La Pinot Noir tiene fama de ser la "uva que rompe el corazón". Es exigente en el viñedo, difícil de cultivar y también presenta desafíos en la bodega. Pero cuando todo se alinea, una buena Pinot puede transformarse en algo extraordinario: compleja, con múltiples capas y muy distinta a esa botella brillante y frutada que compraste en el supermercado.

El punto es que no todas las Pinot están pensadas para guardarse durante años. Algunas se disfrutan mejor apenas salen al mercado, mientras que otras pueden evolucionar durante una década o más. Acá te contamos cómo distinguirlas y cómo aprovechar al máximo cada botella.

Qué le sucede al Pinot Noir a medida que envejece

El Pinot joven se destaca por sus jugosas frutas rojas —cereza, frambuesa, frutilla—, una acidez marcada y una textura sedosa. Con el paso del tiempo, esos sabores evolucionan y dan lugar a otros completamente distintos.

• Los tonos frutales cambian: las bayas brillantes se apagan y dan paso a notas de cerezas secas, higos o incluso una compota espesa.
• Aparecen aromas más terrosos: hongos, trufas, especias y ese carácter de "suelo de bosque" que los fanáticos del Pinot buscan en cada copa.
• La textura se vuelve más amable: los taninos se pulen y el vino gana uniformidad.
• La acidez sigue firme: esa frescura natural es la que convierte al Pinot en una variedad ideal para la guarda.

El resultado es un vino más profundo, que invita a la contemplación, siempre que desde el comienzo haya tenido lo necesario para envejecer bien.

No todos los Pinot Noir están destinados a envejecer

La mayoría de los Pinot Noir que hay en el mercado están elaborados para disfrutarse jóvenes. Muchos enólogos priorizan la fruta fresca y las texturas suaves, especialmente en regiones como California, Oregón o Nueva Zelanda. Por eso, esas botellas suelen lucirse en sus primeros años.

Señales de que tu Pinot puede envejecer

• De dónde proviene: las zonas de clima más fresco, como Borgoña, el valle de Willamette en Oregón o la costa de Sonoma, suelen dar vinos con mayor estructura.
• El productor: las bodegas con trayectoria en la elaboración de Pinot que resista el paso del tiempo son una apuesta más segura.
• A qué sabe ahora: si tiene una acidez firme, algo de taninos y fruta concentrada, probablemente tenga recorrido.

Si se trata de un Pinot de US$ 20, ideal para una comida de semana, no lo pienses demasiado: tomalo ahora, mientras está fresco y frutado. Pero si tenés un Borgoña de alta gama o un Pinot premium del Nuevo Mundo, puede valer la pena guardarlo. Unos años de paciencia podrían marcar la diferencia.

Cuánto tiempo debes esperar

Depende del estilo, pero esta guía rápida puede ayudarte:

• Pinot para todos los días (US$ 15 a US$ 30): lo ideal es tomarlo entre los 2 y 3 años.
• Pinot premium del Nuevo Mundo (California, Oregón, Nueva Zelanda): puede evolucionar bien entre 5 y 7 años, a veces un poco más.
• Borgoña de alta gama (Premier Cru, Grand Cru): si se guarda en buenas condiciones, puede mantenerse en forma entre 10 y 20 años.

Tené en cuenta que el Pinot apuesta a la elegancia, no a la potencia. Si esperás demasiado, la fruta puede apagarse y el vino se vuelve más "interesante" que realmente disfrutable.

Cómo almacenarlo

Si va a añejar un Pinot, el almacenamiento lo es todo. Las malas condiciones pueden arruinar hasta la mejor botella.

• Temperatura : Alrededor de 55°F (13°C), lo más estable posible.
• Humedad : Moderada, para evitar que los corchos se sequen.
• Luz : Ninguna. La luz ultravioleta es enemiga del vino.
• Posición : Botellas de lado, para que el corcho se mantenga húmedo.

Una vinoteca es la apuesta más segura, pero un sótano o armario fresco y oscuro puede funcionar a corto plazo.

Cómo saber si está listo

Acá es donde podés ponerte en modo detective:

• Revisá la añada: hay años que están mejor preparados para la guarda que otros.
• Comprá más de una botella: abrí una antes y seguí la evolución del resto con el tiempo.
• Buscá señales físicas: si el corcho sobresale o el nivel del vino está bajo, puede que ya haya pasado su mejor momento.

Al momento de abrirlo, dale un poco de aire. Una decantación suave o incluso dejarlo en la copa durante una hora puede ayudar a que aparezcan esos aromas sutiles del paso del tiempo.

El resultado final

Añejar un Pinot Noir puede transformar un gran vino en una experiencia inolvidable, pero elegir el momento justo es clave. Guardalo bien, conocé el tipo de botella que tenés y no tengas miedo de descorcharla mientras la fruta todavía está en su mejor momento.

Porque con el Pinot, el mayor disgusto no es cultivarlo, sino esperar demasiado y perder el punto justo.

Nota publicada por Forbes US