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Cómo cambia el juego de la IA tras la compra de US$ 15 mil millones de ScaleAI por parte de Meta

Richard Nieva

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El desembarco de Alexandr Wang en la firma de Zuckerberg agita el tablero tecnológico. Sospechas por filtraciones, caída de contratos y rivales que aceleran para quedarse con un mercado multimillonario.

17 Junio de 2025 18.30

El acuerdo millonario de US$ 15.000 millones por el que Cale AI decidió vender el 49% de su participación a Meta generó un fuerte sacudón en la industria. El trato incluyó la salida de Alexandr Wang, fundador y CEO de la startup, quien se irá para liderar un nuevo laboratorio de inteligencia artificial dentro del gigante tecnológico. 

La noticia encendió las alarmas: muchos ya especulan con que el negocio de etiquetado de datos de la empresa, valuado en US$ 14.000 millones, podría perder clientes frente a sus competidores.

Lo que preocupa es que Scale, hasta ahora líder en el servicio de etiquetado de datos para que las grandes tecnológicas y startups de IA entrenen sus modelos, termine revelando a Meta información sensible sobre los tipos de datos que usaron sus principales clientes para construir sus sistemas más sofisticados.

Un exempleado de Scale lo explicó sin vueltas en diálogo con Forbes: "Todos quieren desmantelar Scale ahora. Scale, como negocio, una vez que se integre a Meta, se derrumbará por completo".

OpenAI, uno de los clientes más importantes de Scale, ya empezó a reducir su colaboración con la empresa, según contaron cuatro fuentes que conocen el negocio. Dos de ellas aseguraron que el proceso lleva varios meses y que OpenAI viene evaluando nuevos posibles socios. En un primer momento, Scale AI evitó hacer comentarios, pero después de la publicación, el vocero Joe Osborne negó que OpenAI hubiera recortado su inversión en la compañía.

El acuerdo inesperado, que valora a la empresa en US$ 28.000 millones, dejó a Scale desorientada, según dijo el exempleado. También comentó que hay empleados preocupados por el nivel de acceso que podría tener Meta sobre proyectos anteriores, aunque la mayoría de los contratos incluyen la eliminación de datos una vez que los trabajos terminan.

Alexandr Wang.
Alexandr Wang  pasará a dirigir un nuevo laboratorio en Meta centrado en desarrollar lo que llaman superinteligencia.

En una declaración, Joe Osborne, vocero de Scale AI, respondió: "Este informe parece estar impulsado por competidores más pequeños y no podría estar más fuera de lugar".

Mientras tanto, los rivales más chicos de Scale ya se mueven para ganar terreno y buscan atraer a los clientes que desconfían por posibles conflictos de intereses en torno a los datos y la privacidad. Brendan Foody, CEO de Mercor, empresa valuada en US$ 2.000 millones, aseguró: "Ya estamos viendo una gran afluencia de demanda de clientes que están abandonando Scale AI".

Francis Pedraza, cofundador de Invisible Technologies, le dijo a Forbes que su compañía mantiene el compromiso de seguir siendo independiente. Por su parte, la startup Turing, que ya provee datos para entrenar modelos de OpenAI, Anthropic y Google, ve en el acuerdo una oportunidad para convertirse en una especie de "Suiza", es decir, un proveedor neutral de datos para los laboratorios de inteligencia artificial más avanzados. Su CEO, Jonathan Sidharth, explicó: "Los clientes quieren trabajar con alguien neutral que pueda apoyar a todos los laboratorios por igual".

Un inversor que respalda a uno de los competidores de Scale opinó que el acuerdo abre nuevas oportunidades para que otras empresas "capturen el espacio abierto dejado por Scale AI".

El acceso a datos humanos de buena calidad resulta clave para entrenar modelos de inteligencia artificial potentes. Por eso, los datos se volvieron una ventaja competitiva para gigantes como OpenAI y Anthropic en la carrera tecnológica. Scale AI, que facturó US$ 870 millones en 2024, tomó la delantera en el mercado de etiquetado al proveer enormes volúmenes de datos clasificados por humanos a empresas como Cohere, OpenAI y Microsoft. Sin embargo, la compra de casi la mitad de la compañía por parte de Meta podría modificar este escenario.

Scale creció a partir de un enorme ejército de clickworkers, en su mayoría trabajadores extranjeros, que ayudaban a los modelos de IA al darles contexto a millones de datos. Pero ese tipo de tarea se convirtió en algo común. En una entrevista de 2023 sobre Scale, Kevin Guo, cofundador de una startup que se desprendió del negocio del etiquetado, lo resumió así: "Cualquiera que organice un equipo puede competir contigo, y el precio se reduce rápidamente".

Un alto ejecutivo de una empresa de inteligencia artificial definió a Scale como "el sector de alimentos a granel del mercado de la capacitación en IA". Varias fuentes con conocimiento del negocio le dijeron a Forbes que la startup arrastra problemas de calidad. Un exempleado lo explicó así: "Prometen demasiado y venden demasiado, y luego, muy a menudo, no cumplen con lo prometido".

Alexandr Wang, uno de los multimillonarios más jóvenes del mundo con una fortuna estimada en US$ 3.600 millones a los 28 años, pasará a dirigir un nuevo laboratorio en Meta centrado en desarrollar lo que llaman superinteligencia: sistemas de IA que superen las capacidades humanas, según informó The Information.

Para formar ese equipo, Mark Zuckerberg ya está haciendo movimientos agresivos. Según trascendió, ofrece más de US$ 10 millones al año a investigadores de Scale AI, OpenAI, Anthropic y Google DeepMind para que se sumen al proyecto. También se involucró directamente en la búsqueda de talento: creó un grupo de WhatsApp llamado "Recruiting Party", contactó personalmente a posibles fichajes y hasta reorganizó los escritorios en las oficinas para que los investigadores se sienten cerca suyo, según informó Bloomberg.

El acuerdo todavía no se cerró y podría frenarse si los reguladores lo bloquean. Si llega a concretarse, representará una ganancia enorme para Alexandr Wang y los primeros inversores de Scale, como Accel e Index Ventures. Pero el futuro de la empresa sigue siendo incierto. Un exempleado senior fue tajante: "Esto fue excelente para Alex y los primeros inversores, pero terrible para todos los demás, incluyendo empleados y exempleados. No está claro cómo el acuerdo beneficia a Scale".

Los gigantes tecnológicos más poderosos del mundo llevan años compitiendo por liderar el desarrollo de inteligencia artificial. Meta, que creó su laboratorio en 2013, viene corriendo desde atrás frente a Google, OpenAI y Anthropic, sobre todo con sus modelos Llama de código abierto. La reputación de Meta en este campo se vio golpeada en abril, cuando la acusaron de haber inflado artificialmente los resultados de sus modelos Llama 4 (la empresa negó la acusación). La llegada de alguien como Wang podría darle un nuevo impulso a sus esfuerzos en IA.

Mark Zuckerberg también empezó a empujar a Meta hacia contratos con el sector defensa, y el área de la empresa de Scale que trabaja con gobiernos podría sumarse a esa estrategia. Aunque, como ya informó Forbes, esa parte del negocio no logró tener mucho peso hasta ahora.

Meta se suma así a una tendencia que vienen marcando las grandes tecnológicas: fichar a los fundadores de startups de inteligencia artificial más prometedoras. El año pasado, Microsoft incorporó a Mustafa Suleyman, uno de los fundadores de DeepMind, junto con todo el equipo directivo de Inflection, la startup de IA que él mismo había lanzado en 2022. Dejaron atrás una empresa que, en la práctica, quedó vacía. Meses después, Amazon firmó un acuerdo con Adept para licenciar su tecnología y contrató al CEO David Luan junto con su equipo fundador. Google hizo algo similar: volvió a contratar a Noam Shazeer, investigador que co-inventó la arquitectura de transformadores —clave en la IA generativa—, y que en ese momento estaba en su propia startup, Character.AI.

Matt Fitzpatrick, CEO de Invisible, explicó que a medida que los modelos se vuelven más complejos, también necesitan mayor especialización. Scale, Turing e Invisible ya dejaron atrás las tareas de clickworkers mal pagas y ahora apuntan a trabajos más sofisticados, que requieren médicos o profesionales con formación avanzada. Fitzpatrick destacó que el acuerdo con Meta subraya el rol clave de los trabajadores humanos en el entrenamiento de modelos de IA: "Esta es una apuesta a 10 años de que esto será muy importante durante mucho tiempo", dijo.

 

Nota publicada por Forbes US

 

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