Ignorar roces o entrar en cada discusión puede volverse un riesgo. Estrategias para manejar a quienes tensan el ambiente sin que eso afecte tu reputación ni tu futuro en la empresa.
Este fenómeno va más allá de una simple cuestión de edades. Se trata de mentalidades formadas en contextos históricos, sociales y tecnológicos distintos, que modelan actitudes frente al trabajo, la autoridad, la innovación y el sentido de propósito.
Una propuesta que mezcla intuición, energía y foco para emprendedores que quieren dejar de correr detrás de todo y empezar a construir un negocio más simple y disfrutable.
Los sueldos, los beneficios o la competencia no siempre explican por qué alguien renuncia. A veces, el verdadero motivo está mucho más cerca: en la manera en que liderás. Estas actitudes —más comunes de lo que creés— empujan a tu equipo a buscar otro rumbo. Y también podés revertirlo.
Aunque la rutina pese y la chispa inicial se apague, hay maneras de renovar el interés sin cambiar de empresa. Estrategias para reconectar con lo que te motiva, proponer cambios desde adentro y evitar que el desgaste te gane la pulseada.
La estabilidad pesa más que la motivación en tiempos de incertidumbre laboral. Entre despidos, avances tecnológicos y un mercado que se enfría, muchos eligen no moverse, aunque eso implique resignar entusiasmo y crecimiento.
El silencio puede volverse una herramienta de poder. Cuando los vínculos laborales se llenan de evasivas y respuestas a medias, la comunicación se rompe y el malestar crece. Identificar esa traba invisible es el primer paso para recuperar el ida y vuelta y reconstruir vínculos sanos dentro del equipo.
La compañía australiana, fundada por Melanie Perkins y Cliff Obrecht, habilitó una ronda secundaria que le permite a su equipo vender parte de sus acciones mientras nuevos inversores como JP Morgan apuestan fuerte por su crecimiento global.
Ya no hace falta gastar una fortuna para aprender lo que más piden las empresas. Estas tres competencias se pueden estudiar online y sin pagar un peso, y están entre las más valoradas para conseguir mejores sueldos en 2025.
El hartazgo frente al bombardeo constante de estímulos digitales empuja a miles a apagar las notificaciones y volver a lo simple. La ansiedad, la falta de foco y la saturación visual explican por qué el contenido auténtico y pausado gana terreno.
La escasez de especialistas en áreas clave como inteligencia artificial, computación cuántica y energía limpia complica la adopción de nuevas tecnologías. Capacitar a equipos propios, repensar los criterios de contratación y alinear los planes de recursos humanos con los del negocio son parte de la solución.
El temor a parecer incompetentes y la presión por mostrarse autosuficientes generan un clima donde la colaboración se vuelve una carga más que un recurso.
Gigantes del comercio electrónico, firmas automotrices, ensambladoras de equipos electrónicos, consultoras y empresas de logística integran un listado marcado por nóminas que se cuentan por cientos de miles de trabajadores.
Detectar a tiempo si tu flamante incorporación es un verdadero aporte o un error costoso puede ahorrarte disgustos, recursos y horas de reconstrucción. Claves para identificar desde el arranque a quienes marcan la diferencia y evitar quedar atrapado por el espejismo de la primera buena impresión.
La inteligencia artificial dejó de ser una rareza tecnológica y forma parte de la rutina. Su avance veloz provoca dudas, temores y una sensación extraña que muchos no saben cómo nombrar. Esta guía permite saber si ya te genera ansiedad.
El mercado laboral de la región vive un momento de quiebre, donde las empresas que no se adapten a las nuevas demandas del talento corren el riesgo de perder competitividad. Un informe de Seeds revela un "contrato psicológico" emergente, basado en cinco pilares que redefinen la relación entre empleados y organizaciones.
La partida de estos referentes deja organizaciones expuestas a su propia vulnerabilidad: equipos que orbitan alrededor de un único estilo de liderazgo, estructuras que pierden rumbo sin su presencia y culturas que confunden dependencia con fortaleza. La sucesión no debería ser un simple reemplazo, sino una preparación consciente para enfrentar desafíos que exceden cualquier figura individual.
Aunque el discurso sobre la misión de las compañías se multiplica, son los jefes intermedios quienes realmente logran que esa idea se traduzca en compromiso cotidiano. Una nueva investigación muestra cómo el verdadero sentido del trabajo se construye desde el diálogo; no desde los slogans.
La responsabilidad afectiva empresarial es un cambio de paradigma que redefine la interacción de las empresas con su gente y sus resultados. Claves de una tendencia que va más allá de la Inteligencia Emocional.