Este personaje nació en Loja. Sus estudios secundarios los terminó en el Colegio Santa Mariana de Jesús, donde encontró una conexión con el mundo de los números. La influencia de su padre (también ingeniero) y una clase de física la llevaron a estudiar ingeniería eléctrica en la Universidad de Cuenca. Esa fue la primera vez que dejó su ciudad natal, sin saber que sería el inicio de muchas aventuras, en varias ciudades, países y continentes.
"En ese entonces se hablaba del primer parque eólico de Ecuador y eso me motivaba. Hoy, la Central Eólica Villonaco es una realidad". Durante sus años universitarios, tuvo algunos trabajos no formales para financiar su educación y, al mismo tiempo, forjar esa iniciativa y determinación que la caracterizan.
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Su primera experiencia formal fue como asistente en el Consejo de Educación Superior (Conesup). No solo realizó diseños eléctricos para los edificios que estaban a cargo de esta institución, sino que se enamoró del sector público. Con 25 años se mudó a Quito e ingresó al Ministerio de Electricidad y Energía Renovable. Durante un año y medio se desempeñó como analista de eficiencia energética, lo que le permitió conocer de cerca el sistema y gestionar, principalmente, proyectos de alumbrado público.
Inspirada por su trabajo, Eras decidió continuar su formación académica. Obtuvo una beca de la Senescyt para cursar una maestría en energías renovables y medioambiente en la Universidad Politécnica de Madrid. Tras concluir, regresó a Ecuador, primero a Cuenca, a la generadora Elecaustro y luego a Galápagos, donde asumió el cargo de Directora de Planificación en la Empresa Eléctrica Galápagos por dos años. "Esto me ayudó a tener una visión más estratégica y a interesarme por la política pública".

En esa búsqueda constante de superación, Eras financió con sus propios ahorros una segunda maestría presencial en desarrollo económico y políticas públicas en la Universidad Autónoma de Madrid. Otra vez, al finalizar, regresó a nuestras fronteras para incorporarse al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), lo que le permitió ser asesora especialista en energía para el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable en proyectos a nivel nacional.
Esta lojana destaca su participación en el diseño de la primera tarifa para movilidad eléctrica y su liderazgo en la elaboración del primer Plan Nacional de Eficiencia Energética y la primera guía de eficiencia energética para el país. "Eso ha sido uno de los hitos en mi carrera porque sigue aplicándose".
Como buena estudiante, esta 'mujer power' continuó su camino en la academia y realizó un doctorado en energía solar fotovoltaica en el Instituto de Energía Solar de la UPM. Aquí combinó el aspecto técnico con la política pública, el tema social y el desarrollo de negocios. Su tesis, con un 70 % de trabajo de campo, la llevó a países como Argelia (a campos de refugiados) y Bolivia, donde investigó proyectos de acceso a la energía en comunidades remotas. Las Islas Galápagos también fueron parte fundamental de esta investigación.

Después de un breve periodo de desconexión en Ecuador, tras finalizar su doctorado, esta lojana buscó una oportunidad en un organismo internacional. Actualmente, trabaja como experta en proyectos de energía renovable para la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), cubriendo regiones de América Latina, África y Asia. De acuerdo con su página web, este organismo ejecuta programas en aproximadamente 120 de sus Estados miembros. En 2023, ejecutó una cartera de 636 proyectos, con un valor de US$ 1.350 millones. Este año, en las Américas, cuenta con siete proyectos, con un presupuesto que supera los US$ 600.000.
Aquí, la labor de esta ecuatoriana abarca desde el diseño hasta la implementación de proyectos, involucrándose en la generación de capacidades y la conexión de sistemas fotovoltaicos a la red. Un componente crucial en su día a día es la conexión con gobiernos, el sector privado y la academia para asegurar que los planes respondan a las necesidades de la sociedad.
El blog que se convirtió en una red
El COVID-19 en 2020 fue un catalizador para la creación de Energy From Women, una red transdisciplinar de mujeres. La idea surgió al observar el impacto energético de la pandemia y la falta de mujeres referentes en las discusiones del sector. "La meta era visibilizar a mujeres y su aporte en energía y acción climática". La red, que nació como un blog, cuenta con cerca de 30 mujeres de diversos perfiles y de países como: España, Ecuador, Colombia, Chile, Perú, México, Rusia, Bolivia, Argelia, Brasil y Estados Unidos.

De acuerdo con información del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las mujeres solo representaron el 22 % de la fuerza laboral del sector energético a nivel mundial en 2022. El BID asegura que esa cifra llegó al 24 %. Por ejemplo, en España, la Asociación Española de Mujeres de la Energía explica que la presencia femenina en 2020 en este sector fue del 29,4 %, aumentado un 2 % anual desde 2010. De acuerdo con la Cámara de Comercio de Quito, en América Latina, la participación femenina en roles STEM apenas rozó el 9 % en 2024 e IY asegura que necesitamos 132 años para cerrar la brecha de género.
La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) también sostiene que los hombres constituyen casi el 74 % de la fuerza laboral total en el sector energético, en América Latina y el Caribe. En energías renovables las mujeres ocupan aproximadamente un 32 % de los empleos, en el sector de petróleo y gas esta cifra se reduce al 22 %. De igual manera, aunque las mujeres representan aproximadamente el 60 % de los graduados universitarios en la región, solo 30 % opta por carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). A estas desigualdades de género se suma el desafío de la pobreza energética, hoy cerca de 17 millones de personas en la región carecen de acceso a electricidad.
Por estas cifras, Energy From Women tiene dos objetivos principales: visibilizar a la mujer profesional en el sector energético y en actividades ligadas a la acción climática; y reconocer a las lideresas comunitarias, aquellas mujeres que, viviendo en entornos vulnerables, son clave para el desarrollo de sus comunidades a través de la energía. Entre sus proyectos, Eras destaca la revitalización de un sistema de generación en una escuela en Arauca, Colombia, y un proyecto en Brasil para mejorar la red eléctrica de una asociación que asiste a niños y jóvenes con problemas de adicción.

Esta red de mujeres también se enfoca en diseminar conocimiento y dar charlas sobre la importancia de integrar aspectos de género en las organizaciones.
Eras, a sus 40 años, no se cierra a la posibilidad de regresar a Ecuador en el futuro, aunque está establecida en Madrid con su esposo y su bebé de 10 meses. "Soy una enamorada de mi país, intento ir al menos una vez al año a visitar a mi familia". Para ella, el futuro de Energy From Women implica seguir creciendo, fortaleciendo sus objetivos y fomentando la sororidad entre sus integrantes. Asimismo, busca establecer cooperaciones con otras redes de mujeres en el sector y desarrollar programas de mentorías.
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Esta ingeniera enfatiza en la importancia de construir espacios de confianza para las mujeres, especialmente en un sector como el energético. "Este tipo de espacios son muy importantes para construir sociedades más justas, donde todavía la voz de la mujer no es escuchada".
Ante la crisis energética que vivimos, Eras reitera la necesidad de tener más mujeres en la toma de decisiones, aportando su conocimiento y experiencia a las soluciones que el país requiere. "El talento que tiene Ecuador es maravilloso. Y esperamos que en los próximos comités técnicos tengamos más mujeres aportando". (I)