Lodo, piedras, pendientes imposibles y charcos de agua fueron parte del circuito extremo diseñado por Cochez S.A. para poner a prueba el ADN del nuevo Land Rover Defender. El resultado: una demostración de cómo la marca británica combina ingeniería de alto rendimiento con la más avanzada tecnología, consolidando su legado de robustez desde la Segunda Guerra Mundial hasta las superautopistas actuales.
José Antonio Burneo, gerente general de Cochez S.A. —representante oficial de Jaguar y Land Rover en Ecuador— presentó las distintas versiones del Defender 110 de cinco puertas, destacando la capacidad de la marca para adaptar un vehículo de lujo a las condiciones más desafiantes, sin perder confort ni sofisticación.
La versión top, el Defender OCTA fue el gran protagonista de la jornada. Este modelo de alta gama incorpora un motor V8 4.4 turboalimentado de 635 Hp, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 4 segundos. Se acompaña de tracción total permanente, rines de 20 pulgadas en acabado negro, cámaras de visión 360° y 3D, y un sistema de suspensión neumática que se ajusta a cualquier terreno. Su interior refleja un enfoque premium: sistema de audio Meridian Signature, asientos con calefacción y ventilación, ergonomía avanzada y pantallas de control intuitivo que convierten la experiencia de conducción en un ejercicio de poder y confort. Su precio de entrada: US$ 350.000.
En un rango diferente, pero no menos competitivo, se presentó el Defender 110 Air Dynamic, impulsado por un motor V6 3.0 turboalimentado de 400 Hp. Esta versión equilibra desempeño, seguridad y eficiencia, con un precio que inicia en US$ 145.000.
La presentación incluyó una exhibición de modelos anteriores del Defender y una charla magistral del piloto de rally Sebastián Guayasamín, quien destacó la resistencia de la marca en condiciones extremas y cómo la innovación tecnológica ha elevado los estándares de seguridad y rendimiento.
Sus recomendaciones técnicas fueron la antesala perfecta para el momento más esperado: la prueba de manejo en la pista todoterreno, donde cada vehículo confirmó que Land Rover combina la fuerza de un todoterreno con la suavidad de un SUV de lujo.
Más allá de la potencia y la ingeniería, Burneo subrayó la propuesta de valor posventa: garantía de tres años o 100.000 km, mantenimientos cada 10.000 km y personal técnico certificado en nivel L4. Actualmente, Cochez S.A. concentra su operación en Quito, pero proyecta expandirse a Guayaquil en menos de un año, con la expectativa de colocar 100 unidades en el mercado ecuatoriano entre las líneas Defender, Range Rover y Discovery.
Con el nuevo Defender, Land Rover no solo refuerza su legado todoterreno: eleva el estándar del lujo funcional y competitivo, posicionando al modelo como un referente en el segmento premium para un mercado cada vez más exigente. (I)
