Pedro Maldonado Ordóñez Editor
José Javier Jaramillo y Maikel Muñoz nunca han saludado ni trabajado juntos de manera presencial. El primero, ecuatoriano, está radicado en Bogotá, Colombia, hace seis meses y es el CEO de Zigo, una traveltech que se expande por la zona andina. Muñoz, por su parte, es cubano y vive en Estados Unidos; es el CTO de la empresa.
Ellos se conocieron de manera virtual en 2020, pero trabajan juntos desde 2022 y acaban de presentar en agosto pasado Zigo Business, un nuevo servicio de esta startup que nació en 2018 con un enfoque: conectar hoteles de ciudades ecuatorianas medianas y pequeñas con ejecutivos mandos medios de empresas que viajan por el país. Durante la pandemia, contra todo pronóstico, la empresa aceleró su crecimiento y este año ya tiene una cartera de casi 800 hoteles (300 en Ecuador y los demás entre Colombia y Perú) que usan sus servicios.
Lo que inició con un enfoque en el mundo del hospedaje pasó a ser un ecosistema de viajes de negocios que trabaja con un modelo colaborativo. Zigo calcula cerrar con ingresos por US$ 7 millones este año gracias a las 115.000 noches de hospedaje reservadas y utilizadas en los hoteles con los que trabaja.
Jaramillo y Muñoz conversaron con Forbes Ecuador de manera remota. El CEO de Zigo cuenta que desde 2022 hasta la fecha "han pasado un montón de cosas. Nos hemos ido consolidando como una plataforma tecnológica para transformar los viajes de negocio". La misión de la traveltech es ser líderes en la región andina.
Los orígenes de esta startup del mundo de los viajes de negocio se remonta a una anécdota que vivió Jaramillo cuando trabajaba en el hotel de su familia, en Manta. "Un día, un alto ejecutivo de una importante empresa del sector de consumo hacía el check out y para que le emita la factura me dio un documento plastificado, en el que estaban la razón social, el RUC, la dirección, el correo electrónico de la contadora y otros datos. También me pidió que le haga la retención. Fue un proceso que duró cerca de 30 minutos. Entonces, me dije: 'No puede ser tan ineficiente el proceso de viaje de un empresario, de un ejecutivo'".
Jaramillo supo que había un problema por resolver, ergo un servicio por crear. Lo curioso fue que en el proceso de internacionalización que vive Zigo, Jaramillo se encontrado con frecuencia con situaciones similares en Colombia y Perú. Hace unos meses me reuní en Bogotá con representantes de una farmacéutica y entre risas admitieron que ellos 'operan' de la misma manera: con un documento 'plastificado'. "Confirmé que el problema está en toda la región".
Esos desafíos de las empresas son ahora la materia prima con la que Jaramillo y Muñoz trabajan. Con el uso de IA y otras tecnologías, Zigo transforma no solo el proceso operativo de reservar un cuarto de hotel, sino que también ofrece una solución para las áreas de contabilidad y para la gestión de costos de las empresas que usan la plataforma. "En Colombia la situación es más grave porque es un país enorme, con muchos destinos para viajes de negocios, con empresas que tienen 4.000 o 5.000 empleados con fuerzas de ventas de 400 personas que viajan por todo lado".
Muñoz toma la palabra y para hablar de lo que están haciendo en Zigo recurre a una pregunta que siempre le plantean otras personas: ¿qué hacen los ingenieros? "La respuesta es que los ingenieros de sistemas o de cualquier otra área resolvemos problemas. Y en Zigo estamos resolviendo problemas reales. Somos una empresa pequeña, pero tenemos un área de innovación muy grande. Entonces, a más de ofrecer soporte técnico, también estoy ayudando a que esta startup escale y para eso estamos en un mercado más grande como Colombia".
Para Muñoz, mantener los headquarters de Zigo en Ecuador y escalar al mismo tiempo solo es posible por el uso de tecnologías del siglo XXI, ahora que estamos con el tema de la inteligencia artificial. Zigo, dicen los dos voceros, es una solución ofreciendo un viaje ligero. "Facilitamos el trabajo al que gestiona el viaje, al que viaja y, muy importante, al que paga, es decir al equipo de contabilidad y de compras. Entonces, lo que nosotros queremos es que sea ligero el viaje para absolutamente todos", insiste Jaramillo.
Ambos están conscientes del momento que vive la empresa. Durante la conversación mencionan el libro Scaling Up: How a Few Companies Make It...and Why the Rest Don't, de Verne Harnish. En ese texto de cabecera para los emprendedores se aborda las etapas de crecimiento de empresas de base tecnológica. "Nosotros ya pasamos las primeras etapas, la de los 15 colaboradores, la de estabilizar los ingresos, hemos logrado justamente delegar, predecir y hemos armado un equipo de cerca de 50 empleados, el flujo de caja y ahora estamos en la etapa de escalar. El enfoque principal es el tema de la infraestructura. "Nuestra barrera principal fue justamente ejecutar el crecimiento, ejecutar el escalamiento y lo hemos hecho a través de procesos, creo que obsesionarnos con procesos ha sido parte clave".
Colombia, Perú y el futuro
La conversación con Jaramillo y Muñoz avanza y se hace más entretenida cuando hablan sobre la llegada a Colombia. Dicen que uno los grandes retos fue lograr alianzas con hoteles colombianos. "En Ecuador la operación es en menor escala y menos complicada y si uno buscaba abrir mercado en Guayaquil, por ejemplo, la clave era buscar cerca del aeropuerto y del Mall del Sol. Con eso se cubría gran parte de la ciudad".
En Bogotá la estrategia es diferente. La capital colombiana tiene cerca de 8 millones de habitantes y un PIB cercano al de todo el Ecuador (US$ 116.000 millones frente a US$ 124.000 millones). "Uno dice, Dios mío, ¿cuándo empezamos acá?", comenta Jaramillo y añade que para escalar en Bogotá fue fundamental armar alianzas con hoteles. En esa ciudad Zigo trabaja con cera de 450 hoteles. En Perú el ritmo es diferente; en Lima la traveltech trabaja con cerca de 25 hoteles.
Alineados para el fracaso
En medio de la entrevista Muñoz hace una revelación. "Lo que voy a contar no se lo he dicho ni a José. Zigo ha pasado por una transición muy particular. Cuando empezamos a trabajar juntos y revisando los libros de ingeniería veía que la empresa era el caso clásico alineado para el fracaso y ahora voy a explicar por qué y cómo lo sacamos de ahí".
Muñoz recuerda que Jaramillo no tenía experiencia en el manejo de proyectos tecnológicos y se toma el tiempo para explicar cuando una startup puede estar en riesgo. Menciona que cuando el proyecto es muy preciso, cuando el producto mínimo viable es muy estricto y cuando el presupuesto es muy corto es muy difícil manejar el proyecto de manera satisfactoria. "Pero Zigo aprendió de sus errores y salió adelante".
Ahora, con Zigo Business o Zigo 2 como lo llama Muñoz, la plataforma soporta la integración con herramientas de inteligencia artificial, herramienta que la están usando para tareas manuales como lectura de documentos y actividades muy repetitivas. "Por ahí estamos ahora dirigiendo las energías, para empezar a comernos esos procesos manuales y hacerlos con herramientas como la IA, de modo que sigamos creciendo y podamos expandirnos a otros países".
Los resultados hablan solos. La plataforma tiene cerca de 2.000 usuarios activos, trabaja con 350 empresas entre ecuatorianas, colombianas y multinacionales. "Y tenemos clientes que ya nos piden que cubramos desde México hasta Argentina". Al tema del hospedaje, que hoy representa el 75 % de los ingresos, se suma el transporte, por tierra y por aire, más los eventos de lanzamientos, reuniones con proveedores, team building, etc. "El año pasado hicimos 800 eventos y trabajamos en cerca de 250 destinos entre los tres países. Las farmacéuticas, por ejemplo, tienen que cubrir toda ciudad que tenga una farmacia".
¿Cuál es la meta en 10 años? Jaramillo no se demora y responde. "Convertirnos en un proveedor de viajes de trabajo cubriendo toda América Latina, todo acompañado de tecnología para que los proceso sean más sencillos". Y dejar en la historia los plastificados que llevan los ejecutivos. (I)