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subsidios y seguridad social
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Así como hubo decisión para eliminar el subsidio al diesel, debe haber decisión para salvar al Seguro Social de Absurdostán, superando los temores del Tozudostán.

1 Octubre de 2025 15.47

Dos neologismos que tratan de definir la situación crítica, inaceptable e incomprensible de un imaginario país. El término Absurdostán se usa de manera satírica para describir un país donde el absurdo prevalece; es el título de una novela del escritor estadounidense de origen ruso Gary Shteyngart; Tozudostán es una acepción inexistente, no registrada en los diccionarios de la lengua española, que trata de interpretar la conducta de una nación que podría existir en el orbe.

Pensemos en una república agobiada por la pobreza generada por gobernantes deshonestos. que se enriquecieron al apropiarse del dinero que recibían por la venta del petróleo que se extraía de sus ricas entrañas, o por el cobro de sobreprecios en las obras altamente costosas que realizaban, o por acciones ilícitas como traficar droga en las valijas diplomáticas, o por borrar millonarias glosas a grandes empresas constructoras, acostumbradas a entregar generosas coimas a  los funcionarios que les contrataban o favorecían, mientras ocasionaban un claro perjuicio a la economía nacional.

Dios y la naturaleza dotaron de petróleo y minerales a las entrañas de Absurdostán, pero increíblemente gente nativa se opuso a la extracción legal y técnica de estos productos y favoreció, con su fiera oposición, a la explotación ilegal y contaminadora, que llena de dinero a los mineros irregulares, que poseen maquinaria compleja, muy costosa y armas para fortalecer su gestión oculta y disfrazada, en desmedro de la economía de este país del absurdo, mientras países vecinos, más coherentes y prácticos, incrementan su economía con la extracción de minerales y con la explotación masiva de petróleo, mientras, en contraste, en Absurdostán, se cierran pozos petroleros, se disminuye la explotación del hidrocarburo y el gobierno subsidia,  desde hace cinco décadas, los combustibles por un monto que de 1100 millones de dólares al año y un total de 65 millones desde su vigencia. 

El país es pobre y atraviesa un tremendo déficit económico, que agranda la trascendencia de las necesidades en salud, educación, seguridad social e inseguridad. Las angustias grandes obligan al sinceramiento y a los ajustes económicos. Varios gobiernos intentaron suprimir ese subsidio, no cumplieron el objetivo, porque sectores indígenas y sociales lo impidieron con inusitada violencia y con marchas agresivas y multitudinarias.

Sorpresivamente, el presidente de ese país emitió un decreto, mediante el que se suprimía el subsidio al diesel, porque no cumplía con los propósitos de ser temporal, estar adecuadamente focalizado y beneficiar al Estado y a sus destinatarios. Es evidente que no ha superado las condiciones de pobreza da la población, al contrario ha financiado actividades ilegales como el contrabando de combustibles, a través de las fronteras, ha servido para producción de estupefacientes, para fortalecer la minería ilegal y para ser utilizado en los vehículos de alta gama, que poseen menos del 0.5% de la población.  El costo político de esta medida es alto, el gobierno ha decidido exponerse, para mejorar las condiciones económicas y sociales del país y encaminar las finanzas públicas. Ha establecido medidas compensatorias para los sectores afectados.

Pese a las amenazas del espíritu de Tozudostán que ya se han hecho efectivas, por parte de supuestos líderes sociales, que sacan al pueblo a las protestas callejeras, el país necesita que se elimine el subsidio al diesel y que los dirigentes, que se oponen a esta medida, entiendan lo necesario y urgente de su implementación , en beneficio, sobre todo, de las grandes mayorías populares.

La demora en cristalizar la eliminación de este subsidio ha perjudicado a la economía de esa nación, que también sufre la amenaza de la desaparición de Instituto de Seguridad Social, pese a que, desde hace dos décadas se conocen sus falencias y problemas. Se han señalado reiteradamente los cambios estructurales que salvarían la subsistencia institucional, pero el temor a las protestas y amenazas de algunos dirigentes laborales del Tozudostán, impiden la aplicación, que es indispensable, urgente y necesaria para salvar al Seguro Social: 1.-reducir el abundante número de trabajadores, 2.-combatir la corrupción institucional, 3.- aumentar progresivamente (un año, cada cinco años) la edad de jubilación, 4.- aumentar ligeramente el monto de aportes de trabajadores  y empleadores, 5.- eliminar las atenciones gratuitas a los no aportantes, 6.- establecer una contribución más sustentable del Seguro Social Campesino. 7.-dar vigencia al Sistema Nacional de Salud.

Así como hubo decisión para eliminar el subsidio al diesel, debe haber decisión para salvar al Seguro Social de Absurdostán, superando los temores del Tozudostán. (O)

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