Daniela García Noblecilla Periodista
Fernando Rosero nació en Puyo, provincia de Pastaza, en plena Amazonía ecuatoriana. Desde muy joven vio que el petróleo era un recurso y una fuerza que moldeaba la vida económica y social de su región. Tiene 38 años y recuerda que su interés por la industria surgió de manera natural. Primero por el entorno en el que creció y luego por la curiosidad que despertó en él un amigo del colegio que también veía en el sector petrolero un camino profesional. Por eso estudió ingeniería en Petróleos en la Universidad Central del Ecuador. Estaba convencido de que ahí encontraría la oportunidad de conectar sus raíces con un futuro prometedor.
Antes de graduarse, Rosero ya había dado el salto al mundo laboral. Su director de escuela lo recomendó como pasante en SLB (antes Schlumberger), una de las multinacionales más influyentes de tecnología y que en 2024 —en el país— tuvo ingresos por más de US$ 550 millones.
Su desempeño académico y su iniciativa por ayudar a sus compañeros a encontrar cupos de prácticas lo hicieron resaltar. Esta primera oportunidad se transformó luego en su primer contrato laboral. Así marcó el inicio de una trayectoria que se extiende por más de una década en una industria que exige excelencia y resiliencia. El inicio de su carrera en SLB estuvo marcado por una competencia silenciosa. Durante las pasantías (en el campo Coca y Orellana), el gerente de línea advirtió que solo uno de los dos estudiantes se quedaría en la empresa. Este ecuatoriano le propuso a su compañero que ambos se esforzaran al máximo para demostrar que los dos merecían el puesto. El plan funcionó. Ambos permanecieron en la compañía, lo que le abrió las puertas a su primer cargo como ingeniero de campo en Sacha (Petroecuador), Iro (Repsol) y Villano (Agip).
Ese rol lo llevó a escenarios desafiantes. Largas jornadas en los pozos, la responsabilidad de ejecutar operaciones críticas y el aprendizaje constante en una empresa donde la tecnología es su fuerte. Su paso por el campo le permitió dar resultados. Fueron tres años intensos en el campo hasta que llegó la transición a oficina, un cambio que al principio no buscaba, pero que fue determinante en su crecimiento profesional. Pasó de ejecutar trabajos técnicos a diseñar y planificar operaciones y más tarde a liderar equipos en ventas y operaciones. Asumió mayores responsabilidades en Ecuador, después en Colombia, Perú hasta que llegó a Arabia Saudita.
Hace tres años, Fernando Rosero como ingeniero de campo en Coca. En 2019, este puyense recibió la oportunidad de trabajar como customer engagement coordinator. El desafío coincidió con uno de los momentos más críticos: la pandemia de COVID-19 y el desplome del precio del crudo. Tras seis meses en Medio Oriente, tuvo que regresar a Ecuador en medio de una reducción drástica de ingresos. Su línea de negocio pasó de generar US$ 34 millones anuales a US$ 12 millones en 2020. Con una estructura reducida, Rosero asumió más responsabilidades. Entre sus hitos figuran el récord de perforación con una sola broca y la sección de 16 pulgadas más larga en la historia del país junto a Enap Sipec (petrolera estatal chilena); la mayor velocidad de perforación alcanzada en el campo Shushuqui con Pardaliservices; y el intervalo de conglomerado más extenso perforado con broca PDC en Ecuador para Orion.
En 2024, fue convocado nuevamente para integrarse a un equipo en Arabia Saudita, esta vez como sales lead para proyectos de gas con Saudi Aramco, la compañía estatal de energía y productos químicos más grande del mundo —con sede en Dhahran— y que en el segundo trimestre de 2025 reportó ganancias netas ajustadas de US$ 24.540 millones, según Statista.
Con su liderazgo, esa línea de negocio de SLB, alcanzó un 36 % de participación de mercado en gas con Aramco y se convirtió en el primer proveedor. En el área comercial, alcanzó US$ 21 millones en ventas, la cifra más alta en la historia de su línea de negocio. A eso sumó otro aporte como la implementación pionera de la tecnología Drill Out Feature en perforaciones para esta empresa.
Hoy, este experto dirige un equipo diverso con integrantes de Arabia Saudita, Egipto, Nigeria, Argelia y Rusia. Su responsabilidad combina dos frentes: alcanzar las metas de ventas proyectadas y garantizar la ejecución de las operaciones de gas para Saudi Aramco, donde actualmente supervisa 26 taladros activos. Su gestión también se enfoca en el desarrollo profesional de su personal. Este gigante tecnológico —SLB— reportó que, en el segundo trimestre de 2025, tuvo ingresos por US$ 8.500 millones a escala global.
La historia de Fernando Rosero muestra que el talento ecuatoriano puede trascender fronteras. Como él mismo resume: "Los ecuatorianos podemos estar en la primera línea de decisiones que mueven al mundo. Solo necesitamos creer en nuestro potencial y trabajar con excelencia". (I)