Waymo, la primera empresa en explotar un servicio público de robotaxi, se prepara para otro gran paso: transportar pasajeros por autopistas en vehículos autónomos, no sólo por calles urbanas y suburbanas de menor velocidad.
A partir de este mes, la unidad de Alphabet Inc. planea empezar a circular con sus SUV eléctricos Jaguar I-PACE por tramos de autopista en los alrededores de Phoenix. Funcionarán en modo totalmente autónomo, transportando inicialmente sólo a empleados de Waymo. La empresa, viene desarrollando tecnología de conducción robótica desde 2009, no dijo con qué rapidez ampliará el servicio a los clientes que pagan, pero pretende ser la primera en hacerlo.
Aunque las autopistas son más sencillas de recorrer que las calles de las ciudades, ya que carecen de intersecciones complicadas, giros y, normalmente, peatones y ciclistas, existen otros riesgos relacionados con las altas velocidades o los objetos inesperados en los carriles. Waymo se siente cómodo poniendo sus vehículos allí después de años de pruebas con camiones pesados robotizados, dijo Boris Sofman, director senior de ingeniería, a Forbes.
"La base del aprendizaje y el tipo de experiencia sobre cómo afrontar los desafíos únicos de las autopistas" proviene del trabajo de la empresa con semirremolques, explica. El objetivo es que el "Waymo Driver", nombre que la empresa da a su sistema de inteligencia artificial, tenga las mismas capacidades con independencia del tipo de vehículo o de su ubicación. "Invertimos una cantidad significativa de esfuerzo en integrar nuestra pila de tecnología en todas nuestras plataformas para tener un conductor en todos los autos, camiones y todas las geografías".
Es un movimiento audaz que parece casi atrevido en medio de un mayor escrutinio gubernamental de la tecnología de conducción automatizada, despertado por los problemas de seguridad de su rival Cruise y las retiradas masivas de vehículos Tesla en Estados Unidos y China debido a deficiencias en su problemático software de asistencia al conductor Autopilot.
En noviembre, Cruise, respaldada por General Motors, perdió su licencia para operar un servicio de robotaxi en California después de que uno de sus vehículos atropelló y arrastró a un peatón en San Francisco que fue golpeado momentos antes por otro auto. Desde entonces, la empresa interrumpió el funcionamiento de toda su flota y despidió a casi una cuarta parte de su plantilla. Waymo, que opera un servicio de viajes sin conductor de pago en los alrededores de Phoenix y está probando robotaxis en San Francisco, Los Ángeles y Austin, evitó hasta ahora accidentes graves y atropellos de peatones en sus 15 años de existencia.
Sofman dijo que la empresa sabe que su flota autónoma va a ser vigilada más de cerca por los reguladores debido a los problemas de otras empresas. Aun así, "no cambiamos nada en nuestra forma de trabajar. Siempre fuimos abrumadoramente conscientes de la seguridad y nunca comprometemos eso", dijo.
Waymo dijo que está manteniendo informados de sus planes tanto a Arizona como a la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, o NHTSA, que es responsable de la seguridad en las carreteras, como siempre lo hizo.
A lo largo de los años hicimos que se sientan más cómodos cuando les decimos: "Eh, vamos a dar este gran paso. Esto es lo que vamos a hacer, cuándo lo vamos a hacer y, más o menos, cómo enfocamos los aspectos de seguridad y todo lo demás'", explica Sofman. "Creo que hay una buena voluntad y una confianza que se construyó y que estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de preservar".
En julio de 2023, Waymo dijo que estaba priorizando el desarrollo de su servicio robotaxi, paralizando los esfuerzos para lanzar un negocio de camiones autónomos. Sofman dirigió anteriormente ese programa.
Más allá de los problemas de Cruise, los accidentes relacionados con la engañosamente llamada función de "autoconducción total" de Tesla -que requiere que los usuarios la supervisen en todo momento para estar preparados para tomar el control- ilustran los problemas que pueden producirse en las autopistas. En enero de 2023, un conductor que utilizaba el software de Tesla provocó una colisión múltiple de ocho coches en un túnel del puente de la bahía de San Francisco cuando el vehículo frenó bruscamente y se desvió hacia el carril izquierdo sin motivo aparente, hiriendo a nueve personas y enviando a un niño al hospital.
"El riesgo es directamente proporcional a la velocidad de las operaciones, y como vimos en el túnel del Puente de la Bahía el año pasado, cuando un auto con visión computarizada realiza una maniobra de frenado fantasma a 65 mph, los resultados pueden ser bastante catastróficos", dijo Missy Cummings, quien dirige el Centro de Autonomía y Robótica de la Universidad George Mason y anteriormente fue asesora de seguridad de la NHTSA. "Aunque este auto era un Tesla, todos los autos de conducción autónoma tienen este problema. Superar este problema va a ser un gran obstáculo".
