Llegó el momento de hablar sobre uno de los mercados inmobiliarios más caros de Estados Unidos. Su nombre no solo aparece en las películas de Hollywood, sino que se ha convertido en un enclave de ultrarricos y un destino turístico para aquellos curiosos que buscan, por casualidad, encontrar a sus ídolos o artistas favoritos. Los Hamptons se ubica en la península sur de Long Island, en Nueva York. La combinación de belleza natural, encanto histórico y tranquilidad provocó que esta zona se convierta en el destino veraniego para los habitantes más adinerados de la Gran Manzana.
Con facilidad el valor de las propiedades superan los US$ 100 millones. Con vistas inigualables a las orillas del mar, grandes salones, piscinas, canchas de tenis y otras amenidades, son espacios que necesitan de cuidado y mantenimiento. Ahí entra el ecuatoriano, Adrián Holguín, quien fundó Holguin Real Estate LLC para redefinir el lujo, con una visión empresarial.
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En una entrevista con Forbes Ecuador, Holguín narra ese viaje de perseverancia que lo llevó a construir su propia empresa con 23 años. Es ambateño de nacimiento y proviene de un hogar de migrantes. "Mis padres querían un cambio de vida y progresar un poco más" señala este emprendedor sobre la decisión familiar de trasladarse a Estados Unidos cuando él tenía cuatro años. Estudió la primaria en Florida, donde su madre trabajaba en un banco y su padre tenía una empresa de construcción. Juntos decidieron mudarse a Nueva York y comenzaron con su propia empresa para "manejar propiedades".
Esto implica, básicamente, el cuidado de las casas. Desde controlar a todos los proveedores, hasta organizar los mantenimientos dentro y fuera de la propiedad. "Estamos al tanto de cualquier detalle que se rompe o se daña. Cuando llegan los dueños verificamos que las personas de la limpieza o de la cocina estén realizando su trabajo. Mis padres lo hacen, pero yo quiero ir por lo grande".
Su espíritu emprendedor lo impulsó a forjar su propio camino. En 2021, comenzó desde cero, pero con el apoyo y los contactos de sus progenitores. Dejó la universidad, solo cursó dos años de Finanzas porque no se adaptó a estar sentado en una silla, enfrente del computador. Sin embargo, aquí adquirió el conocimiento básico para dar esos primeros pasos. Holguín creó una página web "muy básica" y encontró a su primer cliente, un hotel.
Tomó la experiencia necesaria y ese primer cliente se transformó en 10 casas fijas este 2025. Y en tres obras de construcción (renovaciones) con la importación de muebles y decoraciones desde Ecuador. "Mi meta es fabricar allá, mover un poco la economía de mi país y ayudarles a crecer" explica Holguín, al hablar sobre la diversificación que está viviendo su compañía. Por el momento, emplea a 25 personas, de las cuales el 98 % son compatriotas. Las viviendas que administra están valoradas desde los US$ 5 millones hasta los US$ 180 millones. "Nos enfocamos en los detalles y en brindar seguridad y privacidad a nuestros clientes. Normalmente, no viven aquí, solo visitan sus casas una o dos semanas al año, pero son inmuebles muy caros, que necesitan un mantenimiento los 365 días".
Holguín ha visto cómo sus clientes millonarios importan sus decoraciones de todo el mundo y su meta es que Ecuador sea un mercado atractivo para obtener muebles, alfombras, cuadros... Busca cerrar algunas alianzas con productores locales para que nuestro talento "brille en lo más top de Los Hamptons". Sus planes son expandirse a otras zonas, como: California (Beverly Hills), Florida (West Palm Beach y Miami) y Connecticut (Greenwich), donde la plusvalía y los ultrarricos no dejan de multiplicarse.
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Los US$ 2.000 de inversión inicial se convirtieron en US$ 25.000, ese primer año (2021). En 2024, su facturación fue de US$ 250.000 y sus proyecciones estiman cerrar con US$ 1,5 millones este año, gracias a sus nuevos giros de negocio. Con 27 años, Holguín es "el primero en levantarse y el último en acostarse". "No debemos dejar que los obstáculos nos detengan. Yo pienso que ninguna meta es imposible, con trabajo y dedicación, nada es muy grande".
Su filosofía es sencilla: "llegó un momento que paré y dije: 'no es imposible', pero cuando continué me di cuenta que sí, siempre hay que levantarse y seguir peleando por lo que uno quiere". Holguín mantiene un fuerte vínculo con Ecuador y visita el país varias veces al año. No descarta tener una pequeña finca en nuestras fronteras para que sea su escape, su propio "Hampton". (I)
