El partido entre Ecuador y Brasil no solo se juega en la cancha. Las casas de pronóstico usan un sistema de cuotas que refleja probabilidades. Si la cuota es 4, por ejemplo, significa que ese resultado tiene una baja oportunidad de ocurrir y por eso el pago es mayor. Pero si la cuota es 501, la señal es otra, casi imposible, pero tentador. El modelo está pensado así. Cuanto menos probable, más alto el premio.
Brasil parte como favorito en el mundo de los pronósticos deportivos. Las casas de apuestas lo dejan claro. En Ecuabet, su victoria paga entre 2,12 y 2,15, mientras que SportBet lo valora en 2,16. En otras palabras, una apuesta de US$ 100 devolvería entre US$ 212 y US$ 216, que es un poco más del doble.
Ahora bien, si el resultado es empate, la cuota va de 3,10 a 3,13. Es decir, US$ 310 a US$ 313 por cada US$ 100 apostados. Algo más jugoso, aunque aún dentro del rango de lo plausible.
Pero si se apuesta por Ecuador como ganador, ahí empiezan las recompensas más grandes. Las cuotas van de 4,00 a 4,25. Es decir, US$ 400 a US$ 425 por cada US$ 100 invertidos. Nada mal para una jugada de visitante.
Y en el mundo de la pasión, en la sección de "marcador exacto XL" de Ecuabet, aparecen resultados que multiplican por 500. Un 5-2 a favor de Ecuador, por ejemplo, con US$ 100 de por medio podría rendir US$ 50.100. Con US$ 1.000, serían US$ 501.000. Y, si alguien se atreve, con US$ 10.000, el boleto marca más de US$ 5 millones.
5-2, estadísticamente hablando es casi imposible, pero el sistema de cuotas lo premia como tal.
Desde el 1 de julio de 2024 rige en Ecuador un nuevo esquema fiscal. Según un boletín de prensa del Servicio de Rentas Internas (SRI), los premios obtenidos por jugadores en casas de pronósticos están gravados con un 15 % de Impuesto a la Renta.
Si alguien gana esos US$ 50.100, en realidad recibirá US$ 42.585. Si fueran US$ 501.000, el desembolso final sería de US$ 425.850. Así funciona la regla, aunque muchas empresas asumen esa pérdida para que el ganador no tenga que topar su pedazo el pastel.
Las plataformas de pronósticos deportivos venden posibilidades. La mayoría se enfoca en el corto plazo, en apuestas rápidas. Los marcadores exactos, especialmente los de cuotas extraordinarias, apuntan a otro perfil, uno que está dispuesto a arriesgar mucho por una improbable explosión de ganancia.
Para algunos, es una forma de entretenimiento. Para otros, una estrategia. Lo cierto es que el fenómeno crece, las cifras se disparan y el partido Brasil vs Ecuador es solo un ejemplo de lo que hoy se juega más allá de la cancha.
Si Ecuador gana 5-2, podría convertir a más de uno en millonario. Aunque el riesgo es real, y la decisión (como siempre) es personal. Apostar puede ser emocionante, pero también es una responsabilidad. A mayor riesgo, mayor ganancia. (I)