Forbes Ecuador
Empresas
Columnistas

Concurso preventivo: una oportunidad para salvar empresas en tiempos de crisis

Esteban Ortiz

Share

Es urgente salvar negocios con el fin de preservar, en el quehacer productivo, plazas de trabajo, emprendimientos y negocios viables que, por las razones que fueren, estén afrontando dificultades de iliquidez. Las soluciones deben darse de manera inmediata, para que las compañías en crisis puedan acceder a la protección concursal. 

31 Mayo de 2023 09.32

La empresa es una actividad de riesgo. No en el sentido de torear, ser pasajero en un bus de línea, intentar una respuesta cuando una mujer te pregunta si está gorda, contradecir a una suegra o hacer un chiste machista a una feminista. No. Toda empresa implica un riesgo económico y nadie, absolutamente nadie, puede garantizar un resultado, por más fácil que sea el negocio. Puede haber actividades más lucrativas que otras o empresas en las que cuesta arrancar y se pierden al inicio, pero todas implican un riesgo y la posibilidad de perder es un hecho real. 

Por eso, cuando las empresas tienen problemas financieros, pero siguen siendo solventes, uno de los mecanismos para salvar el negocio y evitar la quiebra o la liquidación es a través de una institución sumamente difundida y usada a nivel mundial, conocida como concurso preventivo o concordato. En Estados Unidos a este procedimiento se lo conoce como “Chapter 11” (Chapter 11 of the U.S. Bankrupcy Code). 

El concurso preventivo se usa como un salvavidas que permite a las empresas con problemas financieros reorganizarse bajo la protección de la ley. Este procedimiento legal brinda la oportunidad de reestructurar deudas, negociar con los acreedores y evitar el cierre definitivo. Este mecanismo consiste en que la compañía insolvente plantee un mecanismo de reestructuración a sus acreedores para poder pagar sus deudas bajo la supervisión de una autoridad competente. 

Pero no se trata de una simple negociación. Eso se podría hacer sin necesidad de entrar a concurso. Por eso se necesita de la ley, para que con el peso que tiene obligue a hacerlo bajo ciertos estándares. Además, la ley otorga ciertas protecciones, derechos y beneficios al deudor, por un lado; y, por otro, protege al acreedor para que pueda cobrar las obligaciones vencidas. Siempre es mejor cobrar algo en el tiempo a nada. La idea es dar un respiro al negocio al estar en una situación de cesación de pagos. Así, además de que continúa funcionando sin interrumpir las operaciones, la ley suspende el pago de obligaciones sin entrar en mora. También se suspenden las acciones judiciales (tampoco se podría iniciar juicios ejecutivos), se canaliza el uso de la poca liquidez que tenga la compañía, se evita que se declare la quiebra o la liquidación de la compañía y, en definitiva, se intenta dar respiro para el cumplimiento de sus obligaciones. En este punto la autoridad juega un papel muy importante porque regula y autoriza el procedimiento de cumplimiento de obligaciones. 

Pero ustedes me preguntarán, ¿dónde encuentro tanta maravilla? Lamentablemente el Ecuador no cuenta con una norma moderna y eficiente que permita acceder a las compañías a la protección concursal. Existe una muy mala Ley de Concurso Preventivo que no sirve ni soluciona nada y la Ley Humanitaria, que contenía unas disposiciones al respecto, pierde su vigencia en junio de este año. Por eso, es urgente e inminente preparar una norma que sirva para salvar empresas y así encontrar una tabla de salvación a compañías en problemas. 

No cabe duda de que este proceso facilita las negociaciones con los acreedores, busca preservar la empresa, protege los derechos de los acreedores y contribuye a la estabilidad económica del país. Es una institución que se usa a nivel mundial. Por eso, se vuelve imperativo y urgente contar con una legislación moderna para que las empresas se beneficien de la protección solutoria derivada del concurso preventivo. 

El pago de deudas no espera. Llegar a fin de mes y no poder pagar la nómina es angustiante. Los empresarios necesitan soluciones cuando están en crisis con el fin de salvar negocios. La existencia de una ley de reestructuración empresarial contribuiría a la estabilidad económica del país ya que reduce la incertidumbre y el riesgo de quiebra de empresas, lo que podría tener un efecto en la economía en general. 

Es urgente salvar negocios con el fin de preservar, en el quehacer productivo, plazas de trabajo, emprendimientos y negocios viables que, por las razones que fueren, estén afrontando dificultades de iliquidez. Las soluciones deben darse de manera inmediata, para que las compañías en crisis puedan acceder a la protección concursal. Los problemas están para ser solucionados. Los de las empresas también. Logremos soluciones inmediatas y para eso necesitamos una nueva ley. Es el momento.  (O)

loading next article
10