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La vida tiene esa forma extraña de sorprendernos. Cuando crees que estás en el fondo, de repente encuentras una fuerza que ni sabías que tenías. Esa fuerza es la que te ha traído hasta aquí, y es la misma que te va a ayudar a salir adelante.

7 Mayo de 2025 12.43

Sí, ya sé, suena medio cursi eso de escribirse una carta a uno mismo, pero qué quieres que te diga, a veces hay que hacer estas cosas para acordarse de que no eres un completo desastre. Tampoco te voy a venir a contar que eres el rey del universo, porque ambos sabemos que no es cierto, pero tampoco eres la última verdura vieja del supermercado. Por eso te escribo. Para que te acuerdes de lo lejos que llegaste, aunque a veces no parezca.

Las cosas por el pasado no andan bien, pero tampoco estarán mejor las que te tocan vivir en el futuro. Así es la vida. Esto simplemente para recordarte que da igual cómo estén las cosas, siempre habrá extraordinarios momentos para ser feliz y siempre hay que luchar por ellos. Por eso, el que dijo que todo tiempo pasado fue mejor es un nostálgico excesivo y un completo idiota. El progreso y las cosas buenas siempre se ven hacia adelante. Siempre mejoran con los meses.

Cuando recibas esta carta, yo del futuro, acuérdate siempre de que no existe trabajo, ni esfuerzo, ni culpa, ni problemas, ni pleitos, ni siquiera errores que no merezca la pena afrontar cuando la meta, al fin, es la alegría. Ahora que ya perdemos las primeras batallas, que esta vida sabe cuál es nuestra armadura frágil y las canallas lanzas de la pena atraviesan nuestra alma, tenemos también la responsabilidad de sobrellevar la vida con dignidad. No te abrumes y ten paciencia, siempre hay algo mejor, aunque demore en llegar.

Por eso, espero que cuando leas esto, hayas encontrado un poco de calma en medio de lo que sea que estés viviendo ahora mismo. Sé que hay días en los que todo parece demasiado, como si las preocupaciones fueran una sombra que no te deja en paz. Pero quiero que te detengas un segundo y escuches esto: todo va a estar bien. Aunque ahora mismo no lo sientas o no lo veas claro, te prometo que las cosas van a mejorar. 

Esto me lleva a decirte con claridad absoluta a través de esta misiva, y antes de que me olvide, que muy formalmente te solicito que dejes de tomar decisiones pendejas. Acuérdate que nada es para llevar, todo debe consumirse en esta vida. Los delivery´s no llegan al infierno. La vida es corta, no la gastes en criticarte todo el tiempo. Disfruta el viaje, que al final es lo que cuenta.

La vida tiene esa forma extraña de sorprendernos. Cuando crees que estás en el fondo, de repente encuentras una fuerza que ni sabías que tenías. Esa fuerza es la que te ha traído hasta aquí, y es la misma que te va a ayudar a salir adelante. Ahora, si no sabes que hacer, si la luna sólo te mira de reojo, puedes escribirme. Y si no se te ocurre nada brillante, me conformo con que pienses un minuto y me dejes un dibujo, de los que hacías cuando eras niño. A veces las respuestas están en la esencia, la capacidad de asombro y la inocencia de hacer las cosas por el gusto de hacerlas.

Acuérdate también que el mejor regalo no se valora, que es carísimo perder lo que no tiene precio. Aléjate de los que te hacen perder tiempo que, de las cosas valiosas, eso es algo que no se recupera. Huye de los que se tardan mucho en contarte una anécdota, de los que no concretan una conversación, de los que quieren hacerse los simpáticos, evita a los pesados y a los que te invitan a fiestas aburridas. Mejor, en los tiempos muertos puedes hacerte amigo tuyo. Conversa contigo. Los tiempos modernos están acabando con ese termómetro interno que nos indica que hay que serenarse. Ya nadie conversa mirándose dentro.

Cuando sientas que todo se acumula, haz una pausa. Respira profundo: inhala, exhala y haz zoooooom. Deja que las cosas fluyan.  Está bien sentirte abrumado, pero no dejes que eso te defina. Eres más fuerte de lo que crees. Tú eres mucho más que tus problemas. Y, por cierto, ¿te acuerdas de esas veces que te preocupaste por algo que nunca pasó? A veces nuestra mente exagera las cosas, así que intenta no adelantarte al futuro. Vive un día a la vez.

Podría seguir en esto, pero hay que ir cerrando. Como todo. Por eso, quiero que sepas que estoy orgulloso de ti. De todo lo que has logrado, de cómo has enfrentado cada reto y de quién eres hoy. Eres valiente, eres capaz y tienes todo lo que necesitas para superar lo que venga. Así que sigue adelante y confía en ti. En la última carta que Julio Cortázar le escribió a Alejandra Pizarnik le decía: "yo te quiero viva, burra". Pues yo también, burro.

Con cariño,

Yo

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