Cuando fue mortal
No he dado de baja a Javier Marías ni lo imagino como un fantasma intentando volver a ningún sitio. Lo veo, como cuando fue mortal, entre las páginas sueltas de sus manuscritos, escribiendo, imaginando, tachando y reescribiendo, con un cigarrillo humeante entre sus dedos, cada una de esas frases que buscaban la perfección.