Forbes Ecuador
Diego Vargas
Liderazgo
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El ecuatoriano Diego Vargas sabe que el esfuerzo trae frutos. Aprendió a manejar un montacarga, se 'congeló' en Alaska, trabajó en un parque de diversiones y ahora es un talento de la gigante de Internet. Historia 100% inspiradora.

23 Octubre de 2023 10.24

La historia de Diego Vargas es un testimonio de determinación y perseverancia. Su combinación de habilidades profesionales y resiliencia personal le han llevado a una carrera profesional de éxito. Actualmente se desempeña como Senior Analyst de Business Intelligence de Google Play.

Vargas empezó en el área de Google Cloud como pasante en 2018, cuando estaba por concluir su maestría en Supply Chain Management, Data Analitycs y Big Data en Ross School of Business School, University of Michigan, EE.UU. Esta especialidad la cubrió con un crédito estudiantil por US$ 80.000 que lo está pagando poco a poco.  

La pasantía duró cuatro meses y Vargas pensaba que quedarse en la gigante tecnológica como parte del staff sería un milagro. Aplicó a esta multinacional, al igual que a otras 20 empresas, y cuando lo llamaron a una primera entrevista, sintió que estaba flotando en las nubes, no lo podía creer. Fueron varias semanas de diálogos y pruebas hasta que ¡Eureka! estaba adentro. 

¿Qué vieron ellos en Vargas? “Ellos buscaban un experto en cadena de abastecimientos para un producto físico que son las tarjetas de regalo, que se venden en más de un millón de tiendas a nivel global. Profesionalmente me ajustaba al perfil que requerían, pero sin duda mi historia personal de lucha, coraje y resiliencia les impactó.  Llegué a EE.UU.  en 2014 con US$ 1.000 en el bolsillo, por amor y lleno de sueños”.

Vargas conoció a Ángela Winston en Ecuador, cuando en 2010 ella vino a estudiar un semestre en la Pontificia Universidad Católica de Quito, donde este ejecutivo se graduó de Ciencias Administrativas y Contables. Cuatro años después se casaron y juntos se mudaron a New Heaven, Connecticut, porque su esposa iba a hacer su maestría en la Universidad de Yale. Recuerda que no podía trabajar hasta que sus papeles de migración estuvieran en regla. 

Estos trámites tomaron un año y en 2015 ingresó a Temple Turmeric, una pequeña empresa de consumo masivo, que se dedicaba a producir jugos de cúrcuma y que facturaba alrededor de US$ 2 millones anuales. “Empecé como cargador de pallets y botellas en bodega, aprendí a manejar un montacarga para poder organizar los productos. Era durísimo, pero no me iba a dar por vencido. En mi tiempo libre me dediqué a implementar un sistema de inventarios, eso le impresionó a mi jefe y en menos de tres meses me ascendió a gerente de inventarios y tres meses después fui gerente de cadena de abastecimientos”.

Mientras conversábamos por videollamada Vargas recordó que, en sus épocas de estudiante, aprovechaba los veranos para trabajar en EE.UU. con un programa de la universidad. Con una carcajada dice que la primera vez se congeló como un pingüino. “Me fui a Alaska por tres meses, trabajaba en una planta de procesamiento de salmón. Las botas ecuatorianas de caucho conocidas como las ´siete vidas´ me salvaron”. En las otras dos experiencias se 'chamuscaba' en Pensilvania en un parque de diversiones chequeando los cinturones de seguridad de una montaña rusa y en Carolina del Sur en el área de comidas de un resort.

Sus habilidades para liderar proyectos y tomar iniciativas le han permitido desarrollar una carrera profesional en Google, este gigante tecnológico que facturó el año pasado casi US$ 280 mil millones y emplea a 150.000 personas. El éxito financiero de esta multinacional ha tenido gran peso tanto la diversificación de su gama de productos como su estratégica expansión, que engloba varias operaciones de compraventa y adquisición. Google ha desarrollado más de 250 servicios, aplicaciones y productos para más de mil millones de usuarios.

En 2018, Vargas se mudó a Mountain View, California, con su familia y desde entonces vive un fascinante viaje profesional que empezó comoSupply Chain Analyst. Su función era la optimización en el abastecimiento de materiales para las tarjetas de regalo. “Aplicamos las matemáticas en un 100 % para calcular la cantidad adecuada para evitar tener inventario en bodega. Me fue muy bien, en nueve meses me ascendieron a Business Intelligence Analyst. Me enfocaba en analizar la data y métricas para tomar las decisiones. Por ejemplo, en 2020 se lanzó el juego Pokemon Go y explotó en ventas. El seguimiento lo hacíamos en tiempo real y eso nos permitió reaccionar inmediatamente. También desarrollé un pronóstico de ventas utilizando Inteligencia Artificial (IA), con lo que proyectábamos las ventas a nivel global y subimos en un 95 % la precisión, con lo que reducimos costos y crecimos”.  Esta última innovación fue un trampolín para que en abril de 2021 sea nombrado Senior Analyst y desde hace tres meses es la cabeza en Business Intelligence de Google Play.

Padre de un hijo y de otro que viene en camino, los fines de semana sale con su familia a explorar y disfrutar de los parques nacionales cercanos. Para desestresarse toma su bicicleta todoterreno y por horas recorre la zona montañosa de Santa Cruz. Para él es importante mantener contacto con su familia en Ecuador, por lo que trata de venir cada dos años. Extraña la comida, sobre todo el seco de pollo y un buen encebollado.

La visión futura de Vargas es pasar a la división filantrópica de Google para colaborar con proyectos sociales y con sus conocimientos generar un impacto positivo a favor del cambio climático. Mientras tanto seguirá dejando huella en su camino con confianza, perseverancia y valentía. (I)

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