En el mundo, la movilidad eléctrica busca espacios con fuerza. Según datos de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), en 2023 circularon cerca de 40 millones de autos eléctricos. China (10,3 millones de unidades), Europa y Estados Unidos concentran la mayor parte de este parque automotor y también lideran la infraestructura para su funcionamiento, según Statista.
Solo en EE.UU. operan aproximadamente 160.000 estaciones de carga, de acuerdo con Blink Charging. Las proyecciones de Grand View Research apuntan a que este mercado global alcanzará los US$ 125.390 millones en 2030.
En Ecuador, el desarrollo de estas bases toma impulso principalmente por el sector privado. Una de las iniciativas más visibles es la de Kia, que afirma que tiene una red que combina puntos de carga intermedia y rápida. La inversión total de ellos —que permite cargar el 80 % de la batería de un vehículo en 20 minutos— ronda los US$ 2 millones por las 7 electrolineras que se ubican a escala nacional.
Se pueden encontrar en Quito, Guayaquil, Santo Domingo, Ambato, Manta, Machala, Tonsupa, Ibarra, Cuenca, Salinas, Riobamba y Galápagos. La firma tiene proyectado este año llegar a las 15 electrolineras y para el 2026 construir 10 más.
Cada punto rápido tiene un costo de construcción de entre US$ 120.000 y US$ 130.000, y cuenta con dos cargadores, lo que permite atender simultáneamente a dos automóviles. En el caso de los terminales intermedios, la potencia es menor y su función principal es cubrir emergencias. Lo que quiere decir que aporta entre el 10 % y el 15 % de abastecimiento energético por hora.
La ubicación de estos terminales responde a un análisis de los trayectos más transitados por los clientes de la marca. Entre ellas están la ruta de los Lagos, que conecta Quito con Ibarra y el norte del país; la Spondylus, con 790 kilómetros de extensión por la Costa; y los corredores de la Sierra central, que unen Quito con Ambato, Riobamba y Cuenca. Estas ubicaciones permiten realizar viajes interprovinciales. La autonomía de algunos modelos de esta marca llega hasta los 700 kilómetros.
José Antonio Rosales, gerente de Kia en Ecuador, explica que este conjunto de estaciones busca ofrecer cobertura nacional para que los usuarios puedan planificar viajes de larga distancia con la seguridad de encontrar puntos de recarga en el camino. Aunque todavía no hay cifras exactas sobre el uso promedio de cada estación, los picos de demanda se registran en feriados y temporadas vacacionales, especialmente hacia destinos de la Costa y la Amazonía.
Si bien el sistema de cobertura está destinado exclusivamente a clientes de Kia, Rosales no descarta que, a futuro, puedan evaluarse alianzas con otras marcas. Por ahora, la estrategia es consolidar la red de soporte y garantizar un servicio estable a su base actual de usuarios.
Además, la compañía prevé iniciar un proyecto de granja fotovoltaica, con una inversión estimada de US$ 3 millones, que generará energía para abastecer tanto a los centros de recarga como a sus concesionarios y talleres. "Es parte de un compromiso con la transición energética y la generación de energía limpia". (I)