Forbes Ecuador
bancos
Columnistas
Share

Marzo ha sido un mes de miedo para la economía mundial con la caída de bancos en Estados Unidos, un rescate millonario en Suiza y una crisis naciente en Alemania, el motor económico de Europa. Los efectos de estos sacudones aún están por verse, mientras el pesimismo crece por todo el planeta.

24 Marzo de 2023 15.54

Cuando termine el año y se hable de marzo existe la probabilidad de que sea recordado como un mes negro para la economía mundial. Es que lo que está ocurriendo no se ha visto antes y los temores no paran de crecer. Los primeros sacudones en la banca empezaron a inicios de este mes con la quiebra de Silicon Valley Bank, Signature Bank y Silvergate, situación que conmocionó al mundo financiero y trajo a la memoria el crack del 2008, con todo lo que eso significó para la economía global.

Que tres bancos estadounidenses quiebren es noticia y los efectos de esto aún están por verse. Especialistas citados en distintos medios coinciden que una de las principales causas del cierre de los tres bancos son las tasas de interés elevadas de la Reserva Federal de Estados Unidos, más  conflictos internos de las instituciones e investigaciones en algunos casos por corrupción.

Hay que agregar un dato: los bancos más pequeños de EE.UU. perdieron alrededor de US$ 1,1 billones en depósitos durante el último año, de acuerdo con un reporte del banco de inversión JP Morgan. Ese dinero, según publicó Forbes EE.UU., se trasladó a bancos más grandes e inversiones en efectivo. Y cerca de la mitad de las salidas se produjo tras el colapso de Silicon Valley Bank.

En el caso puntual de Silicon Valley Bank, que acaba de protagonizar la segunda mayor quiebra de la historia de EE.UU., la caída se aceleró en 48 horas de furia en las que los clientes retiraron sus depósitos. ¿Deja vu ecuatoriano?. 

Recordemos también que este banco -con activos por US$ 209.000 millones- era fuente de financiamiento de cientos de startups y trabajaba muy de cerca con fondos de capital de riesgo por lo que su caída puede tener un efecto dominó en otros bancos y empresas del sector tecnológico, ya golpeadas desde el año pasado por una disminución de capital para mantener su crecimiento acelerado.

La conmoción subió de nivel con lo que está pasando en el banco suizo Credit Suisse, una institución con más de un siglo y medio de historia, pero que en años recientes también se ha visto salpicada por escándalos. El banco acaba de solicitar un préstamo (léase rescate) por US$ 53.000 millones al Banco Nacional Suizo luego de que sus acciones se desplomaran. Esta acción frenó un posible colapso bancario de efectos impredecibles y dejó ver que algo grave está ocurriendo en el sector financiero.

Y para añadir más incertidumbre y llegar a niveles casi de pánico financiero, el viernes pasado se supo que las acciones del Deutsche Bank también se desplomaron y avivaron el temor de un colapso bancario global y más de un analista colocó al banco alemán como un fuerte candidato para continuar este efecto dominó que tiene con los pelos de punta a autoridades, inversionistas y banqueros.

Tal como Credit Suisse, el Deutsche Bank también tiene un antecedente negativo, luego de que en 2017 pagara una multa de US$ 7.200 millones a EE.UU. por sus 'prácticas crediticias irresponsables' en 2006 y 2007. 

En conclusión, los fantasmas de un nuevo crack rondan el planeta, la economía global suma una nueva y dura amenaza, los mercados financieros siguen intranquilos y las fichas de la banca global pueden seguir cayendo. Marzo ya es inolvidable. (O)

loading next article
10