manna realizó 200.000 entregas, una cifra muy por debajo de la de sus competidores.
Desde su lanzamiento en 2020, Manna realizó 200.000 entregas, una cifra muy por debajo de la de sus competidores.

Sin embargo, Healy, quien anteriormente fundó la empresa de tecnología para alquiler de autos CarTrawler, sostiene que, tras años de perfeccionar su aeronave y modelo operativo, Manna está lista para un crecimiento exponencial. Este año, planea expandir su servicio en los suburbios de Dublín hasta cubrir áreas con una población total de 1,1 millones de personas. Según el empresario, el 42 % de los hogares en los barrios dublineses donde opera la compañía ya utilizaron el servicio al menos una vez. Además, aumentar sus bases de entrega con drones de tres a once le permitirá escalar las entregas a una tasa anual de más de 1,5 millones, un ritmo que ninguna otra empresa de entrega por drones logró hasta ahora.

Manna también planea expandir sus operaciones en Finlandia, donde actualmente realiza 100 entregas diarias en la ciudad de Espoo, y ampliar su presencia en otros países de Europa, aprovechando un marco regulatorio unificado de la Unión Europea que entró en vigencia en 2023. Sin embargo, Healy sostiene que la lentitud de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos para establecer reglas claras dificulta demasiado operar en ese país, a pesar de que representa el mayor mercado potencial para Manna y sus competidores, gracias a la alta riqueza y nivel de consumo de los estadounidenses.

Manna operó en los suburbios de Dallas junto con Wing y Amazon, pero actualmente la FAA solo aprueba pruebas de entrega con drones de manera individual, caso por caso.

"La gran ironía es que Europa es el único lugar donde se puede operar un negocio de entregas con drones hoy en día, porque tiene una regulación escalable y concreta", afirmó Healy. "Cualquiera que esté en Estados Unidos ahora tiene, como mínimo, tres años de desventaja respecto a Manna", agregó.

Cuando EE.UU. establezca un marco regulatorio adecuado, Healy asegura que Manna estará lista para aprovecharlo con un sistema de entrega probado en el campo. En el área de Dublín, la empresa opera desde los estacionamientos de centros comerciales, donde dos de sus plataformas de aterrizaje para drones ocupan aproximadamente cinco espacios. Cuando los comercios locales reciben pedidos de comida, libros o herramientas, llevan los productos hasta la zona de aterrizaje de Manna, donde un empleado los carga en un compartimento desmontable que también contiene la batería del dron.

Este sistema permite el "hot swapping" (reemplazo rápido) de la batería en cada entrega, lo que posibilita que los drones de Manna, desarrollados internamente, realicen hasta ocho entregas por hora en un radio de hasta cinco kilómetros, según Healy. En contraste, sostiene que los drones de Wing y Zipline, que tienen baterías integradas, solo logran 1,4 entregas por hora debido al tiempo necesario para recargarlas.

Un solo empleado de Manna puede gestionar entre 25 y 30 entregas por hora en una base con ocho drones, con un tiempo de recarga de solo 60 segundos. Además, los drones operan de manera autónoma, con hasta 20 unidades monitoreadas a distancia por un solo empleado en la sede central. Con la mano de obra representando aproximadamente el 50 % de los costos de la empresa, esta estrategia le permitió reducir el costo por entrega a unos US$ 4, y Healy cree que pueden bajarlo a US$ 1 con un mayor volumen de envíos.

Los drones de Manna operan de manera autónoma, con hasta 20 unidades monitoreadas a distancia por un solo empleado en la sede central.
Los drones de Manna operan de manera autónoma, con hasta 20 unidades monitoreadas a distancia por un solo empleado en la sede central.

Este nivel de eficiencia podría hacer que la entrega con drones sea más económica que el transporte terrestre en los suburbios, donde los mensajeros deben recorrer mayores distancias con menos paquetes. Según la consultora McKinsey, entregar un solo paquete por auto o camioneta en un radio de ocho kilómetros cuesta entre US$ 9 y US$ 11.

Robin Riedel, codirector del Centro para la Movilidad del Futuro de McKinsey, cree que la entrega con drones se expandirá drásticamente en los próximos años. No considera que la regulación en EE.UU. sea una barrera tan grande como sugiere Healy. "La cuestión no es tanto la regulación, sino cómo construir un modelo operativo que pueda escalar y luego implementarlo realmente", opinó Riedel.

Un factor clave será el establecimiento de alianzas comerciales, señaló Riedel. Walmart, por ejemplo, se asoció con Wing para probar entregas con drones en las afueras de Fort Worth, Texas. Manna, por su parte, está enfocada en integrarse con aplicaciones de delivery, donde el costo para el cliente de recibir comida por dron es el mismo que el de una entrega terrestre. Este año, la empresa anunció acuerdos con Wolt (la filial internacional de DoorDash) y Just Eat, y Healy adelantó que está a punto de cerrar otro acuerdo con una de las principales aplicaciones del sector.

De concretarse este último acuerdo, Manna estará presente en tres de las cinco apps de delivery más grandes del mundo, que en conjunto gestionan miles de millones de entregas al año.

Trabajar con aplicaciones de delivery permitirá a Manna escalar más rápido que si tuviera que sumar minoristas uno por uno, explicó Healy, y garantiza toda la demanda que la empresa pueda manejar. "Ahora tenemos el camino despejado", afirmó.

Con información de Forbes US.

10