El ecuatoriano que migra quiere cambiar su futuro o su destino. Y el protagonista de esta historia, Washington Leon-Jordan, es un claro ejemplo. Cuando cumplió la mayoría de edad, este compatriota viajó solo a Estados Unidos para cambiar una realidad que marcaba sus días. “Sucúa está en el Oriente y es un pueblo muy rural. En mi tiempo, no había agua potable ni electricidad”, recuerda.
“Muchas cosas han pasado. Ahora me encuentro rodeado de computadoras y tecnología”, cuenta Leon-Jordan. Entre aquellas situaciones por las que atravesó como migrante recién llegado a EE.UU. fue dedicarse a lavar platos. Es el tipo de trabajo que casi la mayoría de personas encuentra, si hablamos sobre el empleo de los migrantes. Este ecuatoriano asegura que salió del país con una visa de turismo y se estableció en Georgia, Atlanta.
“No sabía inglés, no tenía nada de dinero, no tenía nada”, enfatiza y añade que el único objetivo que tenía desde que tocó suelo norteamericano fue mejorar su condición de vida para ayudar a su familia.
Para Leon-Jordan, el panorama era complicado pero su esfuerzo lo llevó a navegar en una industria de la que nunca se interesó, pero que le abrió las puertas al éxito.
“Comencé a reunir dinero para iniciar la universidad y me demoré siete años en terminarla. Me quedaba sin dinero todo el tiempo”, cuenta. Leon-Jordan estudió Ingeniería en Sistemas: era una de las dos alternativas que tuvo para mantenerse en el país legalmente. A pesar de que “no era muy bueno para las matemáticas, ni la computación”.
Su primer trabajo en esta rama fue como programador en una empresa llamada Travel Card, dedicada a la emisión de seguros. Allí se mantuvo durante seis años, en donde aprendió sobre el mundo laboral y adquirió experiencia. Luego se mentalizó en escalar otros cargos. “Si quería ganar más o si quería progresar, tenía que hacer algo más. Me vi estancado”.
Trabajó durante un año en consultoría y luego, en 2011, llegó a Nimbo, una compañía que brinda servicios de Cloud Computing. “Esta oportunidad me permitió iniciarme como arquitecto de software de programación y llegué a ser Vicepresidente de tecnología”, asegura.
El ecuatoriano escaló en esta empresa y con él, el tamaño de la misma. “De tener cuatro colaboradores, pasamos a ser 42 en Estados Unidos y más de 20 en India”, cuenta.
Este ingeniero comenta que Nimbo fue parte de las 500 empresas que más rápido crecían en Estados Unidos, en esa época. Allí permaneció durante cuatro años hasta que fue comprada por Equinix, uno de los mayores proveedores globales de centros de datos y colocación para redes empresariales y computación en la nube. “La compañía fue vendida en US$ 30 millones y yo fui parte de su evolución. Incluso cuando estuvo a punto de irse a bancarrota, para mí fue una gran experiencia”, resalta.
Su primera experiencia al asumir un cargo como Vicepresidente ya estaba en su 'check list' de puestos por escalar. “Quería conocer el verdadero mundo empresarial. No me mantuve en el mismo sitio y apliqué para ser parte de Accenture”, cuenta. Esta empresa global tiene más de 700.000 colaboradores en el mundo y se enfoca en la consultoría estratégica y servicios tecnológicos. Ocupó el puesto de senior manager y tuvo a cargo a más de 40 personas. “Apagábamos incendios y teníamos proyectos con problemas que tenían un presupuesto de más de US $100 millones”, explica.
Leon-Jordan trabajó en Accenture casi tres años y comenzó una nueva etapa en innRoad, un software diseñado para satisfacer las necesidades de las empresas de hostelería y que opera en Estados Unidos y Canadá principalmente. “Fui también Vicepresidente de Ingeniería. Al inició éramos casi 40 personas y empezamos a hacer bien las cosas y llegamos a ser 350 colaboradores. Yo recluté a todos ellos y contacté a gente de Ecuador, India, Ucrania, Rusia”, dice. Este ecuatoriano había entendido que la clave para el crecimiento de esta compañía era encontrar talento regado en el mundo. Por cinco años esta fue su casa.
En diciembre de 2022 vino un nuevo cambio y llegó a Sonder. “La empresa está presente en unos 20 países, tiene alianzas con Airbnb y es una plataforma que administra alquileres a corto plazo, como hoteles de apartamentos, en América del Norte, Europa y Dubái”, explica. Leon-Jordan comenta que es una plataforma muy dinámica para el turismo y el alquiler de alojamientos. Allí, este ecuatoriano abrió sus horizontes y la experiencia que le faltaba a su hoja de vida: conocer sobre la inteligencia artificial. El boom de esta tendencia le permitió escalar otros peldaños.
“Lo más alto que podía llegar a ser en mi carrera era Chief Technology Officer y para lograrlo, salí de Sonder para ser parte de NextTaskAI, una compañía pequeña que lleva siete meses de operaciones”, comenta. En este lugar, con base en New York, este ecuatoriano desarrolla herramientas para utilizar inteligencia artificial en aplicaciones y programas. Enfatiza que las decisiones que se toman, sobre tecnología en las empresas, son “fuertes” para el futuro y su estabilidad. Next TaskAI cerró el año pasado con ingresos por US$ 1,1 millones, un equipo de 21 empleados y tres clientes.
¿Luego de estos 30 años ha cumplido con el objetivo que tuvo como migrante?. “A mis 22 años, mi familia estaba viviendo en un orfanato en Quito. No tenían casa. Con mucha felicidad puedo decir que mis tres hermanas están aquí: una es médico, otra es CTO de la Universidad de Wisconsin y mi otra hermana es administradora en un hotel de Minneapolis. Mi mamá al final pudo venir para acá y ahora vive con nosotros”, resalta.
“Yo quisiera compartir a mis compatriotas sobre eso. Hay nuevos campos que nos permiten obtener un beneficio económico y una oportunidad en el mundo. Lo que se traduce a que nuestra familia esté en mejor lugar”. (I)