Mirar el bosque y no solo el árbol
Focalizar este subsidio es inminente y no creo que el Gobierno llegue a hasta junio sin que aplique esta medida. No podemos esperar que esa focalización sea perfecta, habrá que ir perfeccionando los mecanismos de su aplicación, pero la decisión debe ser asumida sin postergación.

El país continúa enfrascado en la discusión del impacto económico y político del próximo incremento del IVA. Sin embargo, quedarse en ese único tema es pecar de ingenuo. En realidad, Daniel Noboa logró surfear hábilmente una ola de la que podría, contrario a lo que se cree, salir fortalecido porque en poco más de dos meses ya puede hacer cálculos de nuevos ingresos para la caja fiscal por 3.500 millones de dólares, que son mucho más que los 1.300 millones proyectados por el alza del IVA.

Es más, me parece que la proyección del Ejecutivo respecto de los 1.300 millones de dólares que generaría un IVA del 15% es muy optimista. Difícilmente se logrará esa cifra porque no estamos hablando de un año completo de IVA al 15% sino solo de nueve meses, y además no se está tomando en cuenta que el movimiento económico posterior a la aplicación de un incremento tributario se ralentiza y tiende a normalizarse después de dos o tres meses, debido al nerviosismo que causa el impacto inflacionario. 

Aquí un consejo gratis para el gobierno: subir el IVA directamente al 15% subirá de una sola vez los precios al consumidor, pero si se aplica un alza de este impuesto de manera escalonada, el impacto inflacionario será más alto debido a la incidencia de la especulación en el mercado. 

Evidentemente serán las personas naturales quienes carguen con los costos del alza del IVA, pues no pueden utilizar crédito fiscal en sus declaraciones, a diferencia de las empresas y consorcios que sí pueden hacerlo. En este punto se cae el argumento presidencial de que no habrá escalada inflacionaria porque el 70% de los productos no gravan IVA de forma directa. Lo que no se dice es que el IVA grava a la gasolina y al combustible, y en ese momento causará la subida en el precio de los productos básicos de forma indirecta.

Todo lo aquí expuesto es solamente el árbol de un bosque mucho más grande. El gobierno ha puesto los huevos en diferentes canastas y si hace los cálculos correctos, obtendrá 3.500 millones de dólares adicionales para quitar algo de presión a la caja fiscal. Esto, gracias a un incremento al 5% del ISD, el impuesto de entre el 5% y el 25% a la banca y al cooperativismo, el impuesto a las utilidades extraordinarias de otros sectores distintos al financiero, y la amnistía tributaria y anticipo de Impuesto a la Renta fijada a los 499 contribuyentes más grandes del país.

Ese es el bosque y es importante mirarlo porque, a la larga, esos ingresos podrían darle también un respiro político al régimen si logra reactivar al sector social de la economía, pero ello no quita la necesidad de tomar una medida que será ineludible para Daniel Noboa: la focalización del subsidio a los combustibles.

Focalizar este subsidio es inminente y no creo que el Gobierno llegue a hasta junio sin que aplique esta medida. No podemos esperar que esa focalización sea perfecta, habrá que ir perfeccionando los mecanismos de su aplicación, pero la decisión debe ser asumida sin postergación. (O)