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Giuseppe Marsocci, director general comercial de Giorgio Armani (Photo by Marco
Negocios

Multa millonaria a Armani: el escándalo de US$ 4 millones que sacude a la industria de la moda

Pamela Danziger

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Mientras festeja su medio siglo con desfiles y lanzamientos, la firma quedó envuelta en una investigación por abuso laboral y mensajes engañosos sobre su compromiso social. La sanción oficial pone en jaque el prestigio del "Hecho en Italia".

6 Agosto de 2025 05.29

La Autoridad de Competencia de Italia multó con US$ 4 millones (3,5 millones de euros) al Grupo Giorgio Armani por considerar que hizo "declaraciones éticas y de responsabilidad social que eran falsas y presentadas de una manera poco clara, inespecífica, inexacta y equívoca", según informó Reuters.

La compañía, que es privada, anunció que va a apelar la decisión. A través de un comunicado expresó su "decepción y amargura" por el fallo, y aseguró: "Giorgio Armani siempre operó con la mayor justicia y transparencia hacia los consumidores, el mercado y las partes interesadas, como lo demuestra la historia del grupo".

La evaluación de la Autoridad Garante de la Competencia y el Mercado (AGCM), que pone en duda la integridad del Grupo Armani y sus marcas de lujo —Giorgio Armani, Emporio Armani y Armani Exchange—, llega en un momento especialmente incómodo. La empresa está celebrando su 50 aniversario con una batería de eventos y lanzamientos de productos de alto perfil. El año pasado facturó US$ 2.400 millones, según datos de Forbes.

Giorgio Armani en la mira

La investigación de la AGCM apuntó a las declaraciones incluidas en el Código de Ética del grupo y en la sección "Valores de Armani" publicada en su sitio web. Esto se conoció después de que el Tribunal de Milán dispusiera la intervención judicial del Grupo Armani por presunto abuso laboral y condiciones de trabajo inseguras en los contratistas que trabajan para GA Operations, el brazo de fabricación de la empresa.

Giorgio Armani (Photo by: Bildagentur-online/Schoening/Universal Images Group via Getty Images)
(Foto: Bildagentur-online/Schoening/Universal Images Group via Getty Images)

La intervención judicial ordenada por el tribunal fue suspendida a comienzos de este año. Sin embargo, la AGCM decidió avanzar igual con su evaluación y exigió explicaciones a la empresa. En su fallo, repitió las acusaciones que ya habían surgido en investigaciones anteriores: se habrían retirado dispositivos de seguridad de algunas máquinas para aumentar la producción y las condiciones sanitarias e higiénicas no cumplían con las normas vigentes.

La AGCM sostuvo que los responsables de GA Operations estaban al tanto de estas condiciones laborales. Como prueba, citó un documento interno de la empresa fechado en 2024: "En el mejor de los casos observados, el entorno laboral se encuentra en el límite de lo aceptable; en otros casos, existen serias preocupaciones sobre su idoneidad y los estándares de salud".

Aunque desde Armani sostienen que el levantamiento de la intervención judicial del Tribunal de Milán debería servir como respaldo, la AGCM no lo consideró suficiente. La autoridad sancionó a la empresa por engañar a los consumidores al promover un supuesto "fuerte compromiso con la sustentabilidad", en especial en lo que respecta a la responsabilidad social y al cuidado del bienestar y la seguridad de los trabajadores. Según la resolución, esa narrativa se usó como una herramienta de marketing para responder a las mayores exigencias del público.

El "Hecho en Italia", bajo la lupa

El fallo contra Giorgio Armani es un nuevo revés para la industria de la moda identificada con el sello "Made in Italy". Otras marcas de peso ya quedaron bajo investigación judicial por denuncias de abuso laboral en sus cadenas de suministro. Entre ellas están Dior y Loro Piana, pertenecientes al grupo LVMH, además de la firma privada Valentino y la marca de artículos de cuero Alviero Martini.

En mayo, la Prefectura de Milán presentó un memorando de entendimiento que apunta a garantizar la legalidad de los contratos dentro de las cadenas de producción de moda. El documento promueve principios como legalidad, equidad y transparencia con el objetivo de proteger el prestigio del sello "Hecho en Italia". Fue firmado por cámaras empresarias, sindicatos y autoridades judiciales del sector, aunque no tiene carácter obligatorio.

Más allá de las buenas intenciones, el daño a esa etiqueta ya está hecho. Las promesas corporativas, los valores escritos y los acuerdos sin fuerza legal difícilmente alcancen para recuperar la credibilidad del origen italiano, sobre todo en un contexto en el que las marcas y los actores del sector presionan para aumentar la producción local.

indumentaria
La excelencia del "Made in Italy" se fue perdiendo, advirtió Nicoletti.

"El Made in Italy siempre se consideró un valor agregado para las marcas de moda y lujo, y un símbolo de excelencia, gracias al saber hacer de los artesanos italianos y a las técnicas de producción que abarcan desde la curtiduría y los textiles hasta los productos terminados", explicó Susanna Nicoletti, especialista del sector y editora del boletín SUN DeLuxe.

"Esa etiqueta también justificó durante años los precios elevados, por el conocimiento y la especialización que requiere", agregó.

Las ganancias por encima de las personas

Para Nicoletti, en los últimos 15 años las marcas dejaron de priorizar los estándares de calidad. En su lugar, pusieron el foco en cumplir con las previsiones financieras, lo que terminó afectando directamente a los trabajadores del sector.

"Para mejorar los márgenes, las marcas y los grupos redujeron tanto la calidad de los productos como los costos de producción. A medida que las empresas se vieron obligadas a sostener un crecimiento sin freno para cumplir con las expectativas de los accionistas, la excelencia del Made in Italy se fue perdiendo", advirtió.

Según su mirada, es probable que otras marcas con fuerte prestigio enfrenten pronto acusaciones similares a las que hoy enfrenta Armani. Mencionó a Dior, Loro Piana, Valentino y Alviero Martini como ejemplos de firmas que podrían verse involucradas en denuncias por malas condiciones en sus cadenas de producción.

Hasta dónde llega la corrupción en la cadena de producción del "Made in Italy" es un misterio. Pero las sospechas apuntan a que lo que se conoce hasta ahora es apenas una parte del problema.

Las denuncias ya son graves, pero si aparecen nuevas pruebas, el golpe no será solo para la imagen de una marca en particular. Lo que está en juego es la credibilidad de toda la industria que lleva la etiqueta "Hecho en Italia".

Warren Buffett lo dijo con claridad: "Se necesitan 20 años para construir una reputación y cinco minutos para arruinarla". Y hoy, ese estándar que alguna vez representó lo mejor de la moda italiana está contra las cuerdas. El tiempo corre, y las promesas ya no alcanzan.

 

Nota publicada por Forbes US

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