La nueva agenda internacional del presidente ecuatoriano Daniel Noboa empieza con una escala estratégica en China. El próximo 22 de junio, el mandatario iniciará una gira que lo llevará también a España e Italia, pero será en Beijing donde se concentrarán las miradas, por el peso económico de la nación asiática y por la reunión bilateral confirmada con el presidente Xi Jinping para el 27 de junio.
La canciller Gabriela Sommerfeld fue quien detalló los encuentros previstos, entre ellos un almuerzo oficial con el líder chino, como parte de lo que describió como una "visita oficial del Estado ecuatoriano a la República Popular China". La cita, que fue anticipada por el propio ministro de Gobierno José de la Gasca, representa un hito diplomático que no pasa desapercibido.
Esta visita ocurre en un contexto clave para Ecuador. Entre enero y marzo de 2025, las exportaciones no petroleras hacia China alcanzaron los US$ 1.254 millones, frente a importaciones que ascendieron a US$ 1.715 millones, generando un déficit comercial no petrolero de US$ 460 millones. Productos como camarón (US$ 733 millones, +12,3%) y concentrado de plomo y cobre (US$ 346 millones, +24,6%) lideraron las ventas ecuatorianas, mientras que las importaciones desde China estuvieron encabezadas por manufacturas de metales, teléfonos y maquinaria industrial, según datos del Ministerio de Producción.
Además del interés comercial, el viaje tiene un matiz político importante. Ecuador mantiene relaciones cercanas tanto con Estados Unidos como con China, dos actores hegemónicos en el ajedrez global. La respuesta de Noboa a la revista The Economist de no descartar una mayor cooperación china sugiere una política exterior pragmática.
Después de su paso por Beijing, Noboa se dirigirá a Madrid para asistir a una cena con el Rey Felipe de España, y posteriormente a Roma, donde se prevé una reunión con su par italiano el 30 de junio. En un escenario internacional marcado por la competencia y la interdependencia, esta gira representa una vitrina para el país y una posibilidad concreta de fortalecer su presencia en mercados estratégicos. ¿Será este el punto de partida para que más productos ecuatorianos crucen el Pacífico y más inversiones asiáticas lleguen al país? (I)
