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¿Cómo se debería prevenir el acoso escolar en la escuela?, lo primero es reconocer si esto se trata de bullying o de un conflicto entre pares. Para ello la observación es clave y la identificación de los sucesos que han sucedido. Lo ideal es que, también las familias estén informadas y se llegue a establecer soluciones de manera conjunta.

27 Enero de 2023 15.42

Hace pocos días en una jornada académica, los estudiantes de la carrera de Educación de la Institución de Educación Superior donde trabajo, analizaron un caso que trataba sobre acoso escolar, habíamos escogido este tema porque como educadores debemos saber cómo prevenir, detectar e intervenir si observamos este tipo de actos dentro de la convivencia escolar, la metodología del caso nos permite a través de una problemática detectada, plantear soluciones y argumentos que nos acerquen a la realidad.

 El caso mencionaba a Drayke Hardman, un niño de 12 años de Estados Unidos, quien se quitó la vida tras sufrir durante más de un año de acoso escolar en su colegio de Utah. Drayke sufría maltrato físico y psicológico por parte de sus compañeros. De acuerdo con versiones de sus padres el pequeño Drayke había llegado una vez a casa con un moratón en el ojo y se había negado a explicar qué sucedió.

Lo que parecería un acto aislado y en el que podríamos especular que solo fue una pelea entre compañeros, desencadenó que, Drayke se quitara la vida, porque al parecer no solo fue un golpe o un suceso aislado, fueron una cadena de acontecimientos dolorosos que lo llevaron a tomar esta terrible decisión.

En palabras del padre de Drayke, al publicar la historia en sus redes sociales, lo sucedido con su hijo se resume, en una palabra: “Bullying”

El bullying tiene tres características:

  1. Es intencional, alguien hace daño a propósito
  2. El acoso es constante y sistemático 
  3. Existe diferencia de poder entre quien somete y la víctima. Fortaleza física o más popularidad frente a personas con más vulnerabilidad.

¿Cómo se debería prevenir el acoso escolar en la escuela?, lo primero es reconocer si esto se trata de bullying o de un conflicto entre pares. Para ello la observación es clave y la identificación de los sucesos que han sucedido. Lo ideal es que, también las familias estén informadas y se llegue a establecer soluciones de manera conjunta.

Para Tina Mäkelä, directora del programa finlandés KiVa contra el “bullying”, la manera más eficaz de prevenir el acoso escolar es cambiar el comportamiento del grupo, que no se tolere el acoso y que, frente a actos de este tipo, el papel del espectador cambie a una postura de apoyo a la víctima. 

Existen programas de prevención que algunas instituciones aplican en sus centros educativos, lo ideal es prevenir antes que ser reactivos ante un acontecimiento de acoso.

Cómo padres también podemos fomentar cambios y promover que, frente a situaciones de bullying  nuestros hijos no callen y ayuden a la víctima, evidentemente buscando soluciones que no agraven la situación, quizá reportando los hechos a los adultos o autoridades. 

Enseñar a nuestros hijos a poner límites, a saber, decir que eso que le dicen y hacen no le gusta y a frenar actos de abuso, es un objetivo importante en la crianza, pero con respeto y asertividad, sin devolver al mal recibido o el golpe que en su momento recibió, aunque este método parecería ser eficaz, podría agravar aún más la situación y llevar a la víctima a ser parte del sistema de acoso. 

El temor podría llevar a quien sufre de acoso a callar, por ello es necesario estar atentos y frente a signos cómo: golpes en le cuerpo que no tienen explicación, resistencia a asistir al colegio, reducción de rendimiento escolar, apatía, introversión, irritabilidad, falta de apetito, alteraciones del sueño, dolores de cabeza, problemas digestivos, entre otros síntomas, poder comunicarnos con la escuela y pedir su colaboración para determinar la razón de dichas conductas. También, abrir espacios de diálogo, donde los niños y adolescentes puedan expresar lo que han vivido y sienten con libertad y calma, hay que evitar juzgar. 

Mantener una buena comunicación, fomentará la confianza y por tanto, abrirá la puerta para que los niños y adolescentes expresen aquello que tanto les está incomodando.  (O)

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