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Restaurante Barrio
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Barrio llega a Guayaquil con la esencia auténtica del sabor peruano

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El concepto de cocina peruana contemporánea del grupo MCK elige Guayaquil para su primera apertura fuera de Lima. Desde San Marino, Barrio apuesta por producto fresco, porciones generosas y una experiencia de bar y cocina que se adapta al paladar local, antes de expandirse a Quito y otras capitales de la región. Abrirá en la quincena de diciembre.

12 Diciembre de 2025 05.30

En Guayaquil acaba de nacer un nuevo "Barrio". No es un vecindario, es un concepto de cocina peruana contemporánea, una propuesta gastronómica que en Ecuador se suma a Osaka y Ko Asian Kitchen. Después de una década en Lima, Barrio cruza fronteras y elige a la Perla del Pacífico como su primera casa fuera del Perú. Abrirá en diciembre en el centro comercial San Marino, en un espacio diseñado para vivir la esencia del barrio en cada rincón.

Al frente de la propuesta culinaria está Luciano Caycho, chef corporativo de las marcas urbanas de MCK, con 23 años de experiencia en el rubro gastronómico y siete de ellos dentro del grupo. Su misión en Guayaquil es clara: aterrizar una cocina peruana sólida, fresca y honesta, que dialogue naturalmente con el paladar local bajo un concepto cercano al mercado y a la gastronomía con raíces populares.

"Barrio es una marca que celebra la cocina peruana en todas sus expresiones", explica Caycho. "Tomamos platos tradicionales, los reinventamos y reinterpretamos, sin perder el sabor clásico ni el espíritu criollo."

En su carta conviven cocina criolla de fonda y mercado; cocina del mar, con pesca del día y mariscos frescos; cocina amazónica y de la sierra, reinterpretada con técnicas actuales; y creaciones propias que "reviven" sabores clásicos en clave contemporánea.

Restaurante Barrio
Parte de la oferta de Barrio.

La filosofía es clara: menos es más. Pocos ingredientes, producto impecable, técnica precisa. La carta se construye sobre productos frescos de mercado, de temporada, con un énfasis especial en lo que ofrece el mar.

En Guayaquil, eso significa trabajar con pesca local, camarones, atún, cangrejos, conchas negras, pulpo y la riqueza de la costa ecuatoriana, integrándolos poco a poco al universo de la marca. "Uno de los detalles más sugestivos del espacio es la incorporación de los propios envases de ingredientes en la decoración. Estos empaques, cargados de sabor y origen, se integran como parte del paisaje culinario, recordándonos que la cocina nace de productos reales, de despensas vivas. Exhibidos frente a los comensales, evocan la autenticidad de una carretilla de barrio, donde los insumos están al alcance de la mano y cada preparación cuenta una historia."

Los imperdibles de la carta

Como en todo buen barrio, hay platos que se vuelven punto de encuentro y conversación:

Ceviche carretillero, la estrella de la casa. Inspirado en las carretillas de Lima, es una variante del ceviche clásico, hecho con pescado fresco, jugo de limón, una base de rocoto (ají peruano trabajado para mantener su sabor y moderar el picor) y coronado con pota o calamar crocante. Un plato nacido en la calle que hoy brilla en las mesas de los restaurantes más exigentes.

Lomazo al jugo (lomo saltado), que es la versión Barrio de uno de los íconos de la cocina peruana. Salteado al wok con vegetales, salsa de soya, carne de res local, papas doradas, arroz y huevo frito. Un ejemplo perfecto de la filosofía "menos es más".

Combinados, que se han convertido en un clásico dominguero en Perú y que encuentran nueva vida en Guayaquil. Se trata de un ceviche, arroz chaufa (primo del chaulafán) y chicharrón de calamar o pota crujiente en un mismo plato. Se ofrece en versión personal y para compartir entre 3 o 4 personas. Porque en Barrio, la comida está pensada para la mesa llena.

Para Barrio, el éxito de un restaurante no está solo en el plato, sino en la experiencia completa. Por eso, además de la cocina, el concepto se apoya en tres puntos clave: un bar protagónico, un servicio casual y dinámico, y equipos entrenados.  

El primer punto se enfoca en la coctelería de inspiración peruana, mucho pisco, infusiones y recetas propias. En el segundo, el servicio está diseñado para un restaurante de alta rotación que pueda recibir alrededor de 120 personas, sin perder calidez y cercanía; y en el tercero, los equipos son entrenados para que cada visita se sienta como llegar al barrio de confianza: relajado, auténtico y con ganas de volver.

Guayaquil es solo el comienzo. Mientras Barrio abre sus puertas en San Marino en la quincena de diciembre de 2025, el grupo ya proyecta nuevas aperturas en Quito y otras ciudades de la región. La promesa es la misma en cada destino: una cocina peruana contemporánea, con alma de barrio, que se adapta, adopta y celebra la ciudad donde llega.

Una marca peruana que adopta cada ciudad

La llegada a Guayaquil es el primer paso de un plan de expansión regional de Barrio. De la mano de Franquinter (grupo propietario de la marca en Ecuador), Barrio inaugura su primer local internacional, con una hoja de ruta que incluye Quito y otras capitales sudamericanas.

La visión es ambiciosa pero muy humana, para que cada país y cada ciudad aporte algo propio a la identidad de Barrio.

"Si bien es una marca de comida peruana, a futuro será una marca que se adapta al país donde llega", afirma Caycho. "Cada país irá sumando a la formación de un nuevo Barrio."

En Guayaquil, eso significa dialogar con una gastronomía local poderosa y profundamente criolla. La idea no es imponer, sino sumar, integrar sabores, productos y costumbres de la ciudad para que el guayaquileño sienta que este Barrio también es suyo. (P) 

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